Partida Rol por web

Naery deja de prestar atención, despistada, por un momento a las crías de troll tras su reacción ante aquellas extrañas apariciones, para girarse hacia Arhain y hacer mas caso de su comentario.

-¿Qué?
Ni idea.
¿Seguro que no han sido alucinaciones?- dice de pronto, bromista, aunque sabía que no era el momento.

No, no, si lo digo porque... bueno, no es muy común ver a un hada de esa altura.

Bueno, como dice Gossy ya investigaremos sobre ello luego, ahora debemos apresurarnos y dar con las crías- termina diciendo, centrándose mas en lo que venían a hacer e intentando localizarlas e ir tras ellas, intentando ser lo mas disimulada posible para no ser descubierta.

Sin saber muy bien que podría ser aquello que Arhain vio, los 3 reinician la búsqueda de las crías de troll. La opción más evidente seria entrar por la ventana y buscarlas dentro de la vieja mansión, pero en ese momento una brillante columna, que resplandece bajo la luz de las estrellas como polvo de diamantes, se eleva de otro sitio cercano.

La curiosidad es demasiada y sin pensarlo siquiera, los 3 se apresuran para descubrir que puede ser la causa de eso. Al llegar al techo de la mansión troll, tienen una vista magnifica de todo lo que ocurre por los alrededores y así descubren a la desconocida (y enorme) hada junto a las niñas, frente a la puerta de un establo que parece a punto de caerse bajo los efectos del tiempo y el abandono.

El hada tiene las manos extendidas, pero lo más preocupante es que los Vril se aproximan volando y aterrizan al lado de la fémina, al parecer aguardando.

Gossamer ve a la hada que había descrito con anterioridad Arhain y se sorprende al observar como atrae a las crías de troll hacia ella y los Vrill.

- ¡Chicos no podemos permitirlo! hay que... ¡Si! hay que atacarlos... contamos con el efecto sorpresa ¿no? no saben que estamos aquí y no podemos permitirles llevarse a las crías de troll al lado oscuro... ¿qué pensáis? ¿Atacamos o nos quedamos mirando como idiotas?

Naery sonríe, entusiasmada al ver que finalmente iban a entrar en acción.

-Nunca he sido idiota- empieza diciendo, algo creída, aunque en realidad no lo fuera y lo estuviera diciendo en broma- ni quiero intentarlo, así que...- termina diciendo, dejando la frase en el aire sin acabar pero dejando aun así claro qué era lo que ella prefería hacer en aquel momento, de entre las opciones dadas por Gossy.

Preparo mi arma

-El ataque debe ser rápido y contundente, o podrían escapar y traer refuerzos, debemos ser despiadados-

Digo preparándome para volar hacia los enemigos.

-¡¡¡Al ataque!!!-

Cargo con mi lanza por delante, esperando dejar inutilizado a uno de los duendes.

Gossy empuña su arco y se pone para disparar. Coge una de sus flechas, la coloca en posición, estira la cuerda hasta el límite y lanza la flecha.

- ¡Bien le he dado a un Vrill!

Naery, decidida, saca su pequeño arco y tarda un poco mas que los demás en terminar de apuntar, pero al final viendo que mereció la pena tanta meticulosidad, ya que no fue difícil acertarle a otro de aquellos Vril.

-¡Bien!, venga, ánimo chicos, esto no será demasiado complicado- dice al final, alegre y animadamente.

Los 3 optan por atacar a los Vrils, ya que no tienen tiempo de pensar en alguna otra solución. Las flechas de Gossaner y Naery vuelan junto con Arhain hacia las feas criaturas, y a la vez que los proyectiles se hunden en la carne de los duendes murciélago, la lanza de Arhain se incrusta en la espalda de uno de sus enemigos.

Los Vrils reaccionan enfurecidos, chillando agudamente y girándose para repeler el ataque, mientras toman sus mazas de metal. 3 de ellos se concentran en Arhain, el enemigo que tienen al alcance, mientras que otros dos vuelan en la dirección de donde llegaron las flechas.

Recibo los golpes y grito, sonando muy parecido a un halcón enfurecido

"Malditos engendros de Sauce"

Espero que mi armadura pueda protegerme, aunque ahora no hay tiempo de comprobar mis heridas.

Naery casi sin ver al que ahora iba a por ella decide apuntar esta vez hacia uno de los que iban a por Alharin. El lo tendría mas difícil, eran tres contra uno, a lo que ellas eran una contra uno cada una.

Aun así se muerde el labio inferior al ver que quizás se había precipitado al lanzar tan rápidamente, ya que la flecha fue desviandose hacia la derecha y... no dio en el blanco, ni por asomo.

Gossy vio como se acercaban los Vrill en su dirección y logró esquivarlos y volver a atacarlos pero estaba tan nerviosa por salvar a las crías y a sus compañeros que la flecha se desvió e impactó en un árbol.

- ¡Son demasiados! ¡Debemos hacer algo!

Arhain es rápidamente superado por el número de sus enemigos. Los Vril lo rodean sin perder un segundo para enseguida golpearlo cruelmente con sus mazas. Solo su armadura lo salva de una muerte segura, pero el duende esta tan herido que solo un golpe más acabara con él.

Ahora solo le queda rendirse, esperar que de alguna manera milagrosa sus compañeras puedan derrotar a los Vril y rescatarlo, o recibir la muerte gloriosamente, como un guerrero.

Al ver el terrible castigo que los duendes murciélago infligen sobre Arhain, Naery y Gossamer disparan de nuevo, pero esta vez sus tiros fallan, al dejarse llevar por la desesperación. Sin embargo, ambas son capaces de esquivar la burda embestida de los Vril, quienes gritan furiosos y se preparan para dar vuelta y atacar de nuevo.

Mientras tanto, en el establo, Arhain puede ver de reojo como el hada se pone delante de las niñas, en una actitud protectora, para después comenzar a recitar un hechizo.

Naery se lleva una mano a la cabeza, frustrada, y vuelve a alzar el arco ante ella para intentar apuntar a uno de los Vril que se abalanzaban ahora hacia Arhain.
Con suerte ella podría seguir esquivando al Vril que iba a por ella durante un rato.

El sudor y nervisismo de Gossamer iba en aumento, las flechas impactaban en los Vrill pero no llegaba a matarlos y aunque creía que podría esquivarlos el desviamiento de su mirada hacia el constante atauqe a Arhain la desconcentró y no pudo evitar al Vrill que la atacó.