Partida Rol por web

Drabeorn se lanza contra el osgo, y aunque el desigual suelo no le permite tomar el ímpetu que le hubiera gustado, Grulk ha cometido el error de quedarse a su alcance...

Blandiendo a Etherlwyn a dos manos, el bárbaro traza un arco horizontal a la altura del cuello de Grulk... a los ojos del resto, la escena parece congelarse en el tiempo mientras Drabeorn sostiene aún la espada en alto, ambos contrincantes congelados como estatuas... hasta que la expresión de Grulk se torna en sorpresa y una fina línea roja se dibuja en su garganta... contempláis no sin cierto estupor como la cabeza del goblinoide se desprende del cuerpo y rueda por el suelo... momento que Drabeorn aprovecha para descargar un segundo golpe, esta vez vertical, pero más contundente si cabe... un chorro de espesa sangre empapa al bárbaro, que parece disfrutar del baño...

Os acercáis a Drabeorn con cautela, y tras comprobar que el bárbaro ha recobrado la compostura, examináis el resto de la sala y los restos de Grulk; al norte, en el interior de un pequeño armario junto a una cama, encontráis una pequeña bolsa con varias joyas y unas monedas, y Druul no tarda en percatarse de la leve aura que emana del anillo en la mano derecha de Grulk.

Dynah no pudo evitar dar un paso atrás. El salvajismo del bárbaro la pilló desprevenida y un poco horrorizada con aquel despliegue de sangre y vísceras. La oráculo se quedó callada junto a Bethany mientras los demás saqueaban el cadáver del osgo. 

Que barbaridad

Abrosthor siguió de cerca los movimientos del bárbaro mientras cargaba. Antes del primer pestañeo Grulk yacía en el suelo. Su cabeza estaba a varios pasos de él. Cerró la boca e intentó disimular la cara de tonto que había puesto con un sonrisa. -Vaya! Eso ha sido... sangriento!.-Dijo cuando decidió que le gustaba el final del osgo. -Bien hecho grandullón! Hablaba demasiado.- 

EDIT: Tras el entusiasmo por el botín encontrado, el Gnomo examinó la habitación con detenimiento. A simple vista solo quedaba un camino posible. Y estaba infestado de zombies. 

Seguro que la jornada todavía reserva sorpresas...

Bien, Draeborn, eso ha sido muy... instructivo. Anatómicamente hablando, muy instructivo. Termina Druul con aire ausente, mirando fijamente las vísceras, tendones y órganos ensangrentados desparramados por el suelo.

Después del registro, el brujo se acerca a una de las luces del grupo para observar el anillo con detenimiento. Mientras termináis de buscar, dejadme que investigue las propiedades de este anillo, a ver si nos puede ser útil. Conjurando un detectar magia, empieza a darle vueltas con sus sentidos mágicamente potenciados. Ah, un aura de transmutación... De poder débil, parece... veamos... Está tan concentrado que esta vez se le olvida avisar a los demás de vigilar las escaleras.

Abroshtor examina la sala mientras Druul intenta -sin mucho éxito- descubrir las propiedades mágicas del anillo de Grulk.

Aunque inicialmente el gnomo sólo puede constatar el deterioro del techo y de las paredes, al examinar una zona de la pared cerca de la cama descubre un notorio bloque de piedra [color=#00AA00](Percepción)[/color]. Tras descartar la presencia de mecanismos sospechosos, Abroshtor empuja una esquina del bloque y este cede fácilmente, dejando a la vista lo que en otros tiempos debió ser un pasillo largo, pero que ahora acaba abruptamente en una amplia abertura al exterior. Curioso como ninguno, el gnomo asoma la cabeza y, disfrutando del aire y los sonidos del bosque, aprovecha para calcular la nada despreciable caída hasta el suelo al pie de la torre... 60 pies!

Suspirando apesadumbrado, el semiorco levanta la vista del anillo. Lo siento compañeros, todavía no me concentro bien después de las trampas y el combate con el osgo. Quizá mañana, si estamos en un lugar más tranquilo... Viendo al gnomo al aire libre, pregunta. Algo más por ahí? Parece que lo que hubiera, se ha derrumbado, no? Creo que deberíamos bajar, y enfrentarnos a esos zombies que pululaban por el piso inferior. Debemos encontrar a los magos!

Pues si, estoy de acuerdo. Me he quedado sin mis ataques de zona al curaros a vosotros pero aún tengo el agua bendita. ¿Que preferís? Bajamos con el agua y las armas y nos olvidamos de mis ataques de área o descansamos y hacemos lo que dijimos? acumularlos y barrerlos con mis auras?

El aire fresco y la luz del día le renovaron las ganas de continuar. -Bajemos!. Todavía me quedan algunos de mis jugue...- Carraspeó -Dispositivos altamente volátiles.- Dijo con una medio sonrisa.

Dynah le pasó los frascos al gnomo.

-Toma entonces. Apuesto a que tú lanzas mejor que yo.

Después de decapitar al osgo y recuperar el ritmo normal de respiración, la sonrisa de Drabeorn aún duró unos cuantos minutos sobre su cara. Por lo menos, esta vez no se había dedicado a destrozar el cadáver.

Cuando volvió en sí, sus compañeros proponían ir a por los zombies que habían encontrado en aquella escalera. Drabeorn asintió y antes de partir cogió el arco largo compuesto. Hizo varias pruebas para comprobar que la cuerda estaba bien tensada, y se lo colgó a la espalda, asintiendo satisfecho.

Aún eufóricos tras la fácil victoria, los héroes deciden proseguir la marcha y empiezan a descender los peldaños, sumergiéndose de nuevo en la mágica oscuridad del recinto...