Echo un último vistazo al vestíbulo, tomando una gran bocanada de aire. Una vez entré aquí y me pareció un lugar con encanto donde estaba segura que me lo iba a pasar bien, pero ahora que me fijo bien solo encuentro en cada rincón oscuridad y maldad.
No puedo reconocerlo, pero estoy nerviosa, aterrada. Trato de mantener los nervios bajo control, no solo por mí, para que no vaya a más, sino por mis compañeros. Deben creer que podemos conseguirlo, aunque no dudo en que vayamos a encontrar la muerte más allá de la puerta principal. De algún modo u otro, tanto física como espiritualmente... pero debemos seguir. Existe una ínfima oportunidad para alguno de nosotros sino todos y no podemos desaprovecharla.
Miro a Abie y asiento, señal que indica que estoy lista para salir. Lista para salir sí, pero no para afrontar lo que vaya a suceder. Abro la puerta y empezamos la comitiva de la última esperanza. La última carrera no ha hecho más que empezar pero mi cuerpo me grita basta, me duele todo y estoy exhausta. Quiero que todo esto termine cuanto antes pero no puedo rendirme, no ahora. No cuando estoy tan cerca del final. En algunos momentos incluso estoy corriendo con los ojos cerrados, incapaz de ver la fea y horrible cara de mi muerte. Si he de morir quiero morir con alguna imagen feliz en mi cabeza. Alguna imagen de mi infancia, cuando todo era sencillo y el mundo era amable.
Un rugido me despierta de mi escueto ensimismamiento y miro hacia el lugar del que procede tal sonido aterrador, en donde veo con pavor cómo los leones han cobrado vida para acabar con la nuestra. Abie me insta a que siga corriendo y aprieto aún más el paso, tirando de la camilla y de ella si hace falta. Tenemos que lograr salir de aquí como sea. Tan cerca... la verja cada vez está más cerca. Cierro los ojos con fuerza mientras escucho los quejidos de mis compañeros, los ataques de los leones, als caídas, el sonido de un cuerpo caer... "No puedo flaquear, esto es un simple paseo por el infierno, nada en comparación con mi infierno personal... No puedo flaquear... No puedo flaquear... " me repito una y otra vez, tratando de aguantar hasta ...
...La verja. La cruzamos. Me detengo, quedándome absolutamente inmóvil, pasmada, observando el aún nubloso horizonte aunque aún se puede vislumbrar las luces del amanecer. "¿Sólo ha sido una noche?... Solo ha sido una noche..." pienso con incredulidad. Dejo caer la camilla, soltándola repentinamente. Mis manos ya no tienen más fuerzas así como mis piernas, por lo que caigo de rodillas y rompo a llorar. No tengo valor para mirar atrás, para comprobar quién ha caído y quién no. Ya no me queda valor, ni fuerzas, ni entereza. Solo me queda la vida.
- ¿Abie...? -la llamo mientras sigo sollozando. Sé que al menos ella ha sobrevivido porque la camilla ha llegado hasta ése punto pero no sé cómo realmente ha terminado. Antes de la última carrera estaba realmente mal. No espero que se reponga pero sí que espero que no haya ido a peor -Abie... -me giro para buscarla con la mirada- Lo hemos conseguido, Abie... Te dije que podríamos lograrlo -aunque por una parte esté feliz de mis propias palabras, la pérdida de tantas vidas, la sangre, el terror, la oscuridad, los pactos...
"Pactos... Un pacto de amor", pienso mientras miro los cuerpos de Sir Gawain y Katelyn, por fin, fuera del terreno del castillo.
El camino de la entrada principal parece la mejor opción. El otro camino es mucho más largo que el anterior, muchas más posibilidades de que salga mal. Tomo a Gawain por los pies y Crono lo hace por el lado opuesto. Venga, una última carrera y ya estaremos salvados. Crono no puede morir, es demasiado joven, es demasiado bueno. Hay que salir cuando antes y ponernos a salvo de una vez.
Salimos por la puerta que ha abierto Temperance momentos antes. Intento olvidar el dolor de mi pierna y corro, intentando no entorpecer el ritmo de Crono. El chico no está herido así que debería correr más que yo. Consigo mantener el ritmo a duras penas. La pierna me arde con cada paso, pero las ganas de llegar a la puerta pueden más. Veo a Temperance colocándose al lado de Crono, ayudando como buenamente puede. Ahí está. Hacemos buen equipo... Y ellos hacen buena pareja. Una punzada de algo me recorre el pecho. Nostalgia, tristeza... No sé muy bien describir lo que es exactamente, pero me dan envidia. Han conseguido sentir amor el uno por el otro en un lugar como este... Algo que no he conseguido sentir yo en toda vida. Espero que acaben bien.
Mis pensamientos son interrumpidos por un rugido estremecedor. Miro hacia la procedencia del sonido, la entrada del castillo, y lo que veo hace que un escalofrío me recorra la espalda. -Rápido!-Es lo único que se me ocurre, qué más se puede hacer contra unos leones de piedra? Acelero aún más el paso, lo que creía imposible antes, pero algo no va bien. Crono no hace como yo y me encuentro cada vez con mayor resistencia ante el movimiento. Aunque intento correr más la resistencia que ejerce el cuerpo de Gawain no hace más que aumentar hasta que me veo incapaz de siquiera sostenerlo. -Crono, que pasa!? Nos están alcanzando! Crono? No hay respuesta. Peor aún, Crono ha caído al suelo.
-CRONO!-Mi alarido es angustioso. No puede ser. No ahora. Habíamos llegado tan lejos... Crono tiene que vivir, es el que más se lo merece. Hago un ademán de ir ayudarle, pero es entonces cuando lo veo. La mano de Crono. Está sobre su pecho, apretando su pecho justo en la cicatriz, pero poco a poco pierde fuerza y cae inerte sobre el suelo. La realidad me golpea y caigo de rodillas, incapaz de moverme. Observo con horror como el león llega y se lleva a Crono. Sigo plantado ahí en de rodillas mirando donde momentos antes había estado el cuerpo del joven hasta que unos gritos me hacen volver a la realidad.
Es Temperance, que se ocupa el lugar de Crono y me da ánimos para seguir. No queda nada, la entrada está ahí. Tengo que salvarla. Por Crono. No puedo dejar que le pase nada. Hago acopio de toda mi fuerza de voluntad y continúo el camino con la ayuda de Temperance. Vamos mucho más lentos que al principio, puesto que ambos estamos muy heridos, pero no queda nada, la puerta está ahí, abierta, nos está esperando, vamos a salvarnos. Crono, no dejare que caigas en el olvido, ayudaré a Temperance a escribir su libro y te dejaremos como lo que eras, un héroe. Sin ti no habríamos podido abrir esa puerta.
Pero algo va mal y noto otra vez el peso de todo cuerpo de Gawain. Soy incapaz de sostenerlo y caigo de nuevo. Miro hacia delante y lo veo. Temperance me mira, rogando ayuda. No... No es ayuda lo que me pide. Ella ya sabe que no puedo hacer nada por ella, es una despedida. La mirada se me queda gravada en la mente y sé que por mucho que lo intente no podré olvidarla. Ni la mirada de Temp ni la mano de Crono cayendo inerte. Temblando, observo como lucha hasta el último momento por su vida contra aquella bestia, mientras esta, impasible la aleja de mí. Pero hace algo más. Veo como lanza un objeto volando hacia mí que cae al suelo. Cae a mi lado, en el barro. Lo cojo y me doy cuenta de que son sus llaves, entre ellas las de su coche. Valiente hasta en el último momento.
El terror me inunda de repente y me veo solo ante la puerta. Diez escasos pasas. las lágrimas caen sin control por mis mejillas, pero cojo como puedo el cuerpo de Gawain y lo arrastro todo lo rápido que puedo hasta la entrada. Un paso, dos... Entre el dolor de la pierna y lo abatido que estoy por lo que acaba de pasar tardo mucho más de lo que debería. No soy capaz de ver más allá del cuerpo de Gawain debido a las lágrimas y a la oscuridad de la noche, pero sigo avanzando más por inercia que otra cosa.
Cuando paso la puerta esta se cierra, como señalando el fin de la historia y el fin de todos los males que guardaba el castillo. Un final muy amargo para mí. Dejo el cuerpo de Gawain en el suelo y caigo sobre el barro mojando el ya empapado suelo con mis lágrimas. No puedo parar de llorar y gritar de rabia. A ninguno, no has sido capaz de salvar a ninguno.
Pasan los segundos y os dais cuenta de que os encontrais perfectamente a salvo. No obstante, ¿esto qué ha sido? ¿Una broma? Los cuerpos no hacen nada y nada parece haber cambiado.
Seguro que más de uno de vosotros tres, los supervivientes, deseais pegarles una buena patada a Sir Gawain como mínimo. Pero estais ocupados. Dos celebrando con lágrimas el triunfo y uno de vosotros llorando con abatimiento la pérdida de sus dos mejores compañeros.
Y, sin embargo, sí que ocurre algo. Tanto Gawain como Katelyn empiezan a despertar. ¡Se están moviendo ante vosotros!
Terminan por incorporarse y sentados en el suelo se observan.
Gawain:- Katelyn...
Katelyn:- Gawain... lo... lo consiguieron.
Sonríen con alivio después de siglos y siglos inmersos en la oscuridad y la lejanía. Se sostienen las manos y se miran a los ojos. Luego os miran y se levantan. Gawain mira a Irina y Abie mientras que Katelyn va hacia Nick.
Gawain:- Lo conseguísteis, lady Abie, lady Irina y sir Nick. Os estaré eternamente agradecido.
Katelyn:- No esteis triste, sir Nick. Un caballero debe honrar con actos y recuerdos a sus amigos caídos, y no plantarse y llorar su aparente pérdida.
Cuidado, no agregueis a Crono ni a Temperance.
Le dirigió una sonrisa a Irina. A la mierda las muertes, estamos vivos. En ese momento no había nada de agridulce en su felicidad, estaba demasiado aliviada como para llorar a los caídos; ya la perseguirían suficiente en sus sueños. Movida por un impulso dejó caer con brusquedad la camilla de Katelyn y abrazó con fuerza a Irina, poniéndola en pie.
- Vivas, vivas... - canturreó. En ese momento no parecía la persona más cuerda del mundo pero quién lo sería en esa situación.
Entonces Gawain, esta vez en carne y hueso, se levantó y les agradeció sus gestas mientras Katelyn consolaba al pobre Nick. Abie se acercó al caballero con un respeto reverente y cuando quedó a menos de treinta centímetros de él, sin previo aviso, le pegó un empujón con todas sus fuerzas, aunque sabía que era inútil ante esa mole de músculos y armadura.
- ¡Eres un maldito sádico hijo de puta! Eres lo más egoísta que he tenido la desgracia de conocer, ¿A cuánta gente has matado para poder descansar? ¿Cuantas vidas pesan sobre tus espaldas? Oh claro, el descanso eterno, no importa los centenares de personas que deben haber muerto por tu causa, encerradas en el castillo con ese cabrón y...¿su presencia se ha ido con vosotros? Porque si no es así tampoco deben descansar en paz. Venga, pasad para dentro a recoger sus cadáveres y a llevarlos ante sus madres, así al menos mostraréis un poco de respeto por sus muertes - su discurso no era demasiado coherente mientras la chica berreaba con los ojos saliéndose de sus órbitas y la saliva escapando por la comisura de sus labios -. Maldito bastardo desgraciado, como si cuatro palabras de consuelo vacías de significado fueran a curar el mal que nos habéis hecho. Sois peores que ese cabrón - dijo señalando con vehemencia las puertas del castillo -. Ojalá os pudráis en el infierno, escoria.
Escupió a los pies de ambos y les miró con toda la fuerza de la ira, alimentada por el terror que habían pasado. Sin decir más, le tiró su estaca improvisada, que aún llevaba entre el cinturón y el tejano.
- Ni siquiera sé si estás vivo pero si es así, deberías suicidarte sólo como una muestra de decencia y no ensuciar el mundo con tu asquerosa presencia.
Parece bastante dolido con las palabras de Abie y de algún modo la sensación es de que se esperaba este momento. Coge la estaca y se la queda mirando unos instantes, con pesadumbre.
Suspira y parece mucho menos imponente en estos momentos.
- Lo lamento. Sé que no hay excusa para ti en estos momentos, lady Abie Bell. Y siento no poder ir a buscar a tus compañeros ni a los que lo intentaron antes. Pero no puedo decir que me arrepienta. Juré ir a buscar a Katelyn y lo hice de un modo u otro. Sin embargo...- su mirada se unió con la de Katelyn que aún seguía arrodillada donde Nick y ambos asintieron- Es cierto que no merezco vivir y que otros sí.
Le vuelve a lanzar el trozo de marco a Abie pero sin fuerza mientras Katelyn se pone en pie y va hacia las rejas, abriéndolas con facilidad. Luego se da la vuelta y ambos caminan nuevamente hacia el interior. Luego se separan, yendo él hacia donde se encuentra Crono y ella hacia donde está Temperance.
Él se arrodilla ante Crono y le coloca una mano en el pecho y ella toma la mano de Temperance. Y desde vuestra distancia solo podéis ver que hablan con ellos.
El espíritu de Crono aún en el cuerpo de su poseedor escucha de pronto la voz de Gawain llamándole:
- Ven, Crono. Noble y valiente caballero. Este no es el lugar donde tú deberías haber caído. Tu cuerpo te impidió escapar... te impidió vivir. Me has servido como el mejor de los caballeros y yo, hoy, te devuelvo el favor como buenamente puedo. Tu lugar es este cuerpo- y señala el suyo propio- en el que podrás volver a disfrutar de la vida durante dos años. El día en que se cumplan dos años deberás volver al castillo, aún dominado por las fuerzas oscuras, y tendrás que vencer a mi cuñado. Cuídate y busca la ayuda de tus amigos, porque con ellos vencerás en la empresa.
Después de estas palabras, cuando Crono vuelve a ver y respirar, lo hace desde el cuerpo de Gawain. Si mira hacia atrás puede observar que Katelyn también está hablando con Temperance. Y si mira hacia las verjas, observa a sus tres compañeros. Los que han logrado sacar los cuerpos y los que, de alguna manera, han salvado su vida.
El espíritu de Temperance, aún en su cuerpo, escucha las siguientes palabras de pronto, provenientes de una voz dulce y suave, llena de gratitud y elegancia. Katelyn le habla:
- No te rindas aún, valiente, astuta e inteligente Temperance, porque sabes que tienes una historia que contar. La historia que viniste buscando y de la que finalmente has sido partícipe. Tu cuerpo está débil, y por ello te cedo el mío. Durante dos años podrás estar separada del castillo. Pero llegado el momento, deberás venir y librar al castilllo de las oscuras fuerzas de mi hermano que aún gobiernan en el lugar. Confía en tus amigos, guíate por el corazón. Y sé feliz.
Una vez Temperance ve de nuevo y respira nuevamente lo hace dentro del cuerpo de la joven Katelyn. Si mira atrás observará que Crono ha tomado el de Gawain y si mira a las verjas observará a los tres compañeros que han hecho posible esta empresa. Han salvado a los amantes y la han salvado a ella.
Según han ido hablando habéis podido ser partícipes del hecho más extraño que vuestros ojos jamás hayan visto. El espíritu de Gawain se ha separado del cuerpo según hablaban y el el espíritu dormido de Crono se ha unido al cuerpo de Gawain.
En el caso de Katelyn ha ocurrido lo mismo. Ahora Crono y Temperance han vuelto a vosotros.
Unas últimas palabras de Gawain os hablan:
- Dentro de dos años, ellos dos deberán volver y terminar con las fuerzas oscuras que aún dominan el castillo. Cuidaos unos a otros, mis cinco elegidos.
Y, sin más, en medio de una nube de polvos dorados, Gawain y Katelyn se fusionan y se dejan llevar por el viento.
Bueeeeeeeeno, los cinco, postead lo que querais hasta que os marcheis XD. Por mi parte he acabado. Cuando os marcheis postearé finalmente la "despedida". ^^
Estaba herida, pero aún así luchaba con todas sus fuerzas, para librarse, pero los huesos son débiles, y más aún es débil la carne que no pudo hacer nada contra las fauces de esa bestia, Temperance, resignada por primera vez a su final, apretó sus puño y golpeo una vez más la nariz de piedra de aquella criatura, antes de que el dolor fuera desapareciendo, cuando estas cerca de la muerte, el dolor se va haciendo más y más imperceptible, hasta que escuchó aquella voz suave que le hablaba,pensó que la llamaría a cruzar el umbral de luz, lo último que quería era estar en ese sitio por la eternidad, atormentando a las personas, pero lo que le tenía deparado el destino era aún más misterioso....
- ¿usar tu cuerpo?... pero... - preguntó dentro de su inconsciencia, y su espíritu se elevó por los aires, podía ver su cuerpo quedarse en aquel lugar, mientras era devorado por aquella criatura, y pudo ver como su mano era jalada por aquel dulce espíritu hasta quedar quedar delante del cuerpo que ahora sería el depósito de su espíritu. - ¿podré vivir?...- murmuró, pero no recibió respuesta, sólo sintió como era absorbida por ese cuerpo. Si había tanta maldad en ese castillo, el bien existía con mayor razón y le permitía ahora estar ahí...
respirando...
Abrió los ojos, sentía bajo de sí la caricia de la hierba y el rostro,el agua de la lluvia que comenzaba a ahogarla y la obligó a inclinarse hacia delante, mareada y débil. Desconcertada miró a su alrededor, a los que estaban con ella, Gawain estaba también moviéndose, y se vieron a los ojos, Temperance supo de inmediato que no era el caballero, sino Crono y sin más le echó los brazos al cuello, estaba llorando.
- estas vivo... estas...- musitaba entre sollozos y la sorpresa de todos los que estaban en el automóvil, que ahora veían moverse los cuerpos que habían rescatado, Temperance, se sujetaba mientras las gruesas lágrimas marcaban su mejillas aún frías. Estaba temblando, aún su espíritu no se acostumbraba a su cuerpo, pero ya comenzaba a sentir el calor de la vida. Se separó un poco para ver al joven, y le sonrió, fue una suave sonrisa, de aquellas que sólo por su perfección y naturalidad pueden darse en las novelas románticas.
¿Eso era real?
Ya no había dolor, ya no había frío. De hecho... ya no había nada. Toda sensación había desaparecido, dejando paso a una calma que nunca nadie había sentido... vivo. Mas había algo que no cuadraba, algo extraño en todo aquello. Si estaba muerto... ¿Por qué seguía allí?
Escuchó una voz. El pequeño Crono escuchó una voz incluso después de haber experimentado como su corazón se paraba, incluso después de haber sentido el frío tacto de la hierba en su cuerpo. No podía ser. Además, la voz tenía el mismo tono que el caballero que había reposado en el castillo. ¿Estaría soñando? ¿Los muertos sueñan? Todo era muy confuso.
A pesar de la confusión, las palabras eran claras. Estaba muerto sí, pero el caballero le cedía su cuerpo a cambio de un pacto. Debería volver a aquella pesadilla, acabar con los fantasmas que aterraban al espíritu que ahora abandonaba su envoltura terrena. Realmente, Crono no tuvo elección. Su alma, su espíritu penetró en el cuerpo de Gawain.
Frío.
De pronto, sí sintió frío.
El cuerpo de Gawain se encorvó de pronto, al tiempo que sus ojos se abrían rápido cual centellas, deseosos de volver a ver un mundo del que se había despedido hacía muy poco tiempo.
Sus manos se cerraron con fuerza, incluso antes de levantarse, sintiendo la temperatura de la hierba en el suelo, de nuevo el tacto áspero de las briznas contra sus yemas. Era una acción que pensó que nunca más podría hacer. Después, tomó una bocanada de aire. Una respiración profunda, capaz de llenar hasta el último rincón de sus pulmones. Ese cuerpo había esperado mucho tiempo para poder hacerlo, y Crono no se esperaba el poder hacerlo... desde ese cuerpo.
Eran unos segundos de descubrimientos, de sensaciones únicas. Sentía como su cuerpo no era el de antes, pues el actual tenía más fuerza, más resistencia... y sobre todo, no tenía un corazón medio muerto tratando de bombear su sangre. Estaba sano, por muy extraño que eso fuera. Tras cientos de años, ni siquiera el tiempo había sido capaz de corromper aquel cuerpo.
Aunque de alguna manera echaba de menos su antiguo cuerpo. Veinte años en la misma envoltura... pasan factura.
Además, a pesar de que su cuerpo había cambiado complétamente, mejorado sustancialmente en forma y función, ahora sólo surgirían complicaciones. ¿Tendría que comenzar una nueva vida?¿Alguien en su sano juicio podría comprender lo que había pasado y aceptar que ese hombre era el anterior Crono? No lo sabía... pero por alguna razón... no le importaba.
¿Por alguna razón? La verdad es que Crono tenía muy claro cual era.
Giró la cabeza y allí estaba. No era la de antes, pero seguía siéndolo. Temperance. No, aquella cubierta no la había cambiado. Al igual que él, estaba en un nuevo cuerpo, pero seguía siendo ella. Su nuevo corazón comenzó a latir aún más rápido, haciendo que Crono se levantara rápidamente para ir a abrazar a Temp. Los brazos de esta le rodearon primero, denotando que ella también había visto en él al antiguo Crono.
Algo bello había nacido en ese castillo, algo que había superado a la propia muerte. El amor que los dos espíritus se profesaban había pasado a ellos, creando un lazo que ni la parca había sido capaz de separar. Era... demasiado poético.
Sí... demasiado.
Crono miró a Temperance mientras sus manos acariciaban los cabellos de su compañera, y observó como ella le sonreía. Una sonrisa tímida, casta, sincera. Crono también sonrió, respondiendo a su sonrisa con otra más amplia, mientras sus manos enmarcaban la faz de su amada.
-..vivo.
Terminó la frase de Temp, quedando su cara a escasos centímetros de la de ella. Cerró los ojos, y sin pensar en consecuencias...
...la besó.
Soltando suavemente el abrazo a Temp, se giró hacia el resto. Sólo tenía sentimientos de agradecimiento, sobre todo para Nick. Pero... aunque se hubieran visto menos en el castillo, todos habían peleado por su vida en el interior. Sin saber exáctamente qué decir, pues aunque cambies de cuerpo... Crono seguía siendo Crono, abrazó uno por uno a los presentes, casi dejando caer alguna lágrima cuando le tocó el turno a Nick.
Tartamudeando un momento, tan sólo dejó salir una frase:
-Nunca pensé que esto podría sucederme...
¿A qué se refería? ¿A ver fantasmas?¿A luchar contra bestias mitológicas?¿A arriesgar su vida para salvar la de un caballero medieval?¿A morir y luego resucitar?
o...
¿Enarmorarse?
Si, era Crono, podía verlo en sus ojos, en sus movimientos, y como ahora sujetaba su cintura, sintiendo la misma calidez que la embargó cuando fue la voz de Crono la que la arrancó de las garras de la muerte la primera vez, suspiró muy tímidamente, y el joven terminó su frase para besarla, Temperance se sorprendió, porque aquel beso era dulce, cálido, era un beso distinto al que por primera vez en que se besaron. Duró mucho más tiempo, porque no existía la presión de ser condenados a la muerte, por lo menos, durante los siguientes dos años.
Temperance cerró los ojos, y puso sus manos en el cuello de Crono para seguir besándolo hasta cuando sus corazones no dieron más, debía ser la historia, el miedo, los cuerpos que se reconocían, o vaya a saber que fue, pero estaba ahí besándolo como no lo había hecho antes. ¿Amor? La escritora no sabía de amor, sabía de detectives, sabía de historias donde Charlotte descubría al asesino. Pero su corazón estaba estallando, y se aferró cuanto pudo al cuerpo mojado de Crono. Estaban juntos, luego de escapar y morir, estaban juntos...
Cronos se separó y fue a felicitar al resto de los chicos, ella los había olvidado por momentos, pero ahora estaba caminando hacia ellos, lamentó las vidas perdidas en ese castillo, sus cuerpos habían quedado metido en ese lugar y se preguntó si podrían ir por ellos... Después Temp, después... Sólo respiró y sintió el aire recorriendo su cuerpo cuando ya estaba junto a Nick al cual abrazó junto a Crono...
Habían sobrevivido...
- que bueno que me hiciste caso...y corriste - le dice riendo, otra vez llorando y miró a las chicas - vamos... salgamos de aquí...- no les reveló el pacto que había, ellos volverían, no tenían porqué volver, pero ellos sí, Temperance cogió la mano del chico, y la apretó, los demás aún debían estar estupefactos por verlos moverse y ser los dos chicos que vieron morir.
Ni siquiera escuché las palabras de Katelyn. Me daba igual la vuelta de los enamorados... Había merecido la pena? Acaso sus almas nobles valían las de cinco personas? Por supuesto que no. Habían sido egoístas, habían sido cobardes al mandar a este lugar a tanta gente para salvarse ellos... No se merecían vivir con tanta sangre en sus manos.
Ni siquiera me doy cuenta que se han ido. Poco a poco la rabia y el dolor se van calmando y me levanto. Debo tener una pinta horrible, herido y lleno de barro, pero me da igual. Miro alrededor y no soy capaz de ver a Gawain ni a Katelyn por ningún lado. Veo que Abie se encuentra mirando al jardín y veo la verja abierta. Me acerco tambaleante y lo veo.
Algo pasa del cuerpo de Gawain al de Crono y del cuerpo de katelyn al de Temp. No entiendo lo que pasa al principio pero al escuchar las palabras lo entiendo. Están vivos! Los han traído de vuelta! Veo como se besan y sonrío. Siento una felicidad indescirptible. Después de haberme culpado de sus muertes han vuelto. Crono podrá disfrutar dos años del amor que ha encontrado en el castillo. No es mucho... Pero menos es nada.
Crono se acerca y me da un abrazo. Se lo devuelvo, apretando muy fuerte a mi amigo. Entonces se une Temp y los abrazo a los dos con todas las fuerzas que soy capaz de sacar, no muchas, obviando las punzadas de dolor de mi pierna. -Chicos, me alegro... Me alegro de que los dos hayáis vuelto aunque solo sea por dos años. Contad conmigo para lo que sea. No sé que quería decir Gawain pero... Si me necesitáis os ayudaré en lo que sea. Vayámonos de aquí antes de que Gawain cambie de idea.
Me aparto de ellos, sonriente y con lágrimas de felicidad en el rostro. Los tres. Hemos salido los tres juntos de aquel lugar,
Y así, los primeros supervivientes del castillo Escarlata, los cinco únicos, deciden marcharse finalmente de aquel lugar con un sabor menos amargo del esperado.
Sus recuerdos los mantendrán atados al castillo y las vivencias no desaparecerán de su mente, pero al menos han conseguido lazos fuertes que se mantendrán atados por el final de los tiempos.
De este modo se alejan del castillo, volviendo a su civilación y a sus quehaceres; esas rutinas de las que no deberían haber salido.
El edificio los observa alejarse a sabiendas de que en un tope de dos años, como mínimo dos, han de regresar.
FIN