¿Ha sido real? Jurarías que uno de los cuadros que estaban siendo examinados por Temperance de cerca. El de un hombre de aspecto serio y refinado, con labios finos y perilla cuya mirada estaba perdida hacia el frente, la ha clavado en ti momentos antes de que la luz se apagase.
Quedarse ahí era la peor elección que podían hacer. Sinceramente, a Crono le daba ya igual el cuerpo de la difunta. La sensación de ver a alguien fallecer había sido muy intensa, pero no guardaba ningún aprecio especial a aquella chica, lo primero sería salir de allí con vida, luego, si se puede... sacar los cuerpos.
¿O acaso la principal prioridad durante un incendio es sacar los cuerpos calcinados antes que los vivos?
Crono tiró del brazo de Nick, señalando a la puerta. Estaban abiertas, no tenían necesidad de quedarse en esa sala. Un escalofrío recorrió su columna cuando las luces se apagaron del todo y las cadenas sustituyeron el sonido de su corazón. Su mano en el pecho ya era constante, apretando la caja de su reloj contra su camiseta. Respiraba con dificultad mientras sentía como casi se le escapaba el corazón por la boca.
Él no era un líder, no tenía dotes para manejar la situación, para guiar a los demás. Pero no quería quedarse allí, por lo que intentó tirar de Nick mientras decía en tono nervioso:
-Tenemos que salir de aquí...
Quizá una frase más elaborada hubiera explicado mucho más sus intenciones, pero ni sabía decirla, ni podía pararse a pensarla en ese momento.
Al menos esperaba que alguien le siguiera, si algo no quería era quedarse solo.
Buscaba en los cuadros una pista que descartara la historia de fantasmas, pero por más que buscara nada, esa habitación estaba perfectamente cerrada, a no ser por la puerta por donde todos entraron y que ahora estaba abierta porque ella lo comprobó... pero en que comenzó a buscar en las pinturas, la luz se apagó y las cadenas sonaron...
- mierda...- se quedó con la mano en la pintura, todos de nuevo se alarmarían, querían salir, ¿pero salir corriendo a oscuras no era lo más sensato o no?. Estaba ella montada en una de las sillas, y con el corazón palpitando con violencia, las cadenas eran arrastradas ¿que era? ¿truco? ¿verdad?... Bajo lentamente el cuadro y siguió observado a todos lados. Esperaba que la chica caz fantasmas pudiera darle respuestas, pero o sabia si andaba con su equipo, siempre andaban con su equipo esas personas, como en las series de caza fantasmas...
Temperance bajó lentamente y temblando fue hacia la puerta, lentamente, pasando por el lado del cuerpo de Jessica, iba a gritar, juraba que si veía algo gritaba como niña, pero aún podía controlarse, fue hacia la puerta y la abrió las puertas....
Sigo muy impresionada por lo sucedido, por el trágico suceso, por la cantidad de sangre que brillaba en la semi-penumbra de la sala. Pocas cosas me hacían perder la entereza y la serenidad, pero la sangre... Ver tanta sangre siempre significa el fin, seas quien seas. Abie se acerca y me insta a ponerme en pie, cosa que hago ayudada por ella. De mientras, la mujer que apenas sabemos quién es ni sabemos de dónde ha salido empieza a comportarse como si aquello no fuera con ella y examina la habitación buscando... algo.
- Yo tampoco quiero que nadie más muera -respondo a Abie con un hilo de voz- Por eso deberíamos... deberíamos irnos. No tenemos por qué ser los conejillos de indias de esta macabra función -no lo digo enfadada, sino más bien con anhelo, con deseos de que los demás me escuchen y quieran marcharse al ver lo que nos ocurrirá si nos quedamos.
La mujer sigue buscando y buscando. Me fijo en lo que hace y de repente el corazón me da un vuelco.
- ¡AH! -exclamo muy asustada, o muy sorprendida. Justo entonces, quedamos en la más absoluta oscuridad. Me aferro con fuerza a Abie- ¡No, no, no... ! ¡Viene a por nosotros! ¡Viene a por mí! ¡Vámonos! ¡No quiero morir!
Parece ser que estar en la más negra oscuridad con un sonido de cadenas acercándose no me ayuda a serenarme. O eso parece...
Sigo en shock. La gente habla a mi alrededor, pero yo solo veo a Jessica en el suelo, al monje detrás de mí. La imagen de la daga viene a mi mente una y otra vez. Ni siquiera soy capaz de sentir los tirones en el brazo de Crono. Jassica a muerto. Yo casi muero. La historia de Gawain no era un juego para atraer nuestra atención, buscaba nuestra ayuda. Ha matado a Jessica para que salvemos a su amada. Nos ha puesto a todos en peligro para que consigamos lo que el no pudo. No sé quien es peor, si su hermano o él.
Seguía quiero cuando las luces se apagaron de pronto por segunda vez y esta vez con un tétrico sonido de cadenas. Vuelvo a ver el peligro inminente, pero esta vez ya estaba preparado. El comentario de Crono me confirma lo obvio: hay que salir de aquí.-No podemos seguir aquí, ese monje podría volver en cualquier momento, hay que moverse. Una vez salgamos del castillo haremos lo que tengamos que hacer para cumplir lo que Jessica nos ha pedido, pero muerto no podremos hacer nada por ella. Me voy de este sitio. Los que queráis podéis venir conmigo, adelante. Vamos, Crono.
Dicho esto me encamino a la puerta, esperando que los demás, o al menos alguno, me siga.
Cuando Gabriel se acerca hasta mi me agarro a su brazo casi con necesidad. Sus palabras son tan lejanas que no consigo entender bien lo que me dice. El mensaje está fragmentado. - Matado... puñal... momento... viva... adelante... viva... Sí, estoy viva. Pero, ¿a qué coste? Porque Jess no puede decir lo mismo.
Observo como una espectadora toda la operación de Abie e Irina. Cuando cubren el cuerpo me siento feliz, de no tener que ver nunca más su cara. Por desgracia, sé que me acompañará en mis pesadillas. Sigo de forma demente los movimientos de la chica nueva, aunque no consigo entender lo que hace. Sólo puedo pensar en el cuerpo de Jess, en cómo estará enfriándose. En cómo se detuvieron sus órganos, uno por uno y cómo, a pesar de estar tapada bajo la sábana, su sangre seguiría manchando la estrafalaria alfombra del siglo de tutancamón.
Puedo oír los constantes gritos de los presentes, pero no los entiendo. Sigo en shock. Asustada, aprieto con más fuerza el brazo de Gabriel, e intento buscarle con la mirada. Cuando lo hago, su rostro está borroso y me cuesta enfocar. - ¿Podías imaginarte que este fuera tu fin? - pregunto. Es lo único en lo que puedo pensar ahora, en la muerte. En mi muerte.
Una parte de sí deshumanizó a Jessica, era sólo un bulto en el suelo, alguien que no había significado nada para ella, alguien que hacía unas horas tampoco había vivido. ¿Qué diferencia había? Aunque sentía la urgente necesidad de salir de esa sala.
- Basta ya, joder - dijo con un susurro apremiante, con una mano buscando en su bolso. Sacó la linterna y la encendió -. Encontramos unos mecheros, ¿recuerdas? ¿Es que nadie más tiene luz? - sacó el mechero que se había guardado ella misma y se lo pasó a la nueva, que parecía más que dispuesta a tirarse a la oscuridad -. Mi cámara de vídeo tiene incorporada visión nocturna, ¿quién la quiere? Tenemos que permanecer con una línea de visión todo el rato o no hará falta que nos apuñale el hijo de puta sádico ese porque iremos directos hacia él o incluso hacia la espada de una armadura. Mirad, sé que hay muchos de vosotros que no acabáis de creer lo que está pasando que los fantasmas no existen pero pensad en un psicópata si queréis, si os es más fácil. ¿Creéis que no ha asegurado las puertas para que no nos vayamos o incluso puesto trampas? ¿O que no nos estará esperando ahí? Intentar salir ahora mismo es una muerte segura, tenemos que seguirle el juego - tenemos que cerrar el círculo, pensó, de nuevo con la desesperación por sobrevivir cogiendo las riendas -. Y sobretodo permanecer juntos, que nadie vaya solo. Podríamos cogernos todos de las manos y formar una cadena o ir de dos en dos.
Las palabras de Abie hacen que me pare en seco. Trampas en las puertas... No lo había pensado, pero es muy probable. No nos va a montar este numerito para dejarnos salir tan campantes por la puerta principal... Me imagino que el monje fantasma asesino conocerá mucho mejor que nosotros el terreno. Puede que hasta sepa lo que vamos a hacer a continuación. Esta chica parece saber de lo que habla.
-Dame la cámara a mí Abie, intentaré ver donde anda. Aún así quedarse aquí no es buena opción. Hay que darse prisa!.-Miro a jennyfer, la nueva e Irina. Las tres que parecen necesitar más ayuda.-Chicas, calmaos!-Me sale muy brusco, tal vez porque yo estoy igual de nervioso que ellas.-Qué propones Abie? Podremos enfrentarnos a él si somos capaces de verle venir?
Las chicas comenzaron a buscar no se qué cosas y al final lo único que consiguieron fue que todo empeorara de nuevo y que cundiera el pánico. Pero antes de que pudiera hacer nada pues el miedo también había hecho mella en mi la sabia voz de Abie iluminó un camino a seguir. Yo no se si esto es real o es el macabro juego de un trastornado mental... pero no quiero morir para comprobarlo. -Yo estoy contigo Abie. -comenté aún arrodillado junto a Jennyfer, que no parecía reaccionar. -Tenemos que permanecer unidos y buscar algo para defendernos en caso de que ese bastardo vuelva. -la idea de las espadas de las armaduras era buena.* -Pero tenemos que reaccionar ya.
Volví mi mirada a Jennyfer que permanecía en su sitio diciendo cosas que no iban a ayudar en nada. Me recordó a mi mismo la noche que mis padres tuvieron el accidente y en la que yo estuve cayado mirando al fuego durante horas hasta que mi abuelo vino y me sacó de aquel extraño trance utilizando lo que él había llamado "una técnica magnífica para la gente que no reacciona ante situaciones complicadas"**. Siguiendo su ejemplo, alcé mi mano y propiné un sonoro bofetón a Jennyfer. -Vale jovencita, ahora mismo vas a levantarte y ponerte en marcha. Nadie más va a morir así que espabila de una vez y ayúdanos a salir de aquí con vida.
* si no lo digo exploto xDDD
**lo que viene siendo:
Y por fin alguien se pone en sintonía con lo que había pensando, ella aún no estaba tan convencida con la idea de que fuese un fantasma, era su parte racional la que funcionaba, pero lo que había visto con sus propios ojos, la muerte... de momento tendrían que jugar su juego y reunir las piezas de aquel rompecabezas - exacto, dudo que las puertas estén abiertas para largarnos de acá, nos quieren a todos, y ya somos piezas de este juego - uno de los chicos parece reaccionar, hablar y moverse, y no sólo proponer salir corriendo, pero no los culpa, ella también escaparía corriendo de ahí, pero esos sueños eran parte clave de aquello, y debía saber el final, de lo contrario sentía que no iba a volver a escribir en su vida
- si la tomas tú la cámara, puedes ir delante e ir viendo por donde caminamos, o puedes darmela a mí, para hacer lo mismo- le dio la opción de recular, todos debían tenerla, pero ella iría de frente, estaba ahí por una razón, lo sabía, lo sentía, y llegaría hasta el final. El castillo era tan grande, ¿donde podrían estar esos dos cuerpos? uno en la torre más alta y el otro?. Las puertas las terminó de abrir en par en par.
- vamos... Sir Gawain, necesitamos pistas...- murmuró al aire, y mira a la chica Abie, al parecer ella tomaba las decisiones en el grupo.
La sangre fluye tan rápido por mi cerebro que siento que en cualquier momento puede estallar. Al menos, es lo que me indica el fuerte y rítmico pulso que siento en mis sienes. Las voces siguen llegándome distorsionadas y no acabo de enfocar bien a mi alrededor, aunque todo está mucho más lúcido que hace un rato.
Pero la hostia que me pega Gabriel acaba por despejarme la mente y aclararme los sentidos. Tanto, que ahora lo que siento es una mala hostia que me llevaría incluso a atacar a lo kamikace al hijo de puta del monje cadáver. De improvisto, me lanzo hacia Gabriel y le pego un empujón con todas mis fuerzas (poco efectivo, debido a la diferencia de tamaño). Ni corta ni perezosa, le asesto unos cuantos puñetazos que imagino que le sientan como caricias. Tras eso, me alejo unos cuantos metros de él, no vaya a tomar represalias. La próxima vez que quiera ayudarme, se pensará dos veces el método.
- Está bien, tenéis razón - concluyo alzando la voz y mirando a todos los presentes, excepto a Gabriel. No quería ni mirarle, después de mi apoteósica respuesta. - Si no nos ponemos enserio con esto no vamos a llegar a ningún lado. ¿Qué tenemos hasta ahora?
"Los mecheros. Los mecheros, sí, ¿dónde lo dejé...?"
Saco el mechero del bolsillo de mi pantalón y lo enciendo. Seguro que están pensando que soy una puñetera histérica, pero si me conociesen sabrían que no es así. Suelo ser una persona muy tranquila y racional, pero... pero... hay tanta oscuridad.
Al encender el mechero, con la tenue luz que proyecta, me acerco a un cuadro que hay delante de mí, animada al comprobar que de momento seguimos vivos. Me lo quedo mirando como si estuviese buscando algo en concreto. Lo señalo y me giro hacia Abie, que está encargándose de organizarnos a todos. Y menos mal que lo hace. Yo ahora mismo no paro de temblar y de sentir una fuerte angustia aferrada en mí. Suerte que no hay nadie que me pegue un bofetón, porque con el bofetón que le devolvería yo nos iríamos espavilando todos...
- Te lo juro por lo que más quiero, Abie, éste tipo del cuadro me miró directamente y se quedó mirándome fijamente hasta que la luz desapareció por completo. No fue un efecto óptico, porque tenía la mirada perdida hacia el frente y movió los ojos, los movió y me clavó su mirada apenas unos segundos antes de que se fuera la luz -lo vuelvo a mirar. Es el retrato de un hombre de aspecto serio y refinado, con labios finos y perilla. Se nuevo, luego llevo la mirada a Abie- Será mejor marcharnos...
Me acerco al umbral de la habitación, esperando a que alguien se ponga en cabeza. La luz del mechero parece una broma, pues miro a cada lado del pasillo y da la sensación que en cualquier momento algo vaya a salir hacia la luz que proyecto para llevarme a la muerte.
"Hay gente que merece la muerte más que nosotros, al menos no ésta muerte tan sádica y retorcida. Mi ex-marido, por ejemplo, tendría que estar ardiendo en el infierno. Y el único calor excesivo que encuentra a su paso es el de su mansión en alguna isla de Australia o el Caribe. ¿Por qué los malvados ríen y el resto sufrimos?"
Hablan de ir juntos y no separarnos. Les miro con cara de pensar "No se me ocurriría hacerlo" y más con tanta negrura a mi alrededor.
- ¿Ir de la mano o en grupos de dos? Si empezamos a hacer grupos seguro que algo sucede para ir separándonos hasta que quedemos dos absolutamente aislados. Si vamos todos juntos, quizás lo tenga más difícil para hacerlo. Tanto me da, pero quiero ir bien cerca de la luz... Aunque... ¿hacia dónde? Si hay que buscar cuerpos quizás estén en lo alto de la torre uno y el otro en las mazmorras.
Estaba claro que realmente estaba asustada. Todos, quién más, quién menos, está asustado. Intentaré serenarme, pero sospecho que va a ser una tarea difícil.
Le pasó la cámara a Nick y se colocó en el centro del grupo puesto que ella llevaba la linterna y era lo que daba más luz, llevando consigo a su compañera de cuarto. Asintió en dirección a Irina cuando comentó lo del cuadro, estaba claro que Abie se creía cualquier cosa y probablemente eso era parte del juego, asustarles más a la vez que les transmitían un mensaje: os estamos vigilando. Sería imposible dar un paso por el castillo sin que lo supieran.
- Dudo que una espada le haga nada, no deja de estar muerto. No creo que podamos matarlo - siguió pensando. Claro, seguro que había rituales que seguir pero no traía sus libros ni tenía tiempo para llamar al profesor, esas eran cosas que se solían planificar desde la tranquilidad de un despacho -. Creo que tenemos que lograr lo que dijo Gawain si queremos salir de esta - Es genial eso de conocer a un fantasma y que ya esté mangoneándote y dando órdenes, peor que si estuviera vivo -. Creo que Irina tiene razón, según nos ha contado, él murió en la mazmorra. Es difícil que siga ahí pero ahora mismo es lo único que tenemos y está claro que tenemos que salir de aquí.
Me vuelvo y cojo la cámara de Abie.-No te alejes.-Le digo a Crono. No quiero que le pase nada al chico. Hasta ahora es el que más humanidad me ha demostrado y con el que más he congeniado.
-De acuerdo entonces, movámonos. Creo que ya estamos todos listos.-La estacia me pone los pelos de punta. Primero lo de la cena, luego el asesinato de Jess, la luz y ahora lo del tipo del cuadro. No podemos seguir aquí.-Esta estancia no nos ha ofrecido nada bueno hasta el momento. Intentaré gritaros si veo al monje. Vas primera, Abie, yo me centraré en vigilar la retaguardia sobre todo, aunque también miraré de vez en cuando hacia delante.
-Por cierto, el cuerpo ha tenido que estar escondido durante mucho tiempo. Las mazmorras parecen el sitio más lógico para tenerlo tanto tiempo, lejos de las miradas de curiosos.-Digo, apoyando a Irina y Abie.-Tu primera Abie, ve con cuidado.
Me coloco detrás de Abie e Irina, inspeccionando los alrededores con la cámara de Abie, atento a cualquier cosa rara. Se me da bien observar y me fijo mucho en los detalles, creo que ha sido buena idea que tenga yo la cámara.