Partida Rol por web

El Coliseo de los Héroes

Sala del Descanso

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30/10/2014, 01:09
Clevor de Cormyr

Clevor se había relajado, dejando que las sacerdotizas restañasen sus heridas, que el ritual sea un bálsamo tambien para su espíritu. Pero sobre todo, lograr despejar su cabeza de los demonios que la acosaban. Luego de aquella vez que tan bien recordaba, donde la unidad de reclutas aspirantes a Dragones Púrupuras habia perecido casi completamente, esta era la primera vez en que salía de un combate con lo justo, dejando detrás cadáveres de amigos y compañeros. Recordaba todavía la misión: era un simple reconocimiento en territorios fronterizos, buscando alguna posible avanzadilla de Sembia. La emboscada fue letal, y el único veterano que los lideraba dio su vida para que Clevor y Morth pudiesen escapar. Poco tiempo despues fue galardonado como con la insignia que tan orgullosamente llevaba. Pero la verdad es que esas heridas no habían sanado.
Ahora habían dejado atrás a tres compañeros apenas conocidos, tres personas un tanto extañas pero que habian sangrado con ellos hasta perecer. Las imágenes de la sala carmesí se habían mezclado en su mente con las del sacrificio inútil de sus amigos de la adolescencia.

El descanso y el tratamiento dado le habían venido bien, pero aún se sentía dolido por dentro. La furia y la impotencia consigo mismo le estaban haciendo mella, y no se sentía con ánimos para hablar con nadie, menos con ese tiflin descarado.

Tras lo sucedido en la Sala Carmesí, creo saber la respuesta, pero sois vosotros quién tenéis que darla.

Escuchad al enano, nos retiramos. Expresó parcamente, como si cada palabra fuese arrancada con fuerza de su boca. Tomó su parte del oro y se dispuso a buscar la salida de aquél lugar, sin mirar hacia atrás.

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30/10/2014, 13:45
Director

Con la decisión final de Travok y Clevor, el diezmado grupo de aventureros concluía sus andanzas en este extraño lugar. Se quedaban con un sabor amargo, pero con algo de dinero y una batalla más que contar en los salones del Gremio...

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26/11/2014, 15:45
Loken

Una suave y cálida luz os despierta. Os encontráis de nuevo en la sala del descanso, donde la elfa Mairé y sus gracias terminan de atender vuestras heridas. En el centro de la sala han puesto una mesa con comida y bebida para que recuperéis las fuerzas.

Loken también se encuentra presente en la sala, suspira aliviado al ver que estáis todos vivos - Viento Rúnico. No puedo decir que me alegre de vuestra derrota, había apostado con Tom-Tom a que llegaríais a la tercera sala, pero al menos conserváis la vida. No todos pueden decir lo mismo... - comenta el tiflin algo apenado, haciendo alusión a vuestros compañeros del gremio que habían caído en su primera prueba - Decidisteis arriesgar y seguir adelante, y ahora me temo que debéis marcharos con lo puesto. He de decir que ha sido un placer teneros en nuestra arena de combate. Disteis un buen espectáculo hasta el final y el público ha quedado satisfecho. Tan solo resta desearos buena suerte y que el viento sople a vuestro favor - Loken inclina levemente la cabeza en señal de respeto y se va de la habitación, dejando la puerta abierta para que vayáis saliendo conforme os encontréis con fuerzas y pongáis rumbo de vuelta a casa, al Gremio de la Espada y la Vara.

Notas de juego

Puesto que todos fuisteis derrotados, y siguiendo las Reglas del Coliseo, perdéis el botín en metálico que llevabais acumulado (25po) pero mantenéis los PX.

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26/11/2014, 16:55
Keldron Forjarrunas

El enano se levantó de su camilla y fue a comprobar el estado de sus camaradas, aquellos que había visto desparecer sin la certeza de que siguieran vivos. Sentía las bajas sufridas como un fracaso personal y tenía una responsabilidad con el grupo. Uno a uno fue saludando y felicitando el esfuerzo que habían realizado. Aunque no lo reconoció parecía lamentar lo ocurrido.

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26/11/2014, 17:50
Zanros Runabrillante

Me desperté sobresaltado y al abrir los ojos me volví a encontrar en la sala de descanso, donde estaba siendo atendido nuevamente por Mairé y sus Gracias - ¿que ha pasado? ¿otra vez aquí y sin darme cuenta?.... - de repente, Loken entró a la estancia y comenzó a hablar.

Tras escuchar solamente bla, bla, blabla, bla, blablabla..... me incorporé con todo el cuerpo dolorido y miré a todos los compañeros que habían conseguido llegar a la sala en mejor o peor estado, más bien en peor estado que mejor, pero bueno, por lo menos estábamos prácticamente todos allí. Keldron se acercó - Gracias por todo hermano Keldron. No olvidaré lo que has hecho por mi en el campo de batalla, lo que siento es que solamente sirviera para encontrarnos aquí unos asaltos más tarde y no pudieramos acabar con todos los guardias y el campeón que se enfrascaron con nosotros - le comenté y comprobé como en su mirada había una chispa de culpabilidad y fracaso - No te sientas responsable, todos vinimos aquí por nuestra propia voluntad y lo hiciste todo bien, eres un fabuloso estratega y no hay nada de lo que arrepentirse... es más, si Loken me lo permite, yo voy a estar aquí un buen rato más siendo atendido por las maravillosas Gracias y Marié - le comenté al enano para que no se sintiera mal.

Tras eso, me volví a tumbar - ¡¡aaayyy!! ¡que malito estoy...! - comenté señalando varias partes de mi lindo cuerpo para que fueran atendidas mis heridas con el cariño y la dulzura dignas de Marié y sus Gracias.

 ¿me pueden tratar así las gracias y Marié? jejejejejee