Partida Rol por web

Al entrar me quedé bastante sorprendida, no era para nada lo que me esperaba, pues esperaba ver a un bandido jefe o algo así sentado en un sillón rodeado de su séquito, algo parecido a lo que había leído en mis libros, sin embargo, allí no tenía claro quien era el líder ni nada, parecían estar todos en una fiesta o algo así, y la verdad es que se contagiaba, quizás no fuesen malas personas después de todo.

- Guau, que bien os lo montáis ¿no?, pues yo no diré que no a una cerveza.

Digo sonriente esperando que mis compañeros no se molestasen por ello.

Me sorprendió el interior del lugar, aunque no mucho ya que mas grande había sido la sorpresa de ver el lugar en el que vivían. Seguí a Morrig y con un leve gesto dejé claro que no quería bebida y además cuando Khya acepto el ofrecimiento recibió una dura mirada por mi parte seguida de un suspiro.

-¿Donde está vuestro jefe? Si tenemos que hablar con el preferiría hacerlo rápido y continuar nuestro viaje.

Aún seguía manteniendo esa actitud de recelo frente a esta gente y no me molestaba lo mas mínimo en disimularla, todo debido al fuerte sentido de la justicia y el deber que tenía y que esta gente rompía de todas las formas posibles. Aunque ya no tenía una mano encima de la espada como hasta ahora así que parecía estar un poco mas relajado, tal vez por el ambiente de fiesta.

El hombre de la barra le sirvió la cerveza a Khya como había pedido. Tras eso se puso frente a Jacklin. El hombre era canoso con una cicatriz en la cara.
-¿Qué es lo que tenéis que hablar conmigo?
-Jefe, estos tipos se han enfrentado a solas con 4 de esos bandidos.- dijo Morrig con una sonrisa. El jefe parecía sorprendido al mismo tiempo que alegre.
-¡Pues si que tenemos que hablar. Soy Furr, el lider de estos perros.

Entre en el lugar aun ligeramente temerosa por lo que podríamos encontrarnos dentro, pero lo que vi me sorprendió gratamente. Aquello no era como un campamento de bandidos, era mas parecido a una cantina de aldea o a una posada. El lugar casi había conseguido hacerme olvidar la razón de estar allí.

Mis ojos se habían desviado hacia la gente que estaba tocando, casi como si rogaran por poder ir a acompañarles. Pero no, eso no era una opción. Camine junto amis compañeros para ver al supuesto jefe. Mi sorpresa fue aun mas mayúscula cuando el tipo que había servido la bebida a Khya se presentaba a si mismo como el jefe.

Mi mirada dejo de observar a quienes propagaban la música por el lugar para mirar directamente Furr, que era el nombre con el que se había presentado.- No parecéis unos bandidos “normales”.- Comente mientras le miraba al hombre.- Supongo que usted podrá aclararnos…- Dude durante un momento que decir. ¿Por qué nos habían traido allí? ¿Eran realmente bandidos? ¿Por qué estaban tan bien asentados en aquel lugar? ¿ Cual era el motivo de que quieran hablar con nosotros?.-… todo esto.- Dije refiriéndome a todas las cuestiones que se apilaban en mi cabeza.

Observé como el Morrig explicaba la situación a su jefe el cual parecía encantado con nuestra presencia.

-No le deis tanta importancia a ese combate, lo único que se mostró en el fue mi clara debilidad y falta de experiencia en combate real.

Aún seguía culpándome de que acabáramos tan mal tras esa pelea y es que era un duro golpe verme tan superado tras el largo tiempo de entrenamientos constantes a los que me había sometido. Y solo podía pensar en que necesitaba mas entrenamiento o mejor aún alguien que me enseñara como pelear mejor para poder defender a los que viajaban conmigo y los que depositaban su confianza en mi.

-Pero que falta de educación por mi parte, ni siquiera me he presentado de la debida manera, que seáis bandidos no os exime de que os traté con cierta cortesía. Me llamo Jacklin Grayheart Teareus, aspirante a caballero andante, los que me acompañan se llaman Cranberry, la joven que acaba de hablar, Ed, el cazador que se ha mantenido en silencio y Khya la chica que sin dudarlo a aceptado alcohol de extraños.

Toda esa cabaña parecía más una taberna que una guarida de bandidos... pero ahí estábamos, los 4 aventureros en frente del que se había presentado como el jefe de esos bandidos.

Hice un pequeño gesto de negación a la vez que alzaba la mano ante su ofrecimiento de una bebida… por muy amables que parezcan, aún no sabíamos nada acerca de sus intenciones para con nosotros y cualquier precaución era poca.

Cuando Cran y Jacklin hablaron, no pude hacer otra cosa que esperar la respuesta de Furr sin intervenir… ya estaba todo dicho y él era el único que podía aclarar la situación.

A pesar de la explicación que pedía Cranberry, el jefe se quedó mirando a Jacklin y escuchando como presentaba a todos.
-Supongo que tú eres el lider... Acompáñame. Quiero hablar contigo a solas.
Furr salió de la barra y se dirigió hacia una puerta. Jacklin, sin más remedio, acabó siguiendole mientras el resto se quedó con Morrig.
Una vez en la nueva sala, Jacklin pudo ver lo distinta que era. Estaba más ordenada, con un escritorio y varias sillas, además de un mapa de lo que parecía la isla, colgado en la pared. Furr se sentó detrás del escritorio y ofreció asiento a Jacklin. Tras eso comenzó a explicar todo.
-No hace falta que estés tan tenso. Nosotros no somos como esos impostores.
Verás, nuestro gremio, a pesar de llamarse de bandidos, normalmente solo nos encargamos de encargos. De vez en cuando cazamos los animales peligrosos de la isla o atracamos a alguien por encargo. Y sí, alguna vez lo hacemos por nuestra cuenta, pero solo a quien de verdad se lo merece. Pero nunca matamos o herimos de gravedad a la gente... a diferencia de esos impostores. -Furr hizo una pequeña pausa para que asimilara toda la información.- Los malnacidos toman nuestro nombre para hacer sus maldades y nosotros no podemos hacer nada. Están compinchados con el alcalde y al menor gesto de hacerles algo, tendremos la guardia de la ciudad aquí. Pero ahí es donde entráis vosotros. Podéis libraros de ellos al no formar parte de nuestra banda.
Y está claro que os pagaremos como podamos. - Furr se detuvo, esperando por si Jacklin tenía alguna pregunta o había decidido que hacer.

Sin mucha mas opción seguí al líder hasta una sala que al verla supuse que sería su despacho si es que los bandidos tenían algo así. En silencio y desde el asiento que me ofreció escuche todo lo que tenía que contarme ciertamente relajándome un poco al escucharle explicar sobre como funcionaba su grupo.

-Ya veo, entiendo vuestro problema y estaría dispuesto a ayudar pero no creéis que si acabamos con ellos el alcalde sospecharía que algo habéis tenido que ver. Es decir el tendría que saber con certeza que fuimos nosotros en concreto y aun así podría tener sospechas sobre que lo hicimos bajo órdenes vuestras. Si a pesar de eso queréis seguir con el plan, yo acepto, también quiero ayudar a los viajeros y gente que vive aquí por lo que acabar con ellos no me importa pero con dos condiciones primera que curaréis nuestras heridas ahora y tras el combate y segundo quiero un escudo, ¿donde se ha visto a un caballero sin escudo? Desde luego a cambio de esas dos condiciones la recompensa monetaria se vera disminuida no os preocupéis.

Había estado en mas de una reunión con mi padre de negocios por lo que sabía actuar en mas o menos en esta situación, además estaba sacando a relucir mis modales como noble los cuales normalmente no usaba tanto ya que prefería ser mas natural.

-No creo que lleguen a pensarlo. Después de todo, no parecéis ser de por aquí. Además, diría que es la mejor opción. Y no os preocupéis, aceptarais o no, os ibamos a dejar pasar la noche aquí.- Furr entonces se inclinó hacia Jacklin en su silla y le tendió el brazo.- El escudo será el adelanto al pago y el resto después del trabajo. ¿Tenemos trato?

-Como quieras -acepto su apretón de manos- Trato hecho.

Ahora que teníamos una recompensa por una tarea que pretendía hacer igualmente me empecé a preocupar sobre como afrontar un próximo combate, con un escudo podía combatir mucho mejor y ganar prácticamente cualquier enfrentamiento de 1vs1 contra rivales como los que había enfrentado hasta ahora pero el problema sería luchar y proteger a Khya y Cran a la vez puede que la mejor opción sería dejarlas fuera de la pelea y encargarnos Ed y yo a solas pero eso no solucionaría el problema solo lo pospondría teníamos que hacer algo para que pudieran tener alguna posibilidad en un combate real.

-Ahora debo hablar con mis compañeros sobre el trabajo.

Y así, Jacklin y Furr cerraron el trato y volvieron con el resto. Hasta el momento había sido una gran aventura conociendo amigos y enemigos, naufragando en medio de una tormenta y batallando en mitad del bosque. Pero todo eso no era más que el inicio de su viaje...