Partida Rol por web

La chica se levanto y con un suave golpe mio en la espalda le ordene que empezara a caminar mientras agarraba la cuerda que la ataba.

- No, no voy a entregarsela al alcalde Morrig. Tengo otra idea en mente pero mejor que no sepáis nada de ella cuando menos os relacionéis con esto mejor para vosotros.

Entonces vi de reojo como Khya salía del despacho y la mire con una sonrisa.

- ¿Quieres acompañarme verdad? De acuerdo, solo porque eres tu pero hay un momento en el que si debes dejarme solo ¿de acuerdo?

- Bueeeeeeeeeeeeeno si no hay más remedio, vale - ya veré que hago después- te sigo, vamos, tú dirás hacia donde vamos.

En principio pensaba hacerle caso, si tenía que hacer algo por su cuenta, pues que lo hiciese, pero si veía que su vida podía correr peligro entonces ya se vería.

Miro hacia atrás.

- Adiós Morrig, tú dejanoslo a nosotros, que visto lo visto ni vuestros asuntos podéis arreglar - resoplo.

No tenia muy claro si nos merecíamos la recompensa, pero sin duda nos vendría bien el dinero, por lo que cogí la bolsa y la guardé en el bolsillo.

- Deberíamos juntarnos y hablar sobre nuestro próximo movimiento - comenté mientras me levantaba de la silla y me dirigía hacía la salida para ir a reunirme con Jacklin y Khya.

No podíamos quedarnos y ahogar nuestras penas, si habíamos elegido tomar ese camino deberíamos ponernos en movimiento lo antes posible e ir al continente... quizás podríamos seguir la pista de las mujeres secuestradas.

Asentí con una sonrisa tratando de que inspirara tranquilidad antes de girarme y volver a empujar a nuestra rehén en dirección a la puerta.

- De acuerdo, pues nos vamos al pueblo en el que vive ese alcalde de poca monta y mayor centro urbano de esta isla... -espero que esto salga bien o estaré en un buen aprieto- Que por cierto no tengo ni la mas remota idea de por donde es... ¿Morrig nos puedes dar indicaciones? Con eso debería bastarnos.

Mire durante un momento la bolsa con monedas antes de que Ed la cogiera. Sabía bien que las palabras con respecto a Jacklin que había dicho Furr eran ciertas, probablemente fuera a cometer una gran tontería.

Asentí levemente ante la frase de Ed y me levante para acompañarlo. Justo antes de salir mire hacia atrás hacia Furr.-Yo… lo siento.- Fue mi único comentario antes de salir. No explique exactamente a que se debía pero mi rostro bien podía haberlo aclarado.  No era una disculpa, sino más bien un pésame.

De toda aquella historia lo que más había impactado era el hecho de que Furr había criado a aquella chica como a su hija y… Por muy mala persona que fuera alguien nunca había visto a un padre desear la muerte de su hija. Probablemente todo aquello le doliese bastante más que todo el asunto de los grupos de bandido

Tanto Jacklin como Khya se marcharon llevando a la bandida en dirección al pueblo. Al salir Cranberry y Ed del despacho, ya era demasiado tarde, pues se habían marchado sin decir nada. Jacklin y Khya siguieron el camino hasta llegar a lo que parecía la entrada del pueblo con la mujer atada. A lo lejos, pudieron ver un par de guardias vigilando la entrada, posiblemente para evitar la entrada a los bandidos. Ya llegaba el momento de que Jacklin decidiera que hacer con la bandida.

Respire hondo al llegar al pueblo, me solté el escudo y el cinturón con la espada para dárselos a Khya.

- Toma, no quiero ir armado -entonces hice un gesto de ir a agarrar mi chaqueta pero en lugar de eso agarre el aire... me había olvidado volver a por ella al salir de la fortaleza de los bandidos- Khya, te voy a ser sincera... no se que va a pasar una vez yo haga lo que tengo pensado así que no tengo la certeza de volver a salir del pueblo por mi propio pie... pero pase lo que pase quiero que no te metas en caso de que me culpen a mi por la destrucción del campamento bandido y me encarcelen o maten, incluso si no es así, incluso si siguen queriendo acabar con la banda de Furr, pase lo que pase vas a abandonar esta isla y continuar persiguiendo tu sueño. Al fin y al cabo en algún momento tiene que llegarme la hora, sobretodo por toda la sangre que he derramado, yo no soy mejor que cualquier bandido la única diferencia es que yo eligo a quien mato por el bien común pero sigo siendo igual de cruel y asesino que ellos por eso quiero que no sigas ni trates de rescatarme, lo que tenga que ser será -y nuevamente sin esperar respuesta le di un beso en la frente y me marche en dirección a la puerta del pueblo

Me quedo allí quieta, las palabras de Jacklin... no me las esperaba. Lo conozco desde hace tanto que siempre lo veo como al pequeño que me enseñó su biblioteca y no me doy cuenta de lo mucho que está madurando. Sus palabras causan un gran efecto en mí, siento que se está despidiendo, que si le pasa algo no volveré a verlo y algo me recorre por dentro. Así que echo a correr y le cojo del brazo, tiro hacia mí y le doy un fuerte abrazo apretándole contra mí.

- Eres un idiota Jacklin - digo mientras mantengo mis ojos fuertemente cerrados - pero te haré caso, ojalá no tengas que sacrificarte ni por mí, ni por nadie. Pero te esperaré, aquí, hasta que no pueda esperar más si todo sale mal. Por favor, haz que todo salga bien y vuelve con nosotros ¿vale?

Suspiro aguantando las ganas de llorar que me ha provocado.

Tras aquella leve despedida de Khya y Jacklin, éste se alejó de ella para acercarse a los guardias junto con su cautiva. Y en el momento en el que los guardias lo vieron, se llevaron las manos a las espadas, de forma amenazante, sin llegar a desenvainarlas. Khya pudo verlo desde lejos, a pesar de que no llegaba a escuchar de lo que hablaban.

-¡Alto! ¿Quién eres y por qué llevas a esa mujer atada?- Los guardias se miraron entre ellos, de forma algo tensa.- ¡Suéltala de inmediato!

Abracé con uno de mis brazos a Khya sorprendido por su reacción pero a la vez feliz antes de en silencio girarme y continuar andando. Al llegar a los guardias como podía ser natural estos se pusieron tensos por la situación, no les culpo es totalmente normal, alcé mi mano libre para indicarles que se calmaran.

- Seguro que ambos habéis oído que mujeres han ido desapareciendo por toda la isla ¿cierto? Bueno, pues como supongo que también sabréis en esta isla hay dos grupos de bandidos y uno de ellos estaba liderado por esta mujer. Yo tan solo soy un viajero que busca llegar al continente pero en mi viaje conocí a una familia con serios problemas debido a la banda de esta mujer y a la guerra, no podía dejarles así que prometí que me encargaría de esa banda que tanto temor causaba y así lo hice, acabe con varios de ellos, capturé a su líder y finalmente al saber por boca de esta misma mujer que todas las mujeres secuestradas habían sido mandadas al continente quemé su base... Seguro que visteis el humo... De hecho puede que esto último ya lo supierais. De todas formas vengo a entregar a esta mujer para que pague por sus crímenes, como prueba de buena fe he venido desarmado.

Me mantengo al margen tal y como me ha pedido Jacklin, pero observo la escena desde allí, no sé si podre cumplir mi palabra si deciden hacerle algo...

De pronto uno de los soldados desenfundó su espada y saltó encima de Jacklin, tirándolo al suelo y poniéndose sobre él para que no pudiera moverse. Mientras, el otro fue hablando mientras se acercaba a la chica y comenzaba a desatarla.

-Buen intento. Anunciaron la desaparición de esta mujer hace días. Sospechábamos que los bandidos del colmillo blanco la habían raptado y ahora uno de ellos viene para tratar de encubrirse.- El guardia soltó una pequeña risa sarcástica.- Teníamos infiltrado un soldado entre sus filas y parece que fue apuñalado por la espalda. Encontramos su cuerpo entre los restos del incendio. ¿Lo habéis matado y quemado todo porque os había descubierto, escoria? ¿Y ahora tratas de culpar a una de las víctimas? No sois más que escoria.

La mujer acabó libre de las ataduras e inmediatamente cayó al suelo, sobre sus rodillas, como si se tratara de una dama en apuros. Con la voz entrecortada y pareciendo que iba a llorar en cualquier momento, se agarró a la pierna del guardia con poca fuerza.

-Gr...gracias... Gracias... Él quería.... quería...- La mujer hundió su rostro en la pierna del guardia, tapando su rostro y posiblemente su falta de lágrimas para poder seguir con su acto.- Es... es como ha dicho...

Parecía que Jacklin no había podido prever aquello, pues parecía que el alcalde ya había sido informado de lo sucedido. Y, debido a su posición, controlaba a la guardia de la ciudad. Con simples mentiras y manipulación no creerían en su palabra en ningún momento. Entonces pudo ver como el guardia hacía un gesto hacia las puertas, de donde salieron otros dos guardias con las espadas en la mano.

-Ríndete sin ofrecer resistencia y enfréntate a tu juicio. O te ejecutaremos aquí mismo.

No intente ni por un instante intente defenderme en absoluto y deje que los guardias hicieran lo que ellos creían correcto.

- ¿Colmillo Blanco? ¿Quienes son esos? ¿La banda de Furr dices? Los conozco, son buena gente... dan unas fiestas tremendas deberías pasarte un día, incluso me salvaron la vida cuando me asaltaron los hombres de esta mujer para robarme -en ningún momento me altere ni perdí la esperanza ya que no esperaba en ningún momento que los guardias me creyeran ellos no eran mi objetivo- ¿Apuñalado por la espalda? ¿Era alguien como muy grande y muy fuerte? Que vigilaba la puerta del despacho del jefe... o sea de ella -hice un gesto con la cabeza hacía la mujer- Porque los dos bandidos que custodiaban esa puerta fueron los únicos que mate dentro de la base, a uno le atravesé de lado a lado con mi espada y al otro le corte un brazo. Pero a parte de esos dos ni idea... -luego de eso la mujer siguió actuando como tan bien hacía y tras un gesto de uno de los guardias vinieron mas hombres- ¿Resistirme? Ya te lo he dicho he venido desarmado no pienso hacer nada en vuestra contra o en contra de nadie del pueblo... Yo nunca haría daño a alguien inocente. De hecho ahora que lo pienso... pensáis que soy un miembro de los colmillos blancos pero hay alguien que podría aseguraros que no lo soy y que os confirmaría mi buena voluntad ¿alguno de vosotros conoce a una granjera llamada Railey? -para estar tirado en el suelo, luchando por decir cada palabra y no quedarme sin aliento parecía bastante tranquilo e incluso trataba de mantener una conversación amistosa

-No te preocupes por hablar. Ya nos contarás todo cuando te interroguemos.- dijo el guardia que tenía Jacklin encima mientras lo levantaba. -Seguro que esa tal "Railey" vendrá a ayudarte.

Tras aquellas palabras y a pesar de la calma de Jacklin, los guardias acabaron apresándole mientras Khya podía observar desde lejos. Tres de los guardias se lo llevaron mientras que el cuarto ayudaba a la mujer a levantarse. Y entonces Khya pudo jurar que en aquel instante vio como la mujer giró su rostro hacia ella y sonrió antes de seguir con su acto ante el guardia.

Ed y yo no habíamos avanzado mucho desde la conversación con Fur cuando me detuve en el camino antes de decir su nombre.- Ed…- Mis brazos estaban caídos, con las manos cerradas en puño. Cuando el joven cazador se volteó para prestarme atención mi voz se pronunció con ciertas dudas, como si hubiera pensado lo que iba a hacer durante un buen rato sin llegar a encontrar las palabras.- Yo… no puedo.- Dije sin explicar a que me refería.

No tarde mucho en volver a hablar.- No me gustan las peleas ni la violencia… me gusta evitarlas tanto como es posible y…- Durante un momento dude antes de volver a hablar.- No creo que eso sea posible por el camino que va a tomar el grupo.- Agite la cabeza negativamente. Me dolía que fuera así, pero durante aquel último día había tenido pensamientos que hubiera tenido no tener jamás.

Aun recordaba al bandido de la puerta del jefe con el brazo seccionado desangrándose en el suelo. Ni en mis peores pesadillas habría imaginado no solo presenciar, si no ser partícipe de un acto como aquel. Lo que más temía es que aquellos actos se convirtieran algo “normal” a vista de mis propios ojos.

Di un breve suspiro.- Yo no estoy hecha para estas cosas. No creo que pueda seguir vuestro… ritmo.- Durante un momento dude de que palabra usar.- Lo he pasado genial con vosotros pero… creo que lo mejor sería tomar caminos diferentes.-Termine de decirlo mientras mi mano derecha se elevaba para coger el antebrazo izquierdo.

-¿Se lo podrás decir al resto? No soy buena con las despedidas, la verdad…- Finalice. Sabía que no era el mejor momento para aquella despedida, pero temía que si continuaba, más adelante no pudiera echarme atrás.

Te entiendo…

Yo también…

Pero no exterioricé esos pensamientos… aunque tenía ganas de hacer lo mismo, una parte de mi quería dejarlo todo de lado y seguir adelante, empezar de cero en el nuevo continente tal y como habíamos dicho que haríamos, buscando fortuna y aventuras, el conocimiento y cosas aún por descubrir. Pero la otra parte había visto demasiado, las injusticias que se cometían contra la gente inocente y bondadosa como Railey y su familia, quizás Furr también era así y se vio atrapado en esta espiral, intentando combatirla, pero cada vez era peor… puede que nosotros acabemos igual y por ese motivo no podía culpar a Cran por su decisión.

Quería decirle tantas cosas… desearle suerte en su viaje, darle algo para que se acordase de nosotros, pedirle que tocase una última vez… pero yo tampoco era muy bueno con las despedidas – Dalo por echo – respondí a su petición, con los ojos ligeramente vidriosos.

- Tómalo, te vendrá mejor a ti – dije al mismo tiempo que le lanzaba el pequeño saco de monedas que les había dado Furr como recompensa – persigue tus sueños Cran y no cambies nunca – finalicé mientras me daba la vuelta y alzaba la mano como despedida para seguir con mi camino y encontrarme con Jacklin y Khya. – Nos vemos por el nuevo continente!