Partida Rol por web

El corazón de África

1.- Cambio de aires, la llegada

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20/05/2016, 13:38
Master

Hace días que dejaste Inglaterra atrás, así como el pasado. En esta época no es extraño que una mujer tenga que soportar los engaños de su marido. Pero no podías con ello, te había hecho daño de verdad. De algún modo te sentías incapaz de simular la normalidad y hacer como que nada ocurría. Y más teniéndolo en el mismo lugar en el que trabajabas.

Tu amiga te dio una idea, una oportunidad. Aquella campaña de vacunación en áfrica. Era una aventura descabellada, tu familia te dijo que estabas loca. Pero no te tembló la mano al firmar aquellos documentos. Trish te hizo prometer que le escribirías, al igual que tus padres. Así que cuando supieses la dirección tendrías que mandarles unas cartas para tranquilizarlos a todos.

Atrás quedó el Canal de Suez. El viaje se estaba haciendo largo. Ya una semana de camino y la temperatura era cada vez más cálida. A bordo del Almazora, un barco de considerable envergadura, que fue usado durante la gran guerra y ahora sería como barco de pasajero y de transporte de inmigrantes.

Durante el trayecto has entablado amistad con Samantha, una rica viuda que se dirige a Sudáfrica. empatizó contigo bastante. Pero si todo va según lo previsto ya mañana llegáis al puerto de Mombasa, Kenia. Donde te espera Paige Williams, tu contacto, que te recibiría y te explicaría tu labor para los próximos meses.

En cubierta, disfrutas de la puesta de sol sobre la lejana costa africana, el viento es agradable. Has quedado dentro de unos minutos en el restaurante con Samantha para cenar.. Es tu última noche a bordo del Almazora.

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21/05/2016, 18:06
Beth Grey

Nostalgia.. Sí, creo que es eso lo que siento. Aún no he llegado, y empiezo a extrañar la húmeda y nublada Inglaterra.

Dicen que cuando se está lejos de casa es cuando verdaderamente se aprecia lo que hemos dejado atrás. En mi caso, no he quemado mi puente de retorno, pero sin duda necesitaba enfrentarme a este reto.

Estoy tan poco acostumbrada a este calor que me resulta altamente sofocante. No quiero ni pensar cuando esté ya en mi destino, y deba pasar los días y las noches en esta cálida temperatura..

Arrojé por la borda el cigarrillo que estaba fumando mientras contemplaba la puesta de sol, que siempre es un espectáculo que me gusta ver, y me dí la vuelta. Ahora que el sol se había escondido me sentí triste repentinamente, como si parte de mi ánimo dependiese de la presencia del astro rey.

No sabía dónde me estaba metiendo. África. Sonaba tan misterioso y tan aventurero, pero a la vez tan preocupante..

Con un suspiro, tratando de alejar los pensamientos funestos, me dirigí al restaurante del Almanzora. Samantha fue una agradable compañía durante el viaje, y sin duda la echaría mucho de menos. Trabar amistad con alguien cuando viajas sola siempre es un alivio, pero en mi caso fue más que eso, ya que Samantha me reconcilió conmigo misma en gran medida.

Aún seguía dolida y humillada por mi abandono. No había tenido que contárselo a nadie, puesto que todos en mi entorno conocían la historia, me compadecían, y me hacían sentir aún peor. El tener que abrirme a ella, una desconocida por aquel entonces, me hizo ver las cosas desde una perspectiva más frívola, más distante. Me hizo ver que no tenía por qué sentirme mal por lo ocurrido. Si James se había ido con otra.. él se lo perdía. Ni más, ni menos. Mi vida no se acababa con él.

Yo eso lo sabía, pero aún me costaba aceptarlo. Gracias a Samantha, el viaje hacia África fue un gran comienzo de cura de cicatrices. Eso se lo agradeceré siempre.

 

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22/05/2016, 14:42
Samantha

Tu mente era un batiburrillo de sentimientos estos días. Aunque el dolor había reducido su intensidad, no se podía decir que estuviese bien del todo. Suponía un gran cambio en tu vida, y algunos de los pilares importantes de habían desmoronado. Con el tiempo habría que reconstruir.

Las voces amigas eran siempre bienvenidas, como la de Samantha. En este mundo no ausencia de machismo algunas mujeres se apoyaban entre ellas pues era el único consuelo que lograrían encontrar.

Acudiste al restaurante, en un barco no hace falta reservar las mesas, cada uno sabe cual es la que ocupa de normal. En una esquina de una de ellas te solías sentar. En frente tu nueva amiga a vuestro lado una pareja mayor.

Ocupaste tu sitio y al cabo de pocos minutos llegó Samantha. Con su aire que no dejaba de tener cierta elegancia. Te dedicó una sonrisa y se sentó a la mesa - ¿Qué tal? ¿Con ganas de poner los pies en tierra firme? Deberías de sentirte aliviada de abandonar este barco de hojalata – Termina con cierta ironía.

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24/05/2016, 20:24
Beth Grey

Le hice un gesto a Samantha cuando entró al restaurante.

El camarero  había venido a atenderme, pero hasta llegar mi amiga no quise pedir. Bebía un vaso de vino a pequeños sorbos, haciendo tiempo y observando a los demás pasajeros.

Las señoras y los caballeros ricachones haciendo alarde de su dinero.. La gente más pobre que fingía tenerlo.. Todo me resultaba bastante triste. Compartíamos destino, y no podía ni imaginarme a qué podían acudir tales personajes ahí. Quizás a algún safari donde matarían animales para decorar sus salones.

Aparté de ellos mis pensamientos cuando mi amiga se sentó conmigo.

-No creas -le sonreí, afable-. Si te soy sincera.. Tengo ganas de llegar y me da miedo en igual medida. Recuerda que voy un poco a ciegas. Jamás hice algo así, y... No sé qué me puedo encontrar. Fíjate en ellos -señalé a una mesa donde una pareja ostentosa comía las mejores viandas posibles-. Ellos irán a un buen hotel, con guías, porteadores.. ¿Y yo? No sé si temerme lo peor, jaja.. Me han hablado de los mosquitos, de las fieras y del horrible calor. No sé si voy preparada para todo ello. Pero mi ánimo es firme. Eso sí que no me falla -le sonreí -.¿Qué harás tú cuando lleguemos? ¿Te espera alguien?

 

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25/05/2016, 19:02
Samantha

Samantha te sonrió de forma condescendiente. A sus ojos debías de resultar ingenua y entrañable. Te escucha y da una última calada a si cigarrillo con aquel largo filtro y lo apagó ya para disponerse a la cena.

- Recuerda aquel dicho, querida. Lo que no te mata te hace más fuerte – Le hizo una seña al camarero para que se acercara y pedir la cena. Una vez ambas pedisteis prosiguió la conversación - ¿En Sudáfrica? - Ella seguía aún más allá en el trayecto – Si, me espera un sirviente. Tengo que arreglar los papeles de la herencia de mi difunto marido. Por el momento me quedaré una temporada allí. Si me gusta tal vez me quede. Si no, lo vendo todo y me vuelto a Inglaterra.

De nuevo te mira de forma entrañable – Se creen que son superiores, pero son igual de mortales que el resto, no olvides eso. Estoy convencida de que saldrás adelante. Tienes empuje, eso ya es mucho. A veces viene bien un cambio. Saldrás reforzada. Espero.

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28/05/2016, 22:52
Beth Grey

Le sonreí afectuosamente. Realmente me daba pena tener que despedirme de ella, pero mi vida en África comenzaría en breve. Tenía que empezar a pensar en ella.

-Sí, yo también lo creo -respondí a sus ánimos-. Muchos me tacharon de loca por querer venir, pero.. Bueno, ya te conté mis circunstancias, Samantha.. Lo necesitaba. Ahora, espero olvidar el pasado y centrarme en el futuro -el camarero llegó con la cena y nos pusimos a comer-. ¿Sabes? No dejo de pensar que quizás es la última cena decente que coma en mucho tiempo. Leí cosas terribles de África.. Y estoy convencida de que quizás exageraban. De todos modos me han destinado a una zona empobrecida, que es a donde me presenté voluntaria a ir, así que no estarán muy sobrados de comida. Con tu permiso.. repetiré el postre, jajaja..  

Como enfermera, sabía que las enfermedades más simples causaban estragos en zonas desprotegidas o sin medios. Una simple gripe, que en Europa se curaba con antibióticos, en otros países podía ser mortal. Me agradaba poder ser útil, y salvar vidas. Era mi trabajo. Para eso luché tanto. ¡Me sentía tan orgullosa!

Si papá pudiera verme ahora.. -pensé-. Él, que quería buscarme un nuevo partido..¡Mírame! Mañana estaré en un continente indómito, con una importante misión..

-Perdón -le dije a Samantha-. Me he quedado ensimismada por un instante. ¿Sabes? Me da pena que nos separemos mañana. Me encantará que sigamos en contacto. Ya sabes dónde estaré, cuando te establezcas finalmente.. ¿me escribirás?

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29/05/2016, 16:38
Samantha

Samantha asintió – No es un mundo fácil para “nosotras” - Dijo refiriéndose a las mujeres en general – A veces no nos tratan mucho mejor que a los negros, ya sabes. Pero eso lo vamos a tener que cambiar, con el tiempo...

Prosiguió comiendo. De forma lenta pero constante, usando adecuadamente los cubiertos para todo. Cosa que tu también sabías hacer pues es de lo primero se le enseña a una dama de clase media.

Te dedicó una lánguida sonrisa – A mi también, el resto del viaje se presenta muuuuy aburrido – Bromeó – Voy a tener que aguantar las peroratas de la señora Clarence sobre los vestidos que se compró en París – Luego agitó una mano en el aire restándole importancia.

- Será mejor que me escribas tú cuando sepas tu dirección - Cogió una servilleta y sacó un pequeño lápiz de su bolso. Escribió su dirección de sudáfrica y te pasó la servilleta. Con esta ya iban a ser tres cartas las que tenías que escribir. Al menos tendrían con que entretenerte.

Notas de juego

No sabes tu dirección en Kenia. Solo que te esperan en el puerto de Mombasa, lo puse en el primer post.

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30/05/2016, 21:54
Beth Grey

-Cierto, qué tonta -dije, azorada por mi equivocación-. Estoy tan acostumbrada a tener un lugar a donde ir, que no caí en que no tengo aún destino al que dirigirme mas que al puerto. ¡Claro que te escribiré, Samantha!

Guardé cuidadosamente la servilleta con su dirección en mi libreta de notas. Cuando me decidí a embarcarme en esta aventura compré un cuaderno, donde pensaba apuntar lo más curioso que me sucediese. Quizás no era gran cosa, pero llevar un diario se me antojaba convertir el viaje en algo novelesco, casi como los libros de Verne y Salgari que yo tanto releí. Sin duda, ellos tienen la culpa de que esté yo aquí. Románticamente pensaba que algún día alguien leería mis impresiones y mis pensamientos, y también serviría para mantener mi mente ocupada.

Guardé de nuevo el cuaderno aún nuevo en mi bolsa. Ya había comenzado a escribirlo, pero no constaba casi nada importante.

-Mi diario.. Si me pasa algo importante quizás podría publicarlo, jajaja -le dije a Samantha, riendo. Continuamos con la comida, que estaba realmente deliciosa.

Pensé en las tareas pendientes. Tres cartas, aunque una de las destinatarias aún se hallaba a mi lado. Pero Trish y mis padres se merecían saber cómo me había ido el viaje. Les escribiría en cuanto me hubiera establecido.

Espero que el servicio de correos funcione bien dondequiera que vaya

-Hoy no trasnocharé, Samantha -dije, como referencia a otras noches del viaje donde nos quedamos hablando y compartiendo cigarrillos y copas hasta bien entrada la noche-. Debo reunir fuerzas para lo que me espera. ¿Te parece bien?

 

 

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31/05/2016, 18:57
Samantha

Samantha te dedica una sonrisa condescendiente. Era una de esas personas que parecían estar en otro plano, con las ideas claras y que transmitía seguridad en cada una de las cosas que hacía.

La cena prosigue y ya comienza a dar a su fin - Querida, lo importante siempre pasa dentro de una, no a su alrededor. Si esta nueva etapa sirve para que te encuentras a ti misma, pues ya habrá merecido la pena – Dijo sin entrar en más detalles. Cogió otra servilleta para limpiarse los labios ligeramente.

Otra sonrisa tranquilizadora se dibujó en su rostro – Para nada me molesta. Eres muy amable pidiéndome opinión. Anda ve, pero mañana no te vayas sin despedirte de mi

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01/06/2016, 16:57
Beth Grey

Le sonreí, afectuosamente. Realmente la echaría de menos.

-Claro que me despediré, Samantha. Me retiro, entonces.. ¡Nos vemos mañana!

Me levanté de la mesa y me dirigí a mi camarote. Aunque por el camino me surgió la nostálgica idea de nuevo de que ésta era mi última noche a bordo. Cambié mi rumbo y me dirigí a cubierta.

Me abrigué un poco, pues la noche era fresca, y encendí un cigarrillo cerca de la puerta, mirando al mar. Mi camarote tenía ojo de buey, pero no unas vistas tan inmensas como las que ahora tenía ante mí. El mar indómito y calmado, por suerte.

Mi cigarro se consumía al igual que el tiempo que me quedaba a bordo: demasiado rápido.

No sé si me arrepentiría, eran tantas las dudas, aún.. Aplasté el cigarro y lo arrojé por la borda. Me dí la vuelta y ví la sombra de alguien más arriba que también miraba al mar.. o a mí. De pronto me sentí incómoda, y deshice lo andado hacia mi camarote de nuevo.

Una vez allí, tomé notas en mi cuaderno y me preparé para dormir.

 

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02/06/2016, 13:02
Master

Samantha se despidió de ti y se quedó en el restaurante un rato más. Ibas hacia el camarote cuando cambiaste de trayecto y decidiste disfrutar por última vez de las vistas nocturnas desde la borda. Era curioso, pero en el mar parecía que por las noches siempre hacía fresco, sin importar la latitud.

Mientras aquel cigarrillo se consumía lentamente apenas se podía intuir la costa a lo lejos. No era como con Europa, que casi siempre se podían vislumbrar las luces de alguna ciudad costera. África de noche era oscura.

Con aquella extraña sensación de sentirse observada decidiste poner fin al momento y regresar al camarote, mañana sería un día distinto.

Te despertó el sonido de la inmensa bocina del barco, esto solía anunciar la entrada en un puerto. La luz del sol comenzaba a filtrarse por la ventana. Tenías que recoger tus pertenencias y bajar. El Almanzora estaría todo el día atracado, pero a ti te esperaban para recibirte.

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02/06/2016, 18:05
Beth Grey

Me costó dormirme, principalmente por bochorno que empezaba a sentir y también por los nervios de la inminente llegada. Al proceder de unas islas frías, sin duda mi cuerpo no estaba aún acostumbrado al calor sofocante que sentía en todo momento desde hacía ya varios días. Todo el mundo parecía llevarlo con una resignación y una costumbre pasmosas para mí. Esperaba poder acostumbrarme algún día.

Tuve unos sueños inquietos.. James aparecía vagamente en ellos, aunque cada vez estaba más difuso. Lo aparté de nuevo de mi mente. No iba a envenenarme también este momento.

La sirena del barco avisando de la llegada a puerto me hizo despertarme con sobresalto. Busqué el ojo de buey con la mirada, y ya el sol iluminaba el entorno. Sin dilación, me preparé para abandonar el barco. Tras asearme y vestirme con ropa preparada para el bochorno en tierra, tal y como me avisaron (una blusa, pantalones cortos, un sombrero y calzado cómodo y aireado), empaqueté mis enseres. Procurando no olvidarme nada, dejé mi equipaje a punto para que lo descargasen, y revisé una vez más los datos de mi contacto... Paige Williams. Poco más sabía de ella.

Quizás me espere con algún cartel con mi nombre.. O simplemente adivinará quién soy al desembarcar con la piel más blanca y menos bronceada de todo el barco y todo el continente, jajaja.. pensé, divertida.

Eché un último vistazo al camarote, con nostalgia, y cerré la puerta. Me dirigí al camarote de Samantha, para despedirme de ella. 

Otros días nos habíamos encontrado en el restaurante, o por cubierta. Pero hoy era tan temprano que estaba segura de que no se había despertado aún.

Al llegar a su puerta, llamé suavemente.. Toc, toc..

-¿Samantha? Soy Beth -aclaré, no muy alto para no despertar a los demás viajeros.

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04/06/2016, 07:22
Samantha

Casi que antes de embarcar no te habías segundo tan nerviosa. Quizá porque no lo pensaste demasiado o quizá porque eso de ir en el barco era parecido a unas vacaciones. Pero ahora tocaba desembarcar y ver de verdad a que te enfrentabas.

Acabaste de dejar el equipaje preparado y te dirigiste al camarote de Samantha. Pasados apenas un par de segundos - ¡Voy! - Unos pasos y allí apareció tu amiga, ya vestida por lo que tampoco la habías pillado durmiendo.

- Vamos, te acompaño hasta la pasarela de desembarque – Zona en la que por cierto había ya algo de gente, pues el barco ya había atracado y no eras la única que bajaba. También una grúa empezó a descargar mercancía, y volvía a subir cargada con nuevos víveres.

Ya pudiste ver la ciudad de Mombasa. Alguna edificación de ladrillo, sobretodo cerca del puerto. Pero en su mayoría eran casas bajas de adobe. Palmeras, caminos de tierra. Para ser una de las ciudades más importantes de Kenia tampoco parecía gran cosas.

- Bueno, llegó el momento de la despedida – Te dijo tu amiga – Fuerza, eres una chica valiente. No olvides escribir – Se acercó para darte un ligero abrazo.

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04/06/2016, 09:33
Beth Grey

Salir de la oscuridad de los pasillos del barco a la claridad matutina del sol me dejó momentáneamente cegada. Con una mano haciendo visera sobre mis ojos, cuando se acostumbraron a la luz pude ver el desolador paisaje que MOmbasa me ofrecía.

Yo, que venía de la excesivamente poblada y edificada Liverpool, en la fría Inglaterra, me encontraba con casas bajas, gente vagando por caminos sin asfaltar, palmeras y vegetación en sitios insospechados.. ¡Y eso era en el puerto de una ciudad importante! Me sonreí a mí misma al pensar en las zonas menos "afortunadas". ¿Sería tonta? ¡Si ya sabía que sería así! ¿O acaso no me destinaron aquí para ayudar, precisamente por la pobreza del sitio?

Me volví hacia Samantha, y correspondí a su abrazo:

-Gracias por todo, amiga. Claro que no olvidaré escribirte.. ¡Esto promete ser toda una aventura! -miré de nuevo hacia tierra, buscando algún rastro de Paige. Nadie parecía estar buscándome o esperándome. Aún así, dí un paso hacia la pasarela de bajada-. Espero que volvamos a vernos muy pronto, Samantha.. ¡Y que todo te vaya bien a tí también! Gracias, de nuevo.. ¡Allá voy!

Dí mi primer paso hacia el continente africano real. Quizás no fuese un momento histórico, pero en mi vida significaba mucho: el cumplimiento de mi determinación.

Ya estaba allí.. ¡lo había conseguido! Pero.. ¿y ahora, qué? Tras volverme y despedirme de nuevo saludando a Samantha desde tierra, miré, confundida a mi alrededor, buscando a Paige Williams.

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05/06/2016, 08:27
Director

Tras la pertinente despedida con tu compañera de viaje. Sin que supiese si ciertamente y al final le ibas a escribir o simplemente fueron unas palabras de cortesía, te despidió con la mano mientras cruzabas aquella pasarela. Como otros tantos hacían desde la borda.

Pero este era un trayecto que tenías que hacer sola, como algunas de las cosas importantes en esta vida, o alguna de sus decisiones, debía de tomarlos una sola. Aunque en una sociedad así la mujer parece relegada a un segundo plano. En estos momentos habías decidido tomar las riendas de tu vida.

Pusiste los pies en tierra firme. Ya estabas en África. Aquí no parecía hacer el fresco de alta mar. Ya a estas horas de la mañana, no es que el calor fuese sofocante, pero ya sería el de una tarde de verano en Inglaterra.

Había algo de trajín de gente. Trabajadores con la carga, que por cierto debías de preocuparte por recuperar tu maleta. Y si había algo de gente esperando. Te asombró la cantidad de gente de color y de niños pidiendo limosma. Entre el tumulto de gente viste a una mujer blanca, te llamó la atención sus pantalones, parecían de hombre, pero sin duda era una mujer. Con un cartón en las manos que rezaba “Elisabeth Grey”

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06/06/2016, 15:16
Beth Grey

La ví entre el tumulto de la gente y los equipajes subiendo y bajando del barco. Una mujer morena, de pelo rizado y aspecto cuidado.

Vestía ropa fresca y adaptada al lugar. Me daba cuenta de que el color marrón iba a abundar mucho en mi guardarropa. Ahora mismo llevaba pantalones, uno de los cambios que me agradaban de todo esto que tenía por delante. No me veía yo en África preocupándome por si mis medias se enganchaban en la hierba.

Me acerqué a la muchacha, sorteando a algunas personas que estaban paradas en el muelle viendo al Almazora. Ver un barco de tal envergadura quizás no era frecuente, y aprovechaban para observar a la tripulación y a todo el que se bajase de él.

-Hola.. ¿Eres Paige Williams? -le pregunté a la chica, señalando el cartel que llevaba-. Yo soy Elizabeth Grey.

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08/06/2016, 16:29
Paige Williams

Cuando menos te diste cuenta ya estaba sumergida en el ambiente. Algunos niños se acercaron a mirarte con curiosidad, tu atuendo debía de llamar la atención.

Mientras te acercabas aquella mujer fijó sus ojos en ti, seguramente encajándote en la leve descripción que podía tener tuya.

- Si, la misma... - Te dedicó una cordial sonrisa y te dio un breve abrazo a modo de saludo – Bienvenida a Kenia ¿Cómo ha ido el viaje? - Luego al ver que no llevabas nada en las manos miró hacia la zona de descarga y señaló en aquella dirección - ¿Recogemos tu equipaje?

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09/06/2016, 17:52
Beth Grey

-¡Sí, por favor! -agradecí su amabilidad. Parecía simpática en un primer vistazo-. El viaje se me ha hecho largo, la verdad. Tenía ganas de desembarcar ya. Pero.. Si he de serte sincera, también me daba miedo llegar, al no saber qué iba a encontrarme. 

Seguía mirando a mi alrededor, entre perdida y emocionada. La gente iba y venía a nuestro lado, y el calor ya empezaba a hacérseme familiar. Me fijé en una niña de piel oscura con una muñeca de trapo fabricada por ella misma o alguien con poca maña, quizás, por lo torpe de la hechura. Iba de la mano de su madre, y nuestras miradas se cruzaron un instante. Quizás le resulté yo tan llamativa como ella a mí. Quien sabe, quizás volvamos a vernos, pensé con ternura, y seguí hablando con Paige.

-De momento, estoy contenta. Me gustaría saber un poco cómo va a ser mi trabajo, en qué condiciones.. ¿Podrías adelantarme algo?

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12/06/2016, 21:33
Paige Williams

Paige te sonríe de forma condescendiente – Supongo que es como todo, adaptarse – Comenzó a caminar a la zona de descarga. Era una de las zonas en las que más actividad había ahora mismo.

Esté es Abú me está cargando la camioneta con provisiones. Le diré que se encargue también de tu maleta – Aquel hombre de color no te prestó demasiada atención parecía bastante atareado, buscando algunas de la cajas de madera y cargándolas. Paige se le acercó y le dijo algo en un idioma que no entendiste.

La mujer volvió contigo y ya permanecisteis en la zona a la espera de que estuviese todo cargado. La camioneta era algo bastante destartalado – Pues tengo una noticia buena y una mala. La buena es que tu viaje por mar a terminado, la mala es que queda un largo viaje por carretera. Diez horas hasta Garissa, ciudad del interior. Allí es donde tendremos nuestra base de operaciones de la cruz roja. La mayor parte de los días estaremos allí. Pero más adelante habrá que desplazarse, la mayoría de la gente no puede venir a vacunarse, así que habrá de ir hasta ellos. Terminado un lugar, vuelta a la base y empezar de nuevo – Comentó tratando de resolver tus primeras dudas.

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13/06/2016, 15:47
Beth Grey

Saludé a Abú con una sonrisa amable y un gesto con la cabeza.

-Buff.. bueno, a pesar de que aún nos quedan varias horas de viaje, compensa pensar que después los viajes serán más cortos. A esos poblados.. Iremos acompañadas, ¿no? Es que.. no sé conducir -dije, un poco avergonzada. En Liverpool no estaba bien visto que las mujeres condujesen, y con lo de la enfermería ya había desafiado bastante a mis padres.

Busqué Garissa en mi pequeño mapa de África, al que por fin daba uso. Hasta ahora solo había tenido el nombre de Mombassa para buscar, y fantaseaba con qué otras poblaciones podría visitar.

Me hice un recorrido mental de nuestro futuro camino mientras la destartalada camioneta se ponía en marcha, y anoté el nombre en mi cuaderno. Más tarde escribiría mis impresiones de ese día, y quería anotar bien el nombre.

Me acomodé como pude, dispuesta a pasar esas horas de viaje de la mejor manera posible.

-He visto lo bien que hablabas con Abú, Paige.. ¿Podré aprender yo también el idioma? ¿Es difícil? -con lo que me gustaba comunicarme, me daba cuenta de que ahí iba a ser un impedimento el hablar sólo con gestos y sonrisas.