—No, no, nooooo… ¡¡¡Déjame ya!!!
—¡Dime cómo te llamas y cuándo saldrás de su cuerpo!
—¡Ummmm…! Noooo.
—No puedes hacer nada contra el poder de Dios.
—¡Ja, ja, ja…!
—Te ordeno que abandones de una vez el cuerpo de esta joven.
—No. No quiero. ¡Échame tú, si puedes!
La Iglesia y sus demonios.
Imagina que la vida en la tierra existe en un estado de distensión, un equilibrio entre las fuerzas del bien y del mal escrupulosamente mantenido a través de los tiempos. Los humanos eligen sus propios caminos en este mundo, y al hacerlo, sellan su destino para el reino del más allá; unos destinados al cielo y otros al infierno.
~ Partida privada ~