Al-Jazhar compruba con la punta del chuchillo las baldosas, por si acaso. Una vez hehco esto se aproxima al mago con paso sguro mientras se gurada la daga de nuevo.
- ¿Te encuentras bien? -
En cuanto compruebo con el casco que todas las baldosas se han apagado, salgo corriendo como alma que lleva el viento junto a Haplo y me coloco a su lado.
-¿Qué ocurre, amigo?-digo mientras corro y desenvaino mi katana por si hay peligro.
Amigos.. os leo textualmente...
Lo siento Aventureros, habeis llegado tarde... El alma de Barnoth os ha traicionado, ha esperado a que le dejarais solos para hacerse con el tesoro del laberinto. Ahora él está cubierto de gloria y le espera una vida de placer y abundancia, mientras que vosotros estais encerrados para siempre en este laberinto. Para siempre.
Tras ello, se hunde en un profundo pesar.
- ¡Maldito...!Tendria que haberlo matado al tener la oportunidad... Aun así... ¿Porque el demonio nos devolvio nuestras fuerzas? Esto no me cruada... -
EL asesino se lleva la mano a la cabeza ydedica unos momentos a pensa, es experto en situaciones criticas... Peor esto...
- En cualquier caso... ¿No os parece raro que esto haya pasado cuando fuimos a visitra al demonio? Y a aparecido este gravado, que se guro que antes no estaba... ¿Puede ser que sea alguno de sus trucos? o sera verdad lo que pone... -
La verdad que no me esperaba esto del bárbaro. - Haplo lanza una mirada cargada de intenciones hacia Ryagan. No crees Ryagan ? Resulta bastante extraño.. por otra parte... - vuelve la mirada al suelo. Se le veía cambiado desde lo sucedido en el intercambio de almas.
Como le ponga las manos encima... canalla.
-En fin, se acabó todo, para bien o para mal.
Diciendo esto, me siento en el suelo y apollo la espalda en el ataud con una sonrisa irónica en el rostro.