Partida Rol por web

Fred duda unos instantes ante la directa respuesta del Dwight. Poco acostumbrado a este tipo de situaciones, podéis ver como se debate en como continuar.

-Lo, lo entiendo. Normalmente no le llamaríamos y menos con tanta urgencia. Pero hay algo en el tipo del teléfono que... no sé cómo explicarlo. Es como si no fuera buena idea llevarle la contraria.- A pesar de su respuesta, recula rápidamente, alzando las manos frente a él - Pero usted manda, supongo que no hay problema en que vengan usted y el señor Sullivan.- Les hace una señal con la mano - Si son tan amables de seguirme.-

Y el ayudante de la sheriff se encamina a la puerta de la hospedería con la fulminante mirada de la señora Norm calvada en él.

- Bien, pues procederemos como habíamos planeado, señor. - asiente a su superior antes de levantarse de la mesa y abrocharse la chaqueta, se mira un poco decaído al verse sin corbata, pero con una mueca y un encogimiento de hombros echa a andar hasta el porche, donde se detiene frente a la escalinata que sube hacia la casa y aspira el aire del nuevo día.

Lo cierto es que Jules prefería mil veces un remanso de paz analizando la furgoneta alejada del mundanal ruido que reunirse con un hombre con pretensiones de detective, pero Dwigth había hablado y no pensaba llevarle la contraria. Le acompañaría y dejaría que su gigantesca presencia hablase por si sola, porque, conociendose, si hablase él sería Dwigth quién quisiese matarle y no solo la maldita viuda.

- Por supuesto. Añadió el forense como respeusta tanto a John como a Fred. Esperemos que sea conciso y quizás luego podamos retomar el resto de cabos sueltos, señor.

Miro a mi compañero Johnson y asiento.

- Si jefe, nos vemos luego - le comento y me dispongo a partir para luego detenerme y me acerco a donde el jefe Dwight - Por cierto... quien irá a revisar la furgoneta? - digo mientras acomodo mi bolso en mi hombro y miro a Sullivan, creía que se encargaría él.

Mmmmmmh una llamada... interesante, tal vez alguien ha descubierto algo.. en este pueblo es raro que no se conozcan todos.. tal vez alguien tenga algo de información.. y quiera sacar su renta... medito.

- En cuanto arregléis lo de la llamada comunicádnoslo, por favor,  me intriga... tanta prisa - digo mirando al jefe.

Cuando Sparks realiza su pregunta le digo:

-Habrá tiempo para todo, y no quiero que vayamos solos.

-Si tranquila, os avisaré en cuanto termine. Vamos.

Si fuese alguien del pueblo, habría venido corriendo para colgarse los galones, así que de este pueblo no creo que sea. Que extraño es todo eso... ¿Quién podrá ser?

Repartidas las tareas, los dos grupos salen a la calle y se separan, yendo cada uno en una dirección. Dwight y Sullivan guiados por Fred a la comisaría y Johnson y Sparks caminando con paso firme hacia la calle que tienen delante. En pocos segundos, ambos grupos se pierden de vista.

Llegáis hasta la mitad de la calle,  con los pensamientos sumidos en dudas sobre el motivo de tan urgente llamada o tal vez en vuestras extrañas pesadillas, cuando de pronto caéis en la cuenta de algo importante ¡No sabéis donde vive la viuda del párroco! Os giráis velozmente con la esperanza de ver a Fred, pero ya no están a la vista.

A vuestro alrededor hay un vecino podando distraídamente el seto de su jardín mientras canturrea una curiosa canción. También veis a una mujer de avanzada edad que camina despacio y que os mira con suspicacia. Un par de jóvenes montan en bicicleta y atraviesan velozmente la calle.

Repartidas las tareas, los dos grupos salen a la calle y se separan, yendo cada uno en una dirección. Dwight y Sullivan guiados por Fred a la comisaría y Johnson y Sparks caminando con paso firme hacia la calle que tienen delante. En pocos segundos, ambos grupos se pierden de vista.

Mientras camináis apenas intercambiáis palabras ya que Fred se ocupa de aburriros con su interminable cháchara. A pesar de parecer tan animado como siempre, le notáis algo más nervioso de lo normal, si expresión parece algo forzada. En poco minutos veis el edificio del sheriff y a dos figuras que parecen discutir acaloradamente.

Una de ellas es Joanne, que tiene una expresión de eterna paciencia, con los brazos en jarra sobre su cuerpo. El otro es un viejo escuálido y desaliñado, con la mirada perdida y expresión agresiva que alza mucho la voz mientras hace violentos aspavientos con los brazos. Jules le reconoce enseguida.

El viejo que discute con la sheriff no es otro que vuestro conocido Martin Hill, el anciano senil con el que tuvisteis el "incidente" del espantapájaros. Como puedes comprobar, sigue tan encantador como siempre. 

Joanne suspira por enésima vez mientras escucha la interminable verborrea del anciano.

-Lo sé señor Hill y tomo nota, pero no se puede hacer nada ahora. Es su trabajo y bien o mal, no podemos entorpecer y...-

La mujer vuelve a ser interrumpida  por el viejo que comienza a gritarla e insultarla.

Me acerco con curiosidad con lo que dicen, pero sin perder el tiempo y me aclaro la garganta. Espero que esto no nos lleve mucho tiempo.

Sin mirar a ninguno de los dos en particular digo:

-Buenos días, vengo por una llamada de urgencia

Ajeno  a los agentes, el viejo sigue con su berborrea.

-Me hinporta una merda lo ke tu me dijas puta. Si tú no aces nada, seré llo el qe...-

Entonces, la interrupción de Dwight le hacesalir de su trance de furia, aunque solo durante unos instantes.

-¿I hustedes que conio qieren? Ke ese negro- Mientras dice esto señala a Sullivan -No me buelba a hacercarse a mi. No se hacerken por mi finca ¿Me an oido? O me las pagarán-

Y sin decir nada más, escupe sonoramente al suelo frente al agente John y se va con paso rápido.

Al ver la reacción del viejo ante la aparición de los agentes y sabiendo que Dwight no conoce a Martin Hill, la sheriff decide intervenir rápido.

-Buenos días agentes, disculpen al viejo Hill- Aunque habla a los dos, se puede ver que sobretodo está refiriendo a John -es nuestro loco  particular. Muy ruidoso pero inofensivo, gracias por venir tan rápido, el hombre del teléfono... no sé cómo decirlo. Me pone nerviosa. No ha querido decir nada hasta que llegasen ustedes. Si hacen el favor de seguirme-

Mientras lo dice, hace un gesto para que la acompañen dentro.

Desde luego, cada día quiero terminar antes con este caso.

-Buenos días señorita, vamos a lo del teléfono, y luego discutiremos sobre este loco en particular.

Sigo a la agente a comisaria.