1- El grupo escapa del Mar Estrangulador y llega a tierra junto con la tribu goblin y un pirata que han secuestrado el cual coopera de buena gana encantado de salir e aquel lugar y sin el menor remordimiento por dejar tirados a sus compañeros.
2- Llegáis a tierra en algún punto entre Portonovo y SantaCora
3- Viajáis primero hasta Forja donde dejáis al ingeniero y luego hasta el Bosque Dragón
--- Epílogo ---
El Bosque Dragón era una tierra de nadie situado próximo a las inhóspitas montañas donde una intensificada corrupción de energías mágicas estaba provocando la aparición de partidas de caza orcas en número y frecuencia cada vez más preocupante.
Durante el viaje desde Forja hasta el bosque se alternaron parajes de relativa tranquilidad en la proximidad de los asentamientos consolidados y puestos de avanzadilla enanos con parajes desolados y pequeños asentamientos abandonados o arrasados.
Tenshia notó como el propio bosque emanaba un aura ambivalente combinando la fuerza de la naturaleza que habitaba dentro y la sutil amenaza de corrupción que acechaba en sus lindes. Thokyl sintió que había algo más, un peligro enterrado varias edades antes, antes de la aparición del propio bosque... aunque quizá esa sensación no fuese más que un poco de paranoia e imaginaciones suyas.
Lugubelenusei se mostró muy feliz al ver en buen estado a los recién llegados y les puso al día de la situación:
Realizamos los rituales durante toda una luna y el último suspiro del viejo bosque septentrional ha servido para hacer nacer un nuevo espíritu. Curiosamente su conexión con Ariadna, la sacerdotisa que portaba el suspiro, es muy fuerte. El nuevo espíritu se está, por decirlo de algún modo, gestando dentro de Ariadna, no a nivel físico, no se está gestando ningún cuerpo, pero en cualquier caso la esencia del bosque permanece habitando en ella la mayor parte del tiempo haciendo pequeñas incursiones a los árboles o animales del entorno. Si ahora mismo Ariadna abandonase el bosque, el nuevo espíritu no dudaría en marchar con ella. Y si fuese secuestrada por los Derro, podrían encadenar el espíritu al artefacto que estaban construyendo. Afortunadamente dicho proceso de transplante requiere unos conocimientos y habilidades que solo posee Íñigo Sharpe quien ahora mismo, tal como me habéis contado, está a salvo en Forja asesorando a los enanos para que le construyan un nuevo cuerpo y reforzando las defensas de las fortalezas enanas. Por lo que los Derro no ganarían nada secuestrando a Ariadna. El Bosque Dragón está a salvo gracias a vosotros y Forja tiene al mejor ingeniero del Imperio trabajando en mejorar sus defensas frente a la creciente amenaza de los orcos.
Yo debo partir de nuevo al sur, a cuidar de mi propio bosque. Tenshia, ahora el Bosque Dragón es tu responsabilidad. Protégelo y ayúdalo a crecer. Ahora mismo es poco más que un bosque ordinario, pero con tu ayuda su espíritu crecerá y rivalizará con el del Bosque Salvaje.
Thokyl, vuestro rey es sabio y piensa a largo plazo. Sabe que si ayuda a salvaguardar el bosque de la amenaza corruptora de los orcos, en el futuro podrán defenderse mutuamente. Sé que planifica construir algunos asentamientos en los lindes para ofrecer ayuda a Tenshia en la preservación del bosque. Me pregunto si te establecerás en uno de esos asentamientos.
Roubhuis, sé que eres un extraño entre los tuyos, pero aquí en el bosque todos somos hijos de la naturaleza. Quizá te encuentres más a gusto en él y, gracias a la cercanía de los asentamientos, podrás ir aprendiendo las costumbres de tu gente.
Rhona, a tí poco tengo que decirte. Sé desde hace mucho que eres una con Tenshia y que no te querrás separar de ella. Te echaré profundamente de menos. Hoy debemos separarnos para seguir creciendo, así es el ciclo de la vida.
Si me viene la inspiración rellenaré los gaps y ornamentaré esto un poco más tanto en esta escena como en la anterior. Vosotros podéis seguir posteando en la escena anterior pero sobre todo os doy los elementos básicos para que podáis escribir un epílogo aquí.
Aunque esta partida está pensada como un one-shot, nada impide que en un futuro indeterminado aproveche para encadenar otra aventura e ir creando un arco argumental. Así que agradezco que introduzcáis elementos que puedan ser usados como semillas de futuras partidas e incluso que de forma subliminal introduzcáis una carta a los reyes magos diciendo hacia donde querríais que se dirigiese la hipotética continuación.
En cuanto vayáis escribiendo epílogos os iré poniendo positivos.
Nota sobre goblins y orcos:
En otros juegos los orcos y los goblins van de la mano, en 13th Age no. Los goblins serán muy goblins, podrán tener su punto malévolo y sádico (aunque no necesariamente) pero en cualquier caso son unos humanoides más del Imperio Dragón. Los orcos por otro lado son fruto de la corrupción de la magia y la naturaleza. No todos los orcos nacen de madres orcas, algunos emergen espontáneamente en los lugares donde la corrupción es especialmente intensa. Eso significa que los goblins rescatados pueden perfectamente irse a habitar el bosque ya que no hay ningún motivo para que estén del lado de los orcos.
Y con vuestros epílogos (si es que queréis escribirlos) formalmente queda cerrada la partida.
Tras encontrar a Íñigo Sharpe, o al menos lo que quedaba de él, se trazó un plan para salir con vida del mar estrangulador.
La tribu goblin cooperó con la que desde entonces sería su líder. La joven druida les había prometido un futuro mejor, un lugar dónde ser seres libres y debía cumplir su palabra.
El arranque de sinceridad de Jeqeld salvó el pacto que pendía de un hilo. Y sólo la comprensión por ambas partes evitó un derramamiento de sangre innecesario.
Los compañeros de Tenshia tuvieron que perdonar el haber sido engañados y los goblins aceptar que habían regresado con dos bajas que únicamente afectaban a los suyos.
Pero por alguna razón nadie sacó un arma, nadie amenazó al otro bando o quiso tomar represalias. Únicamente por eso, todos lograron salir con vida de allí...
Lo que sucedió a partir de ahí en adelante fue una sucesión de acondicionamientos que desencadenó en el éxito de la misión.
Los Derro jamás llegarían a dar con Sharpe. Los orcos tendrían que plantar cara a la fuerza renovada de la naturaleza, que con el nacimiento de un nuevo espíritu del bosque y la alianza con los enanos de Forja, cosa que no sería nada fácil.
* * *
La joven recibió la bendición de Lugubelenusei además de su plena confianza para encargarse personalmente de salvaguardar la vida de Ariadna y el ser que de alguna manera se gestaba en su interior.
Ella sentía un vínculo muy fuerte con el bosque, como si la llamada no pudiera ser desoída. Una sensación de enraizarse allí, como si elka misma fuese un árbol más. El sentimiento de ser uno con el bosque y crecer juntos. Ambos aprenderían el uno del otro...
- Rhona. Ahora eres libre de ir donde quieras. Mi lugar está aquí, junto al bosque - le confesó mientras acariciaba la corteza de un gran roble con una mano, la peluda testa de Okami con la otra y le brindaba una sonrisa que su amiga jamás había visto hasta ahora. Una sonrisa de plenitud, de sentirse en el momento y el lugar adecuados.
* * *
Los goblins, no tardaron en adaptar su vida al bosque naciente. Un lugar que pronto llamaron hogar y juraron proteger con su vida, ahora que comenzaban a brillar como un verdadero pueblo libre.
Lo sucedido en el mar sangriento había sido lo más extraño que Thokyl había experimentado en su vida. Lo que era mucho decir en un enano hijo de un nigromante y amigo de monstruos marinos. Siempre lo recordaría como un sueño, como unos acontecimientos que le desbordaron y por los que navego sin ser capaz de asumirlos totalmente.
De vuelta al Reino, tras días sin pegar ojo vigilando a los goblins y a Tenshia en la que cada día confiaba menos, con tierra firme por encima y por debajo de él, lo primero que hizo fue dormir cuarenta y ocho horas seguidas.
Más adelante cuando Lugubelenusei le ofreció la oportunidad de pasar el resto de su vida defendiendo el bosque donde iban a vivir los goblins y la druida no pudo creérselo. Por primera vez en muchos años se planteo dejar de servir al Rey. Pero su sentido del deber pudo con él. Débilmente asintió con la cabeza mientras esperó de todo corazón que su rey lo mandará lo más lejos posible del lugar.
Rhona nunca olvidaría la extraña aventura que había vivido junto a la pequeña Tenshia y a unos inesperados compañeros que, a esas alturas, ya consideraba amigos. Aún seguía sin poder creerse la suerte que habían tenido al poder abandonar aquel insólito mar que volvía enfermiza a los que llegaban a él. No sólo habían logrado salir con vida de allí sino también habían conseguido encontrar a aquel al que iban buscando, aunque Rhona no esperaba verse delante de una cabeza parlante. Incluso la pequeña druida había devuelto el valor y la esperanza a una tribu de goblins que, fieles a su nueva salvadora, la seguirían como perritos falderos.
Una vez consiguieron salir del mar estrangulador y arribar a tierra firme de verdad, Rhona se sintió mucho mejor a pesar de sentir, con cada paso que avanzaban, una angustia y una melancolía difícil de explicar. No fue hasta que no llegó al Bosque Dragón y se vio ante Lugubelenusei que no supo identificar qué le estaba pasando. Las palabras del druida sólo consiguieron sembrar en su corazón la inseguridad sobre lo que debía hacer a partir de ese momento pues Rhona se veía en un cruce de caminos sin saber cuál debía escoger.
Quería a Tenshia y le dolía hondamente tener que separarse de ella, pero durante ese viaje la había visto crecer, convertirse en una pequeña llama que estaba destinada a crecer e iluminar con sus conocimientos todo el mundo y Rhona sólo sería una minúscula sombra a su lado. Tenshia tenía que volar sola, estaba más que preparada para ello y sabía que estaría bien protegida por Okami e incluso por los goblins que ella había salvado. Y por otra parte Rhona echaba mucho de menos su hogar, el bosque que conocía como la palma de su mano, el lugar que la había visto nacer y crecer. Rhona tenía añoranza de lo conocido.
Aún así permaneció al lado de Tenshia no sólo cuando Lugubelenusei se fue sino mucho más tiempo después. Pero con cada día que pasaba más nostalgia invadía su corazón y, durante las noches, sólo era capaz de soñar con las estrellas del sur.
Después de la sorpresa de encontrar a Íñigo "encerrado" en esa cabeza, parecía que todo había salido bien. Casi demasiado bien y había echado de menos un poco de caza donde desentumecer sus músculos. ¡Qué carajo! Si ni siquiera pudo matar a un goblin...
Pero tenían lo que querían e incluso.
- Thokyl, igual es el alcohol o el olor a goblin pero... llámame loco... si la lancha sigue la dirección donde está Ínigo sin importar la distancia y a una velocidad siempre igual y muy lenta después de todo el tiempo que pasamos en el agua... si ponemos esa bola de metal al final de una pértiga y montamos después en nuestra barca, tenemos cómo salir de aquí...
- ¡Hahaha! La idea es tan loca que podría funcionar. Déjaselo caer a Tenshia como sin querer, que parezca que la idea es de ella y nos sacará de aquí.
Y así lo hizo, aunque casi tienen que atar a Roubhius cuando vio que pensaban llevar a los goblins consigo. El viaje de vuelta fue aún más horrible que el de ida y no sé de donde salió la fuerza de voluntad necesaria para que en su guardia el enano no cortara la cuerda que los remolcaba...
Al final llegaron a Forja y entregaron a Íñigo. Con el permiso pertinente y la ayuda entusiasta de Thokyl, Roubhius destruyó la barca para evitar que los Derros pudieran utilizarla para rastrear el ingeniero.
Tras unos días de descanso Roubhius reunión al grupo y se despidió de ellos.
- Aquí acaba mi viaje con vosotros. Urzgubil nos encargó traer al ingeniero a Forja y mantener a Tenshia con vida y he cumplido con ambas cosas. No sé si seré aceptado aquí, pero sí sé que no quiero volver a Bosque Dragón. No de momento. Debo buscar mi camino y mi compañía y voy a comenzar aquí.
Nada más habéis vuelto a saber del enano desde entonces, aunque tampoco preguntastais a la llegada al Bosque Dragón con la cantidad de cosas urgentes que había pendientes. Quizá siga en Forja, quizá ya sea de verdad un enano. O quizá haya buscado un nuevo bosque para cazar.