Partida Rol por web

muchas gracias doctor, a sido muy amable. le doy la mano mientras le doy las gracias, y luego me dirijo al lugar donde se a que dado shalma sentada.

Lo siento, caballero. contesta el doctor Jefferson muy educadamente

Pese a tener una inhumana belleza, Shalma tiene un corazón humano. Sentada, con sus codos apoyados sobre sus rodillas y con las mejillas sumergidas entre las palmas de sus manos permanece inmóvil y completamente ajena a lo que sucede a su alrededor, encerrada en su propio mundo, en su propia angustia, en sus casi silenciosos sollozos.

snif.

sin decir una palabra, me siento a su lado, saco mi pañuelo y se lo coloco en las manos, apretandolas con suavidad para darle una sensación de apoyo.

Retira sus manos brevemente y musita un apenas inaudible Gracias. y en su vulnerable estado apoya su cabeza en tu hombro.

Pasan unos 7 minutos y vuelve Bertrand. En esta ocasión no te dice nada, sino que se limita a apoyar su mano en el hombro de ella.
Shalma dice con voz autoritaria pero empañada de tristeza. Se sienta a la derecha de ella. Ella retira su cabeza de tu hombro derecho y mira hacia su hermano con desgana Mira, hay cosas que no concuerdan. Padre tuvo visita y nos echó, de la habitación, para hablar con una tipa llamada Morrow, o Marrow o algo así. Luego padre tuvo un ataque y las muestras de su vómito no llegan al laboratorio, sino que un auxiliar del hospital huyó con ellas. Cuando volvemos al hospital nos encontramos en la puerta a Vinacci, con esa tipa, y en vez de decirnos que padre estaba en coma, nos dice que se lo han llevado a observación.
Nos están ocultando algo.
Y la caja esa que padre trajo al hospital... se la llevó Vinacci. ¿Viste lo que había dentro? a mi nunca me lo enseñó

Shalma afirma con la cabeza

Ésto no me gusta nada. Muy sospechoso. ¿Qué había? pregunta Bertrand

.... una..... cajita mas pequeña, y ... un sobre ...y... un libro A Shalma la cuesta horrores hablar.

Bertrand, si quereis, yo puedo ayudarosle digo mientras me levanto y me pongo frente a el estirando la mano para ofrececrsela, siento lo que a pasado, de verdad, lo que necesiteis, aqui estoy

Bertrand te mira con furia por un instante, pero inmediatamente sus rasgos se suavizan. Te mira fíjamnete a los ojos y luego desvía su mirada hacia su hermana. Te vuelve a mirar moviemdo lentamente la cabeza. Parece que cada segundo dura minutos.
Fijando los ojos en tí se incorpora ligeramente y adelanta su mano.

Y estrecha la tuya con firmeza.

Quizás te juzgué mal, Barceló. Agradezco y acepto tu ayuda. dice en un tono, todavía, dos puntos por encima de frio, pero 8 por debajo de cordial, lo cual es un logro teniendo en cuenta que es Bertrand.

gracias a ti Bertrand, si me dices quienes eran esas personas, y como eran, vere si puedo encontrarlos

Jean Philippe Vinacci. Un fotografo. Padre decia que era su amigo aunque ahora no se que pensar. Y la dama me la presento como Morrow. Sarah Morrow, creo que era su nombre, pero no la conocia. El tono de voz de Bertrand sigue siendo algo frio, pero no tan gelido como te tenia acostumbrado.

Shalma tieme la mirada perdida y no parece ser consciente de vuestra conversacion, sumergida en sus propios pensamientos.

deacuerdo Bertrand, quedate con tu hermana, que te necesita, yo los encontrare, te lo preometo y dicho esto miro con tristeza a shalma y me voy hacia mi moto. la idea es ir al periodico local, y empezar por ahi a investigar. maldita sea, jure no meter las narices donde no me llaman, pero... por shalma haría cualquier cosa pienso mientras subo en mi moto

Shalma parece salir de su estupor y una pequeñísima sonrisa se dibuja en sus labios. Bertrand asiente.
Encaminas tus pasos hacia el Arkham Advertiser, el mas grande periódico local. Bueno, mas bien el periódico local, a secas.

En un edificio gris, por completo destinado a oficinas, y enfrente del rio Miskatonic, se encuentra la sede del Periódico local, el Arkham Advertiser, así como una pequeña oficina del Boston Globe, aunque dada la escasez de noticias que puedan interesar en la metropoli, esta suele comprar las noticias al Advertiser.

Un portero negro se encuentra en la garita leyendo el periódico (el advertiser, claro) y según entras en el edificio, muy perspicaz, eleva ligeramente su gorra y emite una anchísima sonrisa.
¿Arkham Advertiser? cuarto piso, señor.

Las oficinas del Arkham advertiser ocupan toda la planta cuarta del edificio. El ascensor del ascensor desemboca en un amplio vestíbulo del que parten una puerta de cristal con el marco de madera, en cuyo vidrio está pintado "Arkham Advertiser. Redacción". La otra puerta es doble y de madera, sobre cuyo dintel hay un cartel con el texto "Imprenta", y tras la cual se puede escuchar el ajetreo de las máquinas.

Imagino que te encaminas hacia redacción. Entras en las oficinas, y en el amplio y bien iluminado vestíbulo se encuentra un escritorio con un hombre concentrado en unos albaranes. Al escuchar el ruido de la puerta se vuelve hacia tí y te mira interrogante pero silencioso.

Detrás del escritorio se encuentra un gran espacio separado por biombos de madera con la parte superior de cristal para separar los "despachos" de cada uno de los periodistas y jornaleros, ajetreados ante el inminente cierre de la edición y cuyo traqueteo rítmico de sus máquinas de escribir crea un curioso ritmo en la escena.

Buenos dias caballero!, estoy buscando a un fotografo llamado Jean Philippe Vinacci, me puede decir donde encontrarlo, por favor mientras le hablo, le muestro mi identificacion como capitan del ejercito.

¿Vinacci? me temo que ninguno de nuestros fotógrafos se llama así. Vinacci... mire, creo recordar que hace un par de meses nos llegó una factura de atelier Vinacci. Quizás sea el hombre que está buscando....
Rebusca en un archivo.
Aquí está 56 North Church Street. No muy lejos.

graciasle contesto amablemente, y girando sobre mis talones, pongo rumbo a 56 North Church Street.

El local de Vinacci es un estudio fotográfico situado en una planta baja. Un letrero decorado con el apellido en letras muy "Rococó" reza de la siguiente manera : Atelier Vinacci.

El rótulo consigue su efecto, que no es otro que engrandecer el ya de por si exótico apellido del fotografo. Numerosas fotografías de parejas con hijos, bellas señoras, paisajes e incluso algún que otro espéctaculo de dudosa reputación adornan el escaparate.

Un mensaje mas de D-Dani y entras en la escena Atelier Vinacci.