Partida Rol por web

Nuestro pasos nos llevaron directos hacia... ¡un osario! Estábamos rodeados de huesos que, a la orden de un muerto, empezaron a levantarse rodeándonos. Un escalofrío recorrió mi espalda y por unos segundos permanecí enmudecida por el miedo.

La voz de Banter entonando una plegaria contra los esqueletos me sacó de mi sopor. Desenvainé mi espada y me dispuse a atacar, pero un miedo irracional me atenazaba y me hacía perder reflejos y eficacia.

Dos de los seis esqueletos se abalanzan contra Rainhort, ayudándo a su líder, al parecer no son tan tontos como parece, uno de ellos impacta con sus afiladas garras y logra desgarrar algo de piel del guerrero.
Otro esqueleto se abalanza a Hessa y logra hacerle un rasguño en el hombro.
Un esqueleto ataca a Ruukg y otro mas a Aunia, pero fallan ambos, de repente la maga se sentía asediada y asustada.
El último esqueleto, logra alcanzar al clérigo mediano y rasga un poco la armadura de su pecho.

El esqueleto que me ha atacado ha fallado por poco, y he soltado un grito asustado.

El miedo ante esa criatura y el que estuviera a punto de darme me hacen temblar como una hoja y levanto la ballesta intentando controlar mi pulso lo mejor que puedo, pero lamentablemente no lo consigo y erro el disparo.

El esqueleto me mira con autosuficiencia, sabiendo que soy una presa fácil y eso hace que me lata el corazón a mil por hora, mientras un sudor frío me recorre la espalda. Tragando saliva, doy incoscientemente un paso hacia atrás.