Partida Rol por web

Escuchó a Amanda con la sonrisa en el rostro.

- Tardaré un par de horas... me quedan algunos asuntos que atender todavía. Espérame ahí. El sitio está habilitado como refugio, así que, si nos pilla el amanecer, podremos dormir tranquilos. Gracias por el apoyo, Amanda... no esperaba menos de tí, pero me alegran mucho tus palabras. Tengo que dejarte rápido... tengo otra llamada en espera. Ya sabes... responsabilidades que no terminan...

Le lanzó un beso por el auricular y colgó sin más.

- Blaise despues te llamare yo, puede que no pueda coger la llamada si me encuantro en el lugar adecuado, recuerda prepararme una reunion con el primogenito tremere, es importante, y relajate, es tu primer dia, es normal que la tension te pueda - La ultima frase la digo en un tono cordian altes de colgar.

El telefono de Lavenko sono de forma insistente, el principe lo solicitaba.

- Si, que esta pasando? - Pregunto del otro lado, fue directo y conciso en aquella pregunta.

El príncipe saltó como un alambre tenso cuando escuchó la voz de Lavenko.

- De todo, Phillip... Tengo cosas que pueden interesarte muchísimo... tenías toda la razón respecto a nuestro amigo, y creo que habrá que poner tu plan en marcha a la mayor brevedad. Pero hay algo mucho más urgente. Traika ha perdido el control. Una malkavian del Sabbat ha eliminado a Adam, una especie de chiquillo adoptivo que tenía Romanov, y éste la está persiguienod por la ciudad, rompiendo la Mascarada a lo bestia. Necesito que le ayudes. Ya hay algunos nosferatus trabajando por encubrir sus atrocidades, pero no podemos permitir que el sabbat elimine a los nuestros sin recibir su justo castigo. Traika ya pagará por su descontrol, pero por ahora, lo más importante es dejar claro que apoyamos a los nuestros, que ningún Vástago leal va a quedar desprotegido en caso de ataque. Por ahora sólo sé que se encuentra cerca de una vieja fábrica. Voy a intentar conseguir una localización más precisa. Hay muchos más asuntos que hablar, pero éste es prioritario.

Entiendo ire lo antes posible, tengo un pequeño problema que solucionar..... cuando sepas la locasion exacta llama o manda un mensaje.... ire a ver que puedo hacer por Romanov Respondio Lavenko del otro lado del telefono....

Debo irme, espero ese aviso Por que era tan breve en sus palabras, debia ser mas importante....

Blaise asintió mientras escuchaba a Lavenko, como si éste estuviera en la sala.

- Comprendo, en cuanto sepa la localización exacta te mando un mensaje.

Colgó sin más.

Me acerco al museo del ferrocarril mientras marco el número de Lucius en mi nuevo teléfono. Espero a que atienda...

- Lucius... soy Blaise. Debo agradecerte el aviso sobre la abeja... tenías toda la razón. Creo que ha intentado matarme. Ahora todos piensan que he muerto. Por favor, ayúdame a mantener la farsa. He encontrado un escondite donde será difícil buscarme. ¿Has sabido algo de Amanda o de Sophie?

Espero respuesta mientras busco una entrada trasera para acceder al museo. Si hay un guardia, mejor que mejor; es más fácil Dominar a los mortales que saltar vallas.

- Hola señor principe.- contesto el con voz casi infantil y luego se corrigio.- Siento lo de su casa de verano aunque siempre me gustaron los fuegos artificiales me alegro de que no se encontrara dentro.

Si se algo de la señorita Sophia... Me pregunte ¿Quien es su sire? y lo busque... es curioso que su sire muriera dos años antes de que ella naciera ¿No cree? Algo insolito... o bien los datos mientes o su sire fue otro... soy curioso... investige mas. ¿Le suena el nombre de Alastor el cruel? Es un arzobispo del sabbat que tiene una araña tatuada en la nunca... justo como la que tiene la señorita arconte... ¿No le parece curioso?

Ya dentro del museo, sentado como conductor de una locomotora antigüa, escucho las palabras de Lucius, asintiendo como si le tuviera delante.

- Ya... De lo más revelador, Lucius. Todo encaja. Ahora veo las cosas más claras. Muchas gracias por la información. Te volveré a llamar pronto para darte más datos, por ahora debo dejarte... mis invitados están llegando.

Cuelgo el teléfono sin esperar respuesta.

- Que deba fiarme de la información de un Malkavian resulta casi irónico. ¿Para qué me puso la Arconte en el cargo de príncipe, si es un agente del Sabbat? ¿Contaba con mi incompetencia? Pues se va a llevar un susto de muerte. Nadie se la juega a un Sanford de esta manera y sobrevive para contarlo. Necesito saber dónde duerme, dónde caza, qué respira. No se verá venir el golpe... ningún Vástago se espera jamás que los mortales sean su ruina. Y yo tengo poder sobre los humanos. Ahora necesito sólo una foto de Sophie, y estará acabada.