Partida Rol por web

Os despedís de vuestro compañero y subís a vuestra "habitación"; un lugar que sin duda ha servido anteriormente para almacenar trastos y está lleno de polvo, sobre cuyo suelo se alinean algunos montones de mantas que sirven como cama. Las ratas y ratones que se mueven por las esquinas os dan la bienvenida.

Tus compañeros se despiden y desaparecen por una escalera que sube a la segunda planta. Te vuelves y encuentras la mirada desvergonzada del gordo Waldon y su cara porcina:

-¿En que puedo ayudarle, seño´?

El explorador se pega a la ventana de la habitación por la que se adivina (entre la suciedad) la lluvia y se filtra algo del frío del exterior,  mientras las ratas se amontonan en la esquina opuesta. Cualquiera diría que están ideando un plan para zamparse a esas dos suculentas "piezas" que acaban de llegar.

Sin duda son imaginaciones provocadas por un cansado día de viaje para los aventureros.

¡Pues puedes empezar por darme una jarra de tu cerveza más cara, Waldo!

Tras dar un par de tragos, Valeros prosigue.

La verdad es que tenéis el pueblo muy bien defendido, y Dalard os protege bastante bien. Estoy seguro de que esos sucios mercenarios no podrían ni acercarse sin ser completamente aniquilados. Y ya que estamos, hablando de Dalard... ¿Cómo es que un hombre así ha acabado en este pueblo?

Tras esto la conversación continúa.

Waldon esboza una sonrisa y se relaja cuando ve que puede haber un beneficio "mercantil" en la conversación...

-Entienda amigo que si Dalard se enterase que ando hablando de él a sus espaldas me daría una buena paliza-dice intentando en vano ser sutil.

Se te acerca y desde el otro lado de la barra adviertes el desagrable olor que despide.

-Por 5 monedas de oro le contaré todo lo que se- susurra rápidamente mirando a los lados con gesto temeroso.

Aquí tienes 2 monedas. Si lo que sabes me parece que lo vale, te daré las otras 3.

Mientras sigo andando con el perrito faldero ...-Hum!!, ¿así que somos rehenes?, mira joven como comprenderas despues de saber que ese hombre ha sido atacado por criaturas que deberian permanecer en sus tumbas no esperaras que pueda dormir tan tranquilamente si haber revisado las opciones que tenemos para poder defendernos, sino, ¿Como crees que he podido llegar a tener 100 años?.

Por cierto, me llamo Lathander, ¿Eres de aquí o simplemente uno de los hombres de Dalard?.

Waldon se vuelve solícito y dócil ante la vista del oro.

Te cuenta que Dalard y Becher sirvieron durante un tiempo juntos en el ejército de Taldor. Dalard incluso fue años antes miembro de un prestigioso cuerpo de élite llamado Los caballeros del Aguila , al servicio directo del Emperador . Aunque el no suele decirlo a los extranjeros, en ocasiones estando borracho ha enseñado un gran tatuaje de un águila que lleva en su espalda.

Cuando Becher volvió al pueblo , tras años fuera de el , trajo consigo a algunos de sus compañeros de armas que también habían dejado el servicio. Tras el accidente mortal de Iadon, el  padre de Becher,  Dalard y el resto le ayudaron a reformar la bodega y convertirla en destilería. Desde entonces el pueblo recibe a más visitantes y viajeros que buscan el infame licor que destilan y los servicios de las prostitutas de la taberna de Waldon (aquí sonríe orgulloso). Los ex-soldados se asentaron en el lugar y el asentamiento creció, aunque la mayoría de ellos no quiere hablar de su vida pasada

Dalard está preocupado por la desaparición de su amigo Becher, que desde que murió su padre cayó en los brazos del alcohol y se comporta erráticamente.

Te dice también que Dalard desconfía de vosotros, cree que podéis ser hombres de Grald y le ha mandado echaros un ojo.

Poco más tiene que contar el gañán. Se queda babeando a la espera del resto de monedas

El hombre (que dice llamarse Kor) asiente cuando le dices que pretendes inspeccionar el pueblo.

Te sigue a unos metros de manera ridícula atento a tus movimientos mientras inspeccionas el lugar.

Apenas una veintena de casas humildes en un par de círculos concéntricos en torno a la destilería y la taberna. Cuatro caminos abandonan el lugar y en la lejanía se advierten las luces de las hogueras de los campamentos de los mercenarios de Grald en cada uno de ellos. Todo el lugar está inundado por la niebla que emana de la misma ciénaga en que se ha convertido la zona. No hay nadie por entre las casas.

Al parecer ha habido una inundación reciente , por la lluvia y la crecida de algún rio  y todo el terreno está igual.

El lugar es una pesadilla para defenderse de un ataque. Su minúscula muralla apenas serviría para contener a el ganado. Tan solo el edificio de la destileria parece algo más recio, de mejor construcción.

Cuando inquieres a Kor sobre las cuevas dice no saber nada sobre ellas. Te dice con gesto muy serio que vive aquí y que hace tiempo estuvo al servicio (intuyes que militar) de Dalard. Se ve que es un hombre disciplinado y diligente que se limita a cumplir órdenes.

Definitivamente la información vale esas monedas. Aquí tienes.

Le doy sonriendo las 3 monedas restantes.

Y por cierto, esta noche me temo que debo descansar, pues mañana me espera un día duro. Pero quizá cuando las cosas se hayan calmado me gustaría conocer a tus chicas...

Waldon se anima cuando ve que te puedes convertir en un cliente futuro e insiste en agasajarte invitándote a un par de rondas más. Te promete que cuando todo el problema del pueblo se solucione te enviará a una de sus chicas como agradecimiento a un precio asequible. Poco a poco (y seguramente gracias al efecto de la bebida) el gordo empieza a caerte mejor y el local te parece más acogedor.

Está preocupado por el futuro del asentamiento.Dependen de vosotros y de la aparición de Becher y los documentos de propiedad. Waldon sabe que si esas tierras son entregadas a algún noble o señor como Grald muchos tendrán que irse de allí ya que les obligarán a pagar impuestos excesivos por tener una casa o un negocio.Además se veran obligados a respetar los dictados , sean cuales sean, que vengan desde Oppara, la capital de Taldor

Te cuenta  que Railford está en un lugar estratégico de la zona y es un paso frecuente de viajeros. No puede hacer más que prosperar.

Lathander vuelve a la taberna y le da el relevo a Valeros. En el salón de la posada ya no queda nadie y el pueblo duerme en silencio. Tras unas horas Marcell da el último relevo de la guardia.

El breve descanso trasncurre sin incidentes en la aldea , pero vuestros sueños se ven invadidos por imágenes y pesadillas intranquilizadoras seguro provenientes de la historia de terror que os contó Jessup.

Un par de horas antes del alba Dalard aparece con gesto serio cruzando el acceso de la taberna.