Partida Rol por web

Vi como el tomás se dirigía de nuevo a la sala de los cerdos tras mi pregunta. Suspiré mirando a Ana que me miraba extrañada, y decidí intentar una nueva conversación con ella... me gustaría que hablara más, pero suponía que aquella situación estaba siendo demasiado para ella. Seguí a tomás en dirección a la sala de los cerdos, deseando llegar, echar un vistazo y volver por fin con los demás.

Ana, por qué no hablamos un poquito y así no nos aburrimos? qué estás pensando cariño? cómo te sientes? quieres contarnos algo?

Con la mano cogiendo la mano de Sophía, la miró al sentir que le hablaba. Abrió los ojos... y luego ladeó un poco la cabeza, para acabar negando.

No.

Parece que solo se había quedado con la última pregunta de la morena.

Al llegar con los cerdos nuevamente, dibujó una cara de asco y cogió algo más fuerte la mano de Sophía.  

Al llegar a la sala de los cerdos veis los cristales de hidrogeno tintados de brotes de sangre por el disparo perdido de Le Mont, donde además de la bala perdío su vida.

Unos cerdos abiertos en las barras... sangre en el suelo.... ni rastro del cuerpo de Miquel... y a cambio la cara atonita del padre Tomas.

Miro con la cara congelada a Sophia e intermitentemente a Ana y digo: No... No está.... Su... Su cuerpo..... su cuerpo ha desaparecido.... Juro que no estaba cuando llegué

El temor hacía sombra en mi cara, mientras me respondía a mi mismo, señalando a Le Mont: Y sin embargo, el sigue estando allí, sigue estando muerto. ¿Quien ha podido mover el cuerpo?

Enseguida se esconde de nuevo detrás de la pierna de Sophia, mientras mira al padre Tomás y los cuerpos inertes de los cerdos... también mira a su padre, y mira de nuevo a la mujer. 

Porque se despertó y se fue. Como papá, él también despertará y se irá.

Se encoge de hombros y asiente. Convencida de sus palabras. 

Llego donde estan los demas corriendo.- Hola.- digo mientras recupero el aliento.- Por favor, siganme rapido. Creemos haber encontrado una puerta, no estamos seguros de si es una salida pero es un avance y es mejor que continuemos juntos apartir de ahora. Salir no va a ser facil... al parecer esto esta lleno de trampas y pruebas... es un juego macabro pero tengo la corazonada de que podemos salir si cooperamos y usamos nuestro ingenio.

Al llegar a la sala de los cerdos y tras observar la alegria manifiesta por el cura, observas a tu alrededor la sala de los cerdos y miras con incredulidad como el lugar donde debería de yacer el cuerpo inerte de Miquel ahora se encuentra vacio.

Miro al suelo con asombro.- ¿Que ha pasado con Miguel?.- pregunto abiertamente.

Despertó.

Responde Ana, sin soltar la mano de Sophía y mirando con los ojos bien abiertos a Yulia, que había aparecido de repente. Habla de cosas extrañas, trampas y pruebas, ¿juego macabro? Los grandes ojos de Ana no se apartan de la rubia, sin comprender lo que dice. Solo entiende algo de una salida, y una salida haría que pudiera ir con su padre de nuevo.

Sonrió, más para sus adentros que abiertamente, y se soltó de la mano de Sophía para acercarse a Yulia.

Tomo la mano de la pequeña y la sonrio.- Vamos.- Apremio al resto girandome de vuelta al pasillo, no tenemos demasiado tiempo.

Para ir mas rapido tiendo los brazos a la niña para cogerla aupa.

Escucho la respuesta de la niña y la tentativa de Yulia de llevarnos hacía los demás.

Cojo del brazo a Sophia, que ahora concurria como una estatua y sigo a Yulia llevando conmigo a Sophia y digo:

En verdad, Yulia, no sabemos si se despertó o alguien se lo llevo, solamente sabemos que cuando llegamos ya no estaba.

Los cuatro avanzasteis hasta la celda donde se encontraban Elena, Laura y Alex.

Ellas estaban en la puerta de la celda, como esperando vuestra llegada...

Noté mis miembros congelados mientras muchas cosas se sucedían a mi alrededor. La desaparición del cuerpo de Miquel no era razonable, qué había pasado? un monton de ideas sobre donde podría estar se agolpaban en mi mente sin dejarme pensar claramente. Había alguien más allí aparte de Le Mont? Alguien que conocía el lugar y estaba jugando con nosotros? Alguien de nuestro propio grupo o alguien ajeno?

De repente me sentí impotente, incapaz de confiar en nadie, incapaz de pensar y moverme. Entonces entró Yulia diciendo un montón de cosas extrañas, a las que habría echo oídos sordos si no hubiesen venido de ella. El tirón de la mano de Ana soltándose de mí y corriendo hacia ella, el toque y arrastre del padre Tomás fuera de la celda... y yo no podía reaccionar... Pero adonde vamos! aquí debe haber algo! Ni siquiera las palabras salían de mi boca...

Y llegamos a un lugar, un lugar con todos los demás. Todos los demás y una desconocida. Dónde está? le pregunté sin dar más explicaciones.