El puñetazo alcanzó de lleno a Nate, que notó como varias de sus costillas crujieron. Aunque estuviese usando una inyección para hacer arder sus puños, algo similar a lo que había hecho al otra chica para regenerarse, aquello estaba muy cerca de la técnica de "puño de fuego" que usaba la Maze del presente, aunque lo hacía sin necesidad de píldora ninguna.
Aquel puñetazo le recordó al que recibió el día que llegó al club… al menos esta vez aún le quedaban fuerzas, pero aunque aquella niña no alcanzaba la fuerza de su versión adulta y sus movimientos eran mucho más bruscos y con falta de técnica, no era para nada agradable. Tras aterrizar contra una pared cercaba de forma similar que él le había hecho a la chica, Nate se mantuvo en pié y aún podía luchar, pero en vez de atacar intentó hablar con la chica en vez de luchar contra ella.
La chica se paró para continuar luchando, no solía atender a lo que decían sus objetivos. Las bestias no decían nada con sentido y los villanos solo intentaban engañar. Fue entonces cuando Nate comenzó a hablarle y a referirse a ella por Maze y a decirle que ¿Era su discípulo del futuro? Aquello no tenía sentido y era lo más extraño que le había dicho un villano y quizá por eso se paró a preguntar, sentía curiosidad.
- ¿Maze? - preguntó - Creo que te confundes de persona, yo me llamo Liliana - Por un momento Nate pensó si se había equivocado, pero entonces se dio cuenta. Maze Storm era su nombre de heroína, probablemente aún no lo había adoptado y aún usaba su nombre real… que parecía ser Liliana… algo que Maze se había asegurado que nadie que lo conociese lo usase y por ello, Nate nunca había escuchado si quiera de Frank.
- Si vienes del futuro entonces ¿Estas de parte de los gemelos? Aunque eso significa que tienen que estar en este tiempo - crujió sus nudillos, con sus manos aún en llamas. Estaba claro que esa manía si era algo que conocía, Maze solia hacerlo cuando se disponía a luchar al cien por cien de un momento a otro - Si me dices donde están, te dejaré irte con vida - dijo con un rostro demasiado serio para una niña de ocho años.
Motivo: daño de mace
Tirada: 4d10
Resultado: 21(+12)=33
Cualquiera que fuera la decisión que tomara su madre, o esa mujer que la había dado a luz, quedó pendiendo entre ambas al ser interrumpida por un terremoto que amenazaba con echar abajo aquella endeble estructura. Brooke, que ya llevaba su armadura, una que, a decir verdad, parecía mucho más práctica que la que vestía esa mujer, estuvo tentada a decirle que ahí se pudriera y largarse dando un salto por la ventana.
Claro que el hecho de estar en terreno desconocido y haber casi muerto hacía apenas unas horas, le hizo replantearse su decisión imprudente. Emitió un gruñido disgustado antes de tirar el cigarro y activar el casco de su armadura.
- Muy bien, tú guías, vieja.
¿Liliana? Bonito nombre desde luego pero no le pegaba a la pedazo de bestia que estaba hecha Maze. Aún así, incluso con el dolor que tenía en las costillas, Nate no pudo evitar sonreír al pensar en lo que se reiría al regresar al presente.
Si es que sobrevivo.
Se llevó una mano al costado que seguro que debía de estar lleno de costillas rotas en su interior y miró a Maze sin comprender:
- ¿Gemelos? ¿Te refieres a Red Skull y su hermano?- no entendía nada ni por qué quería saber de ellos.- No tengo ni idea de lo que hablas, Maze. Y anda, no pegues a tu discípulo preferido. Frank se llevará una decepción si lo haces. Yo estoy buscando a un villano con guantes para derrotarlo. ¿Te suena?
Al parecer toda la parrafada que le había soltado había logrado tranquilizarla, al fin y al cabo le estaba diciendo la verdad. Y para cuando afirmó que era la cosa más extraña que había visto en la vida, él ya había empezado a formular en su cabeza alguna frase que le permitiera presumir de su autenticidad y magnificencia, pero antes de que pudiera abrir su enorme bocaza o la mujer acabara su afirmación un fuerte temblor les interrumpió.
— ¿Eso también es normal o qué? — Preguntó reincorporándose en alerta sobre sus piernas, dejando atrás el sucio pero cómodo sillón.
De pronto una explosión cercana volvió a sorprenderles, y después de aquella sonó otra, y otra, y otra... Sonaban como pequeña bombas, como si un avión estuviera bombardeándoles desde el cielo, aunque eso era un poco difícil ya que se encontraban en una ciudad subterránea. Aún más alerta que antes miró de nuevo a la mujer y alzó las manos en son de paz.
— Te juro que no tengo nada que ver. — Y dicho eso cayó en la cuenta de que si las supuestas bombas estaban cayendo sobre las pequeñas edificaciones de la ciudad igual una casa no era el mejor sitio donde quedarse. — Salgamos de aquí y veamos que cojones está pasando.
Insisto, mil perdón, entre semana voy fatal de tiempo y cuando me doy alguna horita de descanso me pongo a jugar y acabo sin escribir nada de nada. Intento para esta semana guardarme algo de tiempo ni que sean los miércoles o jueves para poder actualizar antes del fin de semana. LO SIENTO DE NUEVO.