Partida Rol por web

Al final ella se fue con el al otro mundo....Lo are Isabel....

Una tristeza rodea mi corazón a escuchar la noticia... pero tener su colgante... lo tendré siempre conmigo.

Anna despertó sobre la mullida y confortable alfombra del salón de su casa, abriendo los ojos pesadamente, intentando recordar cómo había llegado hasta allí. Las imágenes se entremezclaban en su cabeza, aliviada por haber podido salir al fin de aquella pesadilla. Nunca antes había tenido un sueño tan nítido, ni tan real, ni tan espeluznante. 

¿Qué hora era? Llegaría tarde a la subasta si no se daba prisa. El recuerdo del sueño aún bombardeaba su cerebro de una forma tan cruel que a punto estuvo de desistir y dejar pasar, por esta vez, la oportunidad. Pero qué tontería; sólo había sido un sueño.

Así que se levantó decidida, percatándose entonces de que llevaba puesta la misma ropa, y dejó caer sin darse cuenta una rosa blanca y otra roja que alguien había depositado en sus manos. Miró a su alrededor inquieta, esperando encontrar señales de algún intruso, cuando un ramo de flores blancas, que nunca antes había estado allí, acaparó toda su atención. Despacio se acercó hacia él, justo en el mismo instante en el que el sonido de la caja de música invadía la habitación, y un susurro pareció llegarle de algún lugar indeterminado.

Lentamente cerró la tapa, acallando su sonido, intentando encontrarle un sentido a todo aquello. Sus primeras conclusiones se dirigían hacia un fallo importante en sus capacidades mentales. De pronto, la televisión se encendió y absorta escuchó la noticia. "Gabriel... Isabel... " susurró, mirando de nuevo la cajita de música y la urna con la momia. 

Se acercó hacia los objetos de nuevo y recordó, uno por uno, los rostros de los compañeros con los que había compartido aquella pesadilla. Quizá más adelante investigaría sobre ellos, quizá podría ponerse en contacto con alguno... pero no sería hoy. Ahora, en este momento, lo único que le importaba era mantener a salvo sus nuevas y preciadas pertenencias. 

La muerte se torna inevitable. El pecado de la arrogancia ha de ser pagado... y exige un sacrificio.

Es cuando al fin su mortaja me rodea el mismo instante en el que, como cuando cuando se rompe una presa, permite que todo fluya de modo raudo y sin control. No es hacia atrás, no es hacia delante. Es hacia el destino.

Siento una caricia... o tal vez es sólo mi imaginación, pero es suave, contrario al abrasador fuego que tal vez anhelaba encontrar al otro lado, o incluso al gélido hielo del que algunos hablan.

En mi interior, en estos instantes de eternidad en los que ya he dejado de ser, sé que todos se encuentran bien, que un nuevo camino se dibuja ante ellos, mientras a mí tan sólo me resta más eternidad. Por primera vez desde que recuerdo, desde que soy humano, tengo el deseo de volver tan sólo para despedirme, para agradecerles luchar por ella, luchar contra mí... darle al mundo y a Isabel una oportunidad.

Cierro los ojos, y una luz invisible se refleja en una lágrima.

Abrí los ojos, sentia una mezcla entre dolor de cabeza y mareo. ¿Qué había pasado?- pienso y miro a mi alrededor,.Me encuentro en casa, en mi hhabitación,  Angel está a mi lado, de pronto escucho unos pasos y la voz de Lucía. Me levanto y voy hacía el salón,  la casa esta repleta de rosas blancas. Al entrar en la estancia la encuentro emocionada saltando encima del sofá.-Mamá...la casa esta llena de flores..- repite una y otra vez.Sin poder evitarlo comienzan a bbrotar lágrimas en mis ojos.- Creí que te había perdido.- Pensé intentando controlarme y me acercó a ella cogiendola en mis brazos, abrazandola fuerte.

¿Porque lloras mamá? , prometo que no saltare más en el sofá. - Dice Lucía sonando su voz algo apenada. - No pasa nada cariño, puedes saltar siemprr que quieras. - Le digo y vuelvo a abrazarla.

Mamá. - Dice Lucía sseparándose un poco y mirándome, después señala a la pared, donde aparecen colgados el cuadro de Isabel en el que aparece Lucía y junto a él,  el otro cuadro con la rosa.. - Mamá,. Ella dijo que debíamos cuidarlo.- Continua mostrando una urna que tiene a su lado. Alargo la mano para cogerla. En ese momento veo aparecer por la puerta a Ángel. Que nos está mirando.

Me despierto junto a mi mujer, poco me dura la dulce visión de mi mujer porque ya está estrangulando a la pobre Lucía. Observo desde la puerta como la niña no es capaz de comprender a su madre y porque está llorando así que me acerco a ellas rescatando con dulzura a mi niña de la presa de su madre. Sonrío y beso  a Agatha como disculpa de llevarme a la niña.

Después abrazo a mi hija yo, pero no tan fuerte como su madre aunque lo deseo, hija quien te dio la urna es la mujer que pintó el cuadro en el que sales tu. Sin poder reprimirme mas comienzo a besar a Lucía dando gracias a Raziel. Acercándome con la niña a Agatha se la devuelvo para que ella termine de soltar lo que tiene dentro .

Al acercarse Ángel sujeto a Lucía entre mis brazos y le doy un beso mientras nos abraza.- Parece que todo ha acabado. Pienso, dando gracias porque todos eestamos bien.

Me despierto en mi habitación, medio sentado medio tumbado sobre la cama, con la tele puesta en un canal de noticias.

Parpadeo confuso unos instantes, y me incorporo para sentarme sobre la cama. En ese momento un dolor atroz me recorre toda la cabeza, por lo que la sujeto con ambas manos, apoyando los codos en las rodillas, mientras me palpo la cicatriz que está oculta por el pelo. Se avecina una migraña y de las gordas, pienso, pero finalmente lo que se produce es una lluvia de recuerdos, una gran cantidad de recuerdos y experiencias pasadas que se descargan como un torrente, buscando un sitio en mi memoria, un sitio que no encuentra. Miro algo mareado hacia el reloj digital de la mesita, y al verlo parpadeo un par de veces antes de darme cuenta de que tanto la fecha como la hora no pueden estar bien.

Me incorporo y al hacerlo me tambaleo, apoyándome en la cómoda, para mirarme en el espejo. Tengo cara de haber vuelto de una patrulla de combate en Iraq, sin embargo por el día y la hora aún no he empezado el servicio de escolta de hoy. Sin embargo tengo una serie de recuerdos que se me agolpan, recuerdos del servicio, del hotel, de un viaje infernal escaleras arriba y de un extraño tiroteo en la azotea del propio hotel. Alucinaciones, pienso apesadumbrado, estoy volviendo a tener alucinaciones, ya hacía tiempo de la última vez, agarro torpemente el bote con las pastillas que me recetó en su día el psiquiatra militar y cuando lo acerco para abrirlo mi vista se centra en la urna de cristal con el cuerno celta, mientras en la tele anuncian la muerte del Fiscal General y de su esposa, mi servicio de escolta para la tarde.

Lentamente poso el bote de patillas y apoyo una mano en la urna. Al hacerlo, los recuerdos parecen ubicarse solos en mi cerebro y la mentalidad táctica comienza a funcionar en modo automático, ordenando los sucesos y clasificándolos según las diferentes prioridades y los eventos ocurridos. Poco a poco el dolor de cabeza desaparece y me encuentro mejor.

Finalmente me vuelvo a sentar en la cama y llamo a mi jefe que me confirma que el evento se ha cancelado, el evento que recuerdo perfectamente. Después comienzo a llamar a los demás miembros del equipo de escolta, para asegurarme tanto de que están bien como de que ya se han enterado de que el evento y el trabajo se ha anulado.

Después me cambio de ropa y me pongo ropa discreta. Meto la urna en una mochila y la mochila en el maletero del SUV en el garaje de cara a que nadie me vea y que no llame la atención. Salgo de casa con el SUV y en el primer cajero saco un montón de efectivo, para a continuación irme a un Walmart a comprar 10 mochilas idénticas lo bastante grandes como para meter 10 cajas en las que pueda meter la urna. Vuelvo a casa y en el garaje, donde nadie me pueda ver, meto las 10 cajas en las mochilas y las pongo junto a la mochila que contiene la urna. 

Después voy a 10 bancos distintos de Manhattan y contrato 10 cajas de seguridad distintas, dejándolas pagadas por 10 años con tarjeta y depositando en cada una de ellas una de las mochilas cogida al azar del maletero del SUV. Cuando ya tengo las 10 mochilas señuelo depositadas en las cajas cargo el equipo de caza en la parte de atrás del SUV y me voy a Maine a pasar el fin de semana de caza, alargo el camino hasta llegar a Canada donde contrato otra caja de seguridad en un banco canadiense, con un nombre falso y pagando en metálico para que la conserven 15 años.

De esta forma, si alguien busca el rastro sólo llegará a las 10 cajas de seguridad contratadas con tarjeta y nunca podrá encontrar la caja contratada en metálico con otro nombre, pero yo podré comprobar fácilmente si todo va bien cada fin de semana que me vaya de caza a Maine o Canada.

Finalmente me compro una botella de bourbon y en lugar de pasar el fin de semana de caza, me lo paso bebiendo, por primera vez desde que volví de Iraq, en memoria de lo que viví sin vivirlo, y en memoria de los que no han vuelto.

Apaga la tele... toca el colgante de Isabel.... Ya te fuiste.... Todo esto tuvo que pasar así...Se levanta y se va al espejo que tiene en su dormitorio se toca el mechón blanco que tiene.... Me lo dejare como recuerdo piensa mientra se lo esta tocando.

Se va al baño para darse una ducha...Ahora toca purificar ese Diamante y esconderlo bien... para que nadie lo encuentre....

Tras la ducharse se pone hacer el ritual de purificación.... se pone el colgante de Isabel y el suyo aunque este roto...

Enciende unas velas al rededor del diamante un circulo de sal... hace unos signo egipcio en el aire hacia el diamante y dice: Purificate que todo el mal que hay en este objeto se vaya!! una y otra vez...La Sal se convertido en negra y eso quería decir que el diamante fue purificado....

En una caja de madera mete el diamante envolviéndolo en un pañuelo rojo y blanco.....

Coge su coche y una pala y se va al campo para esconderlo bien... Cava profundo y lo entierra... y al terminar coge una piedras blanca y pone ISABEL. Con una rosa blanca encima del nombre.