-Esto....dijo Ana mientras pensaba en la pregunta,¿besos apasionados en el cuello?Este chaval está flipando! si de esos no me han dado nunca.Un rápido vistazo a su alrededor la bastó para ver a María roja como un tomate y... Mierda, fijo que conteste lo que conteste Clara se cree que soy una golfa.-Joder con la preguntita Héctor, no se la respuesta.Supongo que eligo besos normales porque de los otros... en la boca, besos en la boca.contestó al fin.
No me había gustado ni un pelo escuchar la pregunta que Héctor le había formulado a Ana, prueba de ello fue que inconscientemente estaba con el ceño fruncido, aunque en el fondo quería escuchar su respuesta para saber qué era lo que a ella le gustaba. Quizás en un futuro yo tuviera alguna oportunidad, aunque sabía que poco podía hacer frente al guaperas de Héctor.
Me quedé aguantando la respiración hasta que Ana habló, tomando buena nota de su respuesta aunque, de nuevo, no me gustó imaginarme a Héctor dándole un beso en la boca a mi adorada Ana.
—Vale... Mmm... ¿A quién le toca ahora? —Con cierta torpeza quise desviar el rumbo que podía tomar aquella conversación.
Yo levanté la mano tímidamente.
-Yo...
No sabía que si me tocaba o no, pero quería proponer algo.
-Reto
Me aclaré la garganta.
-A que digáis si alguien del grupo os gusta o bebáis cinco... bueno tres, cucharadas soperas de aceite.
Es que si cinco les caen mal y después nos quedamos sin vacaciones se van a querer matar.
xD
He estado un rato buscando canciones del año 1986. La verdad es que casi todo lo que sale es en inglés, y lo que esta en castellano me da urticaria escucharlo xD
Pero me he puesto a ver este vídeo, y he pensado lo mismo que el primer comentario del mismo. ¡Es el tipo que envío John Connor para salvar a su madre Sarah Connor!
Y que sepáis que The Final Countdown es del año 1986
8)
-Sí djio Ana, no añadió nada más. María no había preguntado quién les gustaba, sólo que dijeran si les gustaba alguien...
A mi también. - respondo escuetamente mientras dirijo mi vista a mi pie desnudo y guardo silencio.
No tenía idea de quebes lo que María pretendía averiguar, lo que sí sabía era que mis gestis y mis ojos podían revelar más de lo que mis labios estaban dispuestos a compartir, así que decidí que lo mejor era mirar como mi pie hacía su baile de la victoria.
En verdad es hiponótico. - pienso con una sonrisa.
Quedé pálido o rojo o una mezcla de ambas porque tan pronto sentí un calor enorme como escalofríos recorriéndome, pero es que la pregunta de mi prima me había dejado de una pieza. ¿Qué iba a contestar? Si contestaba la verdad fácilmente se llegaría a saber quién me gustaba y mentir, bueno, era la única salida que tenía.
Así que, en lugar de decirlo en voz alta simplemente negué con la cabeza mientras en mi cabeza empezaba a resonar una canción de amor:
herel be no darknes tunaig
leidi our love will shine
ligting de night
yust put your trust in mai hert
and meet me in paradise
nau is de time girl
your every wonder in dis world tu me
a treasure time wont stel away.
Antes de seguir, Borja y Clara participan aquí? digo para esperarles =)
Ay, ¿qué podía hacer? No quería contestar a la pregunta, pero si aceptaba el reto se me iba a ver el plumero de que estaba escondiendo algo, además de que la idea de beber aceite me daba bastante asquito, ¡estaba a punto de hacerlo! Por suerte, Ana y Héctor aparecieron en su rescate, tal y como dejaron entender con sus silencios, tampoco hacía falta decir quién exactamente.
-Sí -murmuré, al mínimo de volumen, antes de volver a sumergirme avergonzada en mi fortaleza de almohadas.
Oh... bien
Nadie había confesado nada, pero yo me imagina cosas. Como que a tal le gustaba tal, y eso.
-Bueno, a ver quién sigue.
Me rasqué la cabeza, me acomodé la gorra y me di cuenta de que la había retirado por perder el reto uno; así que la volví a colocar en su sitio.
Nadie confesó nada...
Uffff
-¿Hay Coca Cola??
En la nevera, voy por ella, sigan jugando mientras tanto, creo que le toca a Clara, pues es quien más callada está hasta ahora. - anuncio mientras me pongo de pie y salgo de la habitación por la cola y unos vasos.
Pues eso una ronda sin mi.
-Emm... -no me apetecía nada tener que contestar a nada de lo que me pudiera arrepentir. ¡Ya me arrepentía de aquel Sí tan tonto que acababa de decir! Así pues, me puse de pie y dije:
-Elijo reto. Lo que se os ocurra -porque la cosa era que le pusieran el reto a ella, ¿no? No como había hecho María, preguntando así a bocajarro.
Ana estuvo pensando, ¿que reto sería el mejor?¿Algo físico?.. no, eso le gustaría, lo divertido era algo que la hiciese sentir incómoda.-Te reto a que te metas el hurón dentro de la ropa 3 minutos.Soltó a bocajarro, también había pensado en pedirle que se pusiera ropa interior de chico pero eso igual era pasarse de la ralla.
Woooo
Dije pensando que eso no solo mola, sino que es aterrador.
Yuck... me gusta Orko pero no para tanto.
Me alegré de que no me tocase hacer eso porque me iba a dar un infarto. No es posible tener infartos a tu edad, me recordó la vocecilla de la niña cerebro que habitaba en mí, pero de todos modos tampoco quería comprobarlo. Cuando Héctor trajo las gaseosas tomé un sorbo y la fui pasando para que todos bebiésemos algo mientras a la pobre Clara le tocaba el reto pedido.
-Jajaja -me reí, y luego me quedé esperando unos segundos en silencio a que me pusiera el reto de verdad. La seriedad de Ana a veces imponía un poco y era difícil saber cuando hablaba en broma y cuando en serio. Aquella vez iba bien en serio.
-¿Pero qué? Se te va la olla... -se me escapó cuando me di cuenta de que mi amiga no bromeaba. Estuve a punto de echarme a atrás y dar por finalizado aquel tonto juego, pero mirando las caras de mis amigos me di cuenta de que si lo hacía iba a quedar fatal. Estábamos de vacaciones, si no lo hacía, sin duda les chafaría y volvería a quedar como la mala. Lo iba a hacer. Me puse de pie de golpe y me acerqué a Borja y a su bicho diabólico al que tan bien le caía y pidiéndole permiso, agarré al animal por el pellejo del cuello con una mano, manteniéndolo a una distancia de seguridad. -Bueno, allá voy, eh... Lo voy a hacer. Jacobo, María, que alguno lleve la cuenta -dijo mientras me apartaba el cuello de la camiseta para meter a Orko con un rápido movimiento. Luego, cogí la camiseta con las dos manos, pegándomela al cuerpo, para que el hurón no se saliera. Ya podía notarlo, correteando como podía, con sus garritas infernales ya haciendo de las suyas por mi barriga. -Ay, ay, ay, ¡ay! -fueron unos pocos segundos que se me hicieron larguísimos, hasta que el pobre Orko se escurrió como pudo y cayó al suelo, desde donde me echó un último vistazo, furioso, antes de volver correteando hasta el regazo de su dueño. Bueno, no han sido tres minutos, pero tiene que valer, por favor no me la hagas repetir pensé, mirando a Ana, con cara de pena y nuevamente avergonzada.
¿Lo había hecho?¡¡Madre mía lo había hecho!!Sólo de imaginarse sentir las pequeñas uñas de Urco contra la piel hacía que se le erizase el pelo.Clara no se había echado para atrás, le tendió la mano con una sonrisa,-Joder, no me creo que lo hayas hecho de verdad.Eres mi heroína.Después miró a su alrededor, --El siguiente...
Al rato regreso con la cola y observo a todos los presentes sin comprender muy bien de que iban todas las risas.
Vaya que os habeís echado unas buenas risas en mi ausencia, aqui traigo la soda junto con unos vasos, esta helada de verdad, así que sírvanse con cuidado. - digo mientras dejo mi valiosa carga en el.centro de la habitación.
Era para felicitar a Clara por el acto. No dejaba de mirarla con sorpresa, inclusive me quité las gafas para limpiar los vidrios y ver todo mejor.
-Woo
Tomé un sorbo de gaseosa y me quedé pensando en su valentía.
-Eres genial -afirmé con una enorme sonrisa.
-Bueno... mmm... esteee
Pensando que me tocaba pero no quería prenda preferí la opción más confiable.
-Elijo verdad
Alucinante. Eso fue lo que pensé al ver a Clara aceptar el reto, había pensado que se iba a echar para atrás pero en cambio, como toda una campeona había aguantado.
—Guau... Bien hecho Clara —le dije realmente admirado.
Cuando se preguntó quién era el siguiente, me hice el despistado bebiendo la soda que había traído Héctor. Mientras pudiera escaquearme del juego lo iba a hacer, así que cuando mi prima se animó a ser ella la siguiente, respiré aliviado. Otra ronda más que evitaba jugar.