Partida Rol por web

Al salir compruebas que todo está tranquilo e, instintivamente, tu hermano y tú deshacéis el camino andado. Os sorprende encontraros con el viejo Bill acercándose al cementerio.

-Vaya, así que has decidido acercarte a ver cómo nos va -digo, profundamente airado-. Pues lamento informarte que aquí hemos acabado.

-¡Sancho! -llamo al sacerdote, aún en el interior de la cabaña- ¡Hemos de irnos!

-Dime, Bill, ¿has hecho algo de provecho? ¿Te has acercado al puerto a buscar información, o también tienes una aversión por las tabernas que no nos hayas contado?

El viejo Bill se detuvo en seco al ver a Guillermo y ante sus palabras y aires malhumurados intenta parapetarse tras una sonrisa que pretende ser cautivadora. Cuando está tan cerca de los otros se puede distinguir un extraño y fuerte olor le envuelve

-Aquí me teneis.- al hablar podeis observar como su camisa esta abierta casi en su totalidad dejando ver un cordel que cuelga de su cuello y en cuyo extremo hay una rista de ajos frescos.

-Había que estar precabido, sobre todo en caso de tratar con muertos, y sobre todo si están descansando en su santa tumba- dijo señalandose los ajos

-Y sí. he hecho mis averiguaciones. ¿Que tal os fue mozalbetes?.-

La puerta del cobertizo se abre y veis cómo Sancho sale acompañado de otro hombre, que continúa con su parloteo. Os hace un gesto con la mano como de saludo y el susodciho sigue hablando con Sancho, que cada vez que abre la boca es interrumpido para que el otro continúe con su discurso.

El codo de Bill va a parar al costillar de Guillermo en sendos toques

-¿Quien es el tipejo?.-

El hombre alto y huesudo, de edad avanzada y te mira de arriba a abajo. Mientras te está escrutando sale de la casa un enorme can con un aspecto más fiero que su amo, y te escruta de la misma forma. Parece ser cierto eso de los parecidos...

-Soy Stan, el enterrador, y éstos son mis amigos, ¿Tú también? ¡Me alegro mucho! ¡Qué suerte, por fin alguien se interesa por este cementerio! Yo lo fundé, ¿Sabes? Tantos y tantos años de trabajo. Conseguir una estética adecuada para el pantano no fue fácil, ¿Sabes? pero Stan es un hombre muy trabajador, sí señor. Y Cerbero, claro. Mi perro. ES muy fiel. A veces me ayuda a cavar las tumbas, echando tierra con sus patitas, como le decía a mi amigo. ¡Es tan amable! Le comentaba que esto lleva mucho trabajo, hay que planificarlo todo ¿Sabéis que ocurre cuando alguien no planifica? Saqueos. Zombis que se levantan. Mujeres que no saben en qué tumba llorar...

La piel de Bill se vuele pálida cual trasero de una doncella al llegar a sus tímpanos la palabra Zombis. Compulsivamente empieza a sobar los ajos que cuelgan de su cuello.

-Vamonos de aquí.-

Notais como los ojos de Sancho estan fuera de sus orbitas y que su boca se mueve sin articular palabra. Si no lo conocieseis bien pensariais que es estupido o algo similar. Sus manos tiemblan compulsivamente al ritmo de las palabras de Stan.

Va...vamonos, chicos...adddios Stan.

-Sí, eso. Adiós, Stan.

Una vez lejos, la curiosidad me puede.

¿Qué te ha ocurrido, Sancho? Tiemblas como una hoja al viento. Para que TODOS lo sepáis, tengo el hueso. Sólo resta el objeto y el pedazo de ropa. Yo voto por ir a las tabernas a ver si ideamos algún plan...

-Mientras vosotros estabais perturbando el descanso de esa gente.- Bill señala con el pulgar hacia atrás, hacia donde han dejado el camposanto

-Aquí, este viejo pirata ha estado haciendo averiguaciones. Resulta que Lynn frecuenta un antro que se llama Sopa de Tortuga, lugar turbio donde los haya y donde las mujeres venden sus encantos sin pudor alguno.- el inevitable guiñar de ojos de Bill acompaña a sus palabras

-Además he pensado en un plan...-dijo dandose aires de importancia

Hablaaarrrrr...hablaaaaaaaar...........

Sancho parece un zombi mientras arrastra los pies por el camino, no pareec escuchar nada de lo que ocurre a su alrededor y tiene la mirada perdida...

Sancho, cuando estés mejor, me gustaría que me oyeses en confesión -le pido, poniéndole una mano en el hombro de forma fraternal.

Y bien, Bill, ¿cuál es ese plan? -digo, impaciente.

-Es algo intrincadillo.- se explica rascándose la cabeza

-Resulta que Lynn acude a menudo a ese lugar del que os hablé, Sopa de Tortuga, y a parte de beber y esas cosas que se hacen en las barras de cualquier taberna, frecuenta las alcobas de la planta de arriba acompañado por mujeres de poca o ninguna moral.-

-Había pensado en que uno de nosotros.- por casualidad (o no) miró a Andres

-Se hiciera pasar por una de esas fulanas. Lo podriamos disfrazar con velos o algo así dandole un aire exotico y cautivador. El frances podría hacer de su chulo y llevarla a la taberna esa. Nosotros fingiriamos haberla "probado" y diriamos a los cuatro vientos que es un portento del contoneo.-

-Seguramente Lynn se enterará y querrá probar el tema. Ese será nuestro momento para hacernos con lo que nos falta.-

Sancho empieza a volver en si mientras se sienta en una roca del camino. No se si a Andres le hará gracia Bill.

Al fin y al cabo, ¿qué nos falta?

-El disfraz es cosa fácil... unos velos, unas campanillas en la cintura y estará listo. Pero lo más importante es colocar el cebo para Lynn.- dijo parandose en su caminar, como si andar y pensar fueran incompatibles.

-Lo primero es hablar con el frances ya que su papel es importante como propietario de nuestra fulana. Despues y mientras se prepara Andres dos de nosostros debemos ir a la taberna Sopa de Tortuga y no solo esperar, nuestra misión es hacer correr el rumor de que sabemos que una nueva chica está por llegar a la ciudad y que sabemos de buena tinta de sus portentosas habilidades amatorias.-

-Para cuando aparezca el frances ya estaremos haciendo cola, simularemos que pagamos una buena cantidad para compartir lecho con Andres.- una mueca de asco aparece en la cara del pirata

-Para que todo vaya bien, otro debe aguardar en el camino desde la mansión de Lynn hasta el pueblo. Cuando le vea venir debe correr hasta la taberna y avisarnos.-

Fundido en negro...

EPÍLOGO

- Así que eso fue lo que sucedió.- le explicó Malc al capitán- los demás siguieron el plan del Viejo y consiguieron lo que les faltaba para entregárselo a Figueroa. No sé si sospechaban que el pirata iba a traicionarles, pero el caso es que allí fueron. Figueroa les esperaba en la taberna y después de recibir los ingredientes les dijo que Cascabel les esperaba fuera... y así era, junto con veinte de sus hombres. Por un momento pareció que iba a estallar el combate, o así me lo contó Cascabel, pero finalmente Figueroa lo liberó de su supuesta maldición y todos volvieron al barco. El resto ya lo conoce.

El capitán asintió. Después dijo al inglés:

- Es una desgracia que tanta gente tenga que sufrir por algo que no les concierne. Esa... esa pobre chica, Malc, era apenas una jovencita. Tanto futuro por delante... y ahora está muerta. Figueroa maldijo a Cascabel y hemos pagado el precio con sangre. Bien sabe Dios que ya no le deseo mal a ninguna persona pero, pero... espero que Figueroa pague por sus pecados, en esta vida o en la otra. Nadie debería maldecir a nadie, y menos por nimiedades.

- Amén a eso, capitán - dijo Malc, dando un gran trago a su cerveza - creo que debería ir a preparar la comida.

- Aún no, Malc, haremos una breve parada antes de proseguir, alguien debe reemplazar a Danny.

- ¿Y quién es, señor?

- Alguien que busca un nuevo hogar. Alguien a quién este viaje puede aportar algo.

FIN DEL ACTO II