Gestos: inclinarse y arrodillarse:
Inclínate siempre ante alguien de tu misma casta social. Arrodíllate siempre ante alguien que es de una posición mayor que la tuya, como ante un daimyo. Si te inclinas ante alguien de posición superior a la tuya, hazlo siempre más de lo que lo haga el ante ti.
En Rokugan hay tres formas de referirse educadamente:
- Un igual o un inferior, al que quieras referirte de forma educada, es denominado (nombre de la familia) -sama (ej Kitsuki-sama) Si hay más miembros de dicha familia presentes, es (nombre)-san (Okoro-san)
- Si es un superior, lo mismo con la familia (Kuni-sama), pero si te refieres con el nombre es -sama
- Para referirte a tu señor usas "tono" ("Señor" , o usas el sufijo -dono después del nombre de su familia (Doji-dono)
La lista de sufijos es más para conversaciones semi-informales, pero con cierta etiqueta.
La inclinación es el gesto habitual de presentación y despedida. El inferior se inclina más tiempo y distancia que el superior. La forma más formal, usada a menudo en la corte o cuando tu señor te convoca, es ponerse de rodillas y tocar el suelo con la cabeza. Un samurai puede hacer esto al presentar una disculpa, para mostrar su profundo pesar y su respeto por aquél que ha ofendido.
Encuentros:
Cuando tengas una audiencia con una persona importante, habrá guardias.
1. Si ninguno conoce la posición, clan o familia del otro, deben dirigirse el uno al otro como samurai-sama hasta que hayan sido presentados de la forma adecuada. Si conoce que su nivel social es igual o menor al suyo: samurai-san.
2. Si se conoce la familia debe dirigirse el uno al otro como familia-sama o familia-san.
3. Si conoce el clan, la familia y el nombre del otro, pero no han sido presentados, se referirán el uno al otro como familia-sama/san o con el nombre completo +sama/+san (Yogo Kobe-sama). 4. Si ambos se conocen de vista podrán saludarse con el nombre + la familia (Daidoji Hata). 5.Amigos o ronin: Pueden dirigirse el uno al otro sin utilizar sufijos (Mitsuhide)
Pureza e impureza:
Permanecer puro es de gran importancia para un samurai. Tocar cosas que no están la definición de “puro” enfurece a los antepasados. Para su mentalidad, este acto también mancha su alma y viola los principios impuestos por las fortunas.
El sudor y la sangre se consideran impuros, y es tabú tocar la carne de otro aunque esté vivo (salvo para los Kuni). El olor de cualquier cosa impura es ultrajante. El pescado, el conejo y las aves se consideran las únicas comidas que un samurai puede consumir sin deshonrarse.
Cuando se toca carne muerta:
1-Sea intencionadamente o no, ha destruido el Orden Celestial y ha manchado su alma. Si muere en ese estado no se le permitirá entrar en el Jigoku, y renacerá como un eta.
2-Independientemente de que haya sido visto o no, el personaje pierde honor.
3-Los samuráis no son deshonrados en la batalla por la sangre que salpica sus manos y ropas durante el combate. La guerra en sí se considera una actividad muy honorable. El honor es irreprochable y la muerte de los enemigos sirve al Orden Celestial.
Sinceridad:
Ser honesto es ser grosero. Lo único que importa es la percepción, no la verdad. Si un samurai es un vicioso a la corte no le importa, mientras sea discreto. Indicar las debilidades de otros los incomoda tanto al acusado como al acusador, trayendo la vergüenza a la familia de ambos.
El samurai inteligente es capaz de humillar al samurai bruto sin causar a su familia una pérdida de prestigio que destaque por encima de todo lo demás.
Katana:
Un samurai que entra en una casa, debe dejar su katana en la puerta. Si se niega, deshonrara a sus ancestros al sugerir que podría hacer la guerra en lugar de la paz, y además insulta a su anfitrión indicando que podría provocar una lucha en un hogar honorable. Las casas de té, posadas y la tienda de un samurai, también están bajo esta consideración.
Solo los consejeros y guardaespaldas de mayor confianza pueden entrar armados en presencia del daimyo. No importa el rango del samurai, lo cercano que sea por nacimiento o lo noble y respetado de su posición, debe retirar las armas antes de hablar a su daimyo.
Regalos:
La donación de regalos es una práctica muy formalizada y honrada. Cuando se entrega, se supone que el que lo recibe debe ser capaz de devolver tu generosidad se forma similar y rápida. No debes dar un regalo a alguien que carece de medios para responderlo (es un insulto). Además aceptar un regalo tiene un ritual, el que lo recibe debe rechazarlo dos veces. Esto da al donante la posibilidad de demostrar por tres veces que realmente quiere hacer el regalo.
Ruidos:
Mostrar fuertes emociones en público es algo que se mira bastante mal, y también crear ruidos fuertes (recordar que las paredes son de papel).