Pues ya no puedo ponerlo para todos. Has escrito tú después!! Era esa la solución que tenías en mente? XD
Siiiiiiii XD jajajajajaja Muerte para todos... de forma heroica. Es que no hay más. Teníais que haber salido corriendo!!!!
Lo pongo para los otros. :P
La solución final. A tomar por culo ya!!!! XD
La mirada del ser que dominaba a Stamets hizo que algo se fundiera en el interior del cerebro de Rook. En milésimas de segundos se esfumó la intención de ayudar a McFadden y sus piernas le condujeron, sin mucho pesar, a el puente. Dejó atrás la poca humanidad que quedaba en la enfermería y se concentró en bloquear la puerta de entrada.
—Mierda!! es imposible deshacerme de todos esos malditos bichos. — Se sentó en el puesto de piloto e intentó encontrar una forma de salir vivo de allí. Aun no había aceptado la idea de morir en aquella nave prestada, aunque tenía todas las papeletas para que eso ocurriera.
McFadden miró hacia el infinito mientras soltaba las granadas y estas rodaban por el suelo, acercándose al soplete, todavía encendido, y llegando hasta los pies de Paul.
Tanto Smith como Paul, aun siendo otras criaturas dentro de sus cuerpos, entendieron a la perfección el significado de aquello. McFadden sabía que era el fin, puesto que él no sobreviviría, pero esperaba que al menos las dos criaturas no lo hicieran y Rook, que ya no estaba allí, consiguiera salir con vida.
Su últimos pensamientos eran casi de felicidad ante la idea de que todo volase por los aires, sobre todo aquellas jodidas criaturas.
Michelle se había ido al puente nada más ayudar a registrar la nave y cuando apareció Rook, miró hacia atrás, sorprendida.
-Eh, ¿qué haces por aquí? ¿Y tus "amigas"?
Rook parecía nervioso y cansado, y sobre todo, agobiado, pero la piloto no terminaba de entender a qué se debía.
Sin tiempo para decir nada más, la nave experimentó un temblor repentino, que rápidamente se transformó en una explosión que despresurizó todo el interior e hizo que el puente se iluminase como un árbol de navidad.
Michelle miró a Rook.
-No sé que coño estabais haciendo allí abajo, pero la habéis cagado.
Una enorme bola de fuego fue asomando a lo largo de los pasillos, apagándose al mismo tiempo que se generaba, debido a la evidente descompresión.
A medida que el aire iba siendo succionado, sentíais como la fuerza de atracción os arrastraba hacia donde quiera que estuviese el agujero. Las posibilidades de que los demás hubieran sobrevivido eran más bien escasas.
En cuanto a las vuestras...
No podía entender que había sucedido. Una explosión hizo que se tambalease y tuviera que agarrarse a la piloto. — Mierda!! McFadden otra vez!!—era el único que todavía conservaba un poco de humanidad cuando Rook abandonó la enfermería o tal vez... miró a la pilotó. —Podríamos haber sobrevivido a esas cosas. Es tu nave, si hay alguna posibilidad de salir de esta, es momento de decirlo.— Sabía que la hora estaba cerca y morir bien acompañado no era una mala forma de morir.
Mi poderoso tentáculo traspasó el cuerpo del rubiales, rompiendo carne, músculo, hueso y órganos. Los poros de mi extensión empezaron a absorber la sangre y a fundirse con su cuerpo. Una sensación de éxtasis me invadió, un clímax perfecto para disfrutar de él. El otro humano, el ojopipa, salió corriendo hacia el puente; pronto sería nuestro también, no había itio en la nave donde no pudiéramos llegar. Pero algo pasó... el rubiales tiró a mis pies un par de objetos, algo que sabía que era nocivo para mi. La comida se me revelaba y quería morir con aplomo. Intenté darles una patada y que salieran por el pasillo, pero mis pies , ahora amorfos, no lograron acertar y caí al suelo despatarrado. En breve parece que todos saldríamos volando por los aires...
En un pequeño rincón de mi cerebro había una imagen. Era un tipo rubio, con cara amigable y una sonrisa preciosa. Golpeaba los muros de la celda que lo retenía con ambos puños. Gritaba todo el rato, era molesto. Decía:
-"¡Maldito engendro! Déjame salir de aquí..."
Motivo: Darle patada a las granadas a lo Beckham
Tirada: 1d10
Resultado: 1 [1]
Joder. Te has lucido con ese intento jajajajajajaja
Tienes un post para decidir qué haces :P
Jajajajajaja, ya te digo. Le iba a dar una patada a las granadas, pero me temo que no les doy...
Michelle miró hacia atrás y después, te miró a ti. La parecía estar haciéndose pedazos por segundos y la posibilidad de sobrevivir estaba cada vez más lejana. Se le ocurrían algunas cosas, pero la succión tampoco prometía que fuese a ser sencillo. Claro que la alternativa era morir, sin contemplaciones.
-Está bien. Esto es lo que se me ocurre. Nos soltamos, intentamos agarrarnos y llegar a la sala de hibernación, a una de las jodidas cápsulas. Nos metemos y aguantamos hasta que alguien nos recoja. Es lo que hay. Y será mejor que lo hagamos deprisa porque no dispondremos de más oportunidades.
La pilotó te miró, inspiró varias veces, como si fuese a sumergirse, y entonces se soltó el cinturón mientras se agarraba con fuerza a los brazos del sillón.
Después, sin soltarse, volteó su cuerpo para colocarse de cabeza hacia el pasillo, le echó un último vistazo a Rook y se dejó arrastrar, siendo arrastrada a toda velocidad hacia el pasillo.
-¡Yujuuuuuuuuuuu!
Esta es la opción de la piloto. Tú haz lo que veas ;)
Una idea a llegó su mente inspirada en uno de sus compañeros. Pulsaría unos cuantos botones y acabaría con todo. Desactivó la refrigeración del núcleo de energía de la nave. Con eso bastaría para convertir aquella nave, infestada de parásitos alienígenas, en unos bonitos fuegos artificiales. Después se dejaría llevar por la succión. —Si!!— seguiría a la piloto al fin del mundo, pero no dejaría que esos bichos vivieran más que él. Era una pena, la vida en el espacio era dura y a veces corta.
-¡Yujuuuuuuuuuuu!
La succión era demasiado fuerte para conseguir algo. Michelle simplemente, fue arrastrada hacia el enorme agujero que la explosión había dejado en la nave, seguida muy de cerca por Rook, hasta llegar al espacio exterior, en donde sus cuerpos se transformaron en cuestión de segundos en puro hielo, sus corazones dejaron de funcionar y la sangre solidificó para siempre.
Rodeando a los dos pilotos, montones de fragmentos de los cuerpos de Paul, Smith y McFadden, flotaban con diferentes velocidades de impulso, creando una extraña nebulosa que se movía sin rumbo fijo, iluminada por el fulgor de la nave.
Segundos más tarde, el reactor, impedido del sistema de refrigeración por Rook, explotaba, lanzando en miles de fragmentos lo que quedaba de la nave aún como tal, dejando tan solo silencio en donde antes había existido vida.
Era el fin de dos tripulaciones que se habían dejado llevar por la ambición y habían tenido la mala suerte de encontrarse con una especie que resultaba casi imposible de vencer.
Casi.
Motivo: Michelle
Tirada: 1d10
Resultado: 3 [3]