Partida Rol por web

... El zigurat irá a los revraínos.

Se produjo un atronador estruendo mientras la tierra se resquebrajaba como durante un seísmo, vomitando pedazos de tierra en todas direcciones. El suelo temblaba bajo vuestros pies, haciendo imposible que pudieráis manteneros estables. El chardarrim que se había quedado mirando el ziggurat se dio la vuelta y desapareció entre el maizal, corriendo en dirección contraria a vosotros. 

El zigurat se alzó en el aire, despacio, pero a la vez, demasiado deprisa, como un enorme constructo que se desplegara. La lluvia le caía por los costados, chorreando como el agua de una cascada. Lo que habíais advertido como el edificio del centro de la aldea no era más que la cabeza de aquella criatura de piedra, acero y adamantita. La criatura alzó sus brazos, que eran como motosierras con cuchillas de obsidiana y lanzó un rugido de desafío al aire. Saltó en el aire y dos chorros de vapor brotaron de su espalda, propulsándolo y haciéndolo aterrizar justo delante de vosotros, demasiado alto para contemplarlo de un solo vistazo. Se preparó para partiros en dos.

¡Tirad iniciativas! Estáis tan motivados para el combate que recibís un bonificador +35 a vuestra tirada de Iniciativa y no podéis ser sorprendidos. Además, tenéis bonificadores especiales que iréis descubriendo. Si alguien saca más de 62 puede actuar inmediatamente. Os podéis colocar en cualquier sitio del rectángulo.

(62) I-Zigurat: ileso

(X) Victoire: 79/79 (Motivado a saco +35)

(X) Sazel: 88/88 (Motivado a saco +35)

(X) Raven: 51.000.000.000.000.000.000/51.000.000.000.000.000.000 (Motivado a saco +35)

(X) Patrice: 1/1 (Motivado a saco +35)

Lefebre no movió ni un músculo. Tampoco varió su expresión ni un ápice. Quizás arrugó un poco la nariz, aunque de forma casi inapreciable. Armado con su estoque y su espada corta no haría mucho, pero tenía fe... No mucha, pero algo le quedaba.

- Lo que me esperaba... - Chasqueó finalmente la lengua. - Un technoziguart... - Meneó la cabeza haciendo crujir su cuello. - ...era tan obvio...

Victoire levantó la vista sin llegar a curar al chardaukano. Eso era.... ¡Ese era el desafío que ella siempre había soñado! Sin duda alguna después de derrotar a una criatura como esa pasaría a los anales de la historia. El apellido Leblanc cobraría una nueva fama y no por la carrera de su padre.

Entonces sintió como un rayo de sol se colaba entre las nubes y caía sobre Lefebre. Habían sido segundos, pero lo suficiente como para darse cuenta. ¿Era acaso una señal de Celestar? Entonces la luz también se hizo en su cabeza. ¡Eso era!

—¡Es Ank!—exclamó—Quiero decir... ¡Lefebre!

¿De dónde había salido el nombre de Ank? ¡Claro su nombre de chardaukano!

—¡Estás vinculado a esa cosa! ¡Eres chardaukano! Claro, por eso no te sorprendes, ¿no?

A Victoire no le gustaba la idea de tener que acabar con un compatriota, pero si era un chardaukano... poco importaba uno más que uno menos.

- ¿Pero que dices? ¡Mala zorra! - Gimiteó el compitán. - ¡Nada tengo que ver con ese Ank Durss que mencionas! ¡En mi vida había escuchado un nombre tan tonto!

Ahora todo cobra sentido, dijo Sazel.

Todo lo que sucedía había ocurrido ya antes. Todo era parte del eterno ciclo. Él había estado allí cuando el Megacelestarzord se había enfrentado a Nocturdam Z sobre Port Coeur. Era uno de los afortunados que no habían sido aplastados por los edirficios derribados o los pedazos de mampostería que salían volando durante la titánica contienda. Afortunado, además, por haber contemplado la derrota de Nocturdam Z, volatilizado por el rayo pectoral celestial de Megacelestarzord.

Y ahora, era el momento de volver a convocar al avatar mecánico de la madre.

Sin embargo, no pudo evitar desviar la atención a la discusión entre dos de sus compañeros.

¿Ank Durss? Le sonaba mucho ese nombre. ¿No son las ruinas de un antiguo bastión enano, ahora ocupados por la tribu del Martillo de Hueso?