Después de ver los canarios, debía de ser el hobby de Adamo, cada persona es friki en una aspecto de su vida, y el de Adamo lo acabamos de conocer. Esta bien que alguien que vive solo se preocupe de la cría de canarios. Después nos sentamos delante del fuego que yo había ayudado a encender (los años en el campo me habían curtido y daban resultados) y nos contó parte de su vida.
- Es un buena idea el recuperar la arquitectura local para utilizarlo como albergue, pero claro se necesita mucho trabajo y mucho dinero, y tal y como esta Europa ahora mismo, no es que las subvenciones vengan del cielo. Me ponía triste ver a un hombre así, sabía lo que quería hacer pero no tenía los medios.
Roberto miro hacia todas partes mientras escuchaba la conversacion, no es que no le interesara, pero tampoco tenia nada que añadir.
- Cuando amaine la tormenta ¿Nos podria enseñar el huerto?
Seguro que las hortalizas estaban hermosisimas. Uno de los propositos de este viaje era cnocer gente y observar la naturaleza, no solo la salvaje. Queria interesarse por algo de su anfitrion y no arecer descortes.
Huerto como tal... no tengo -confesó Adamo-. Esta zona es muy lluviosa, y plantase lo que plantase se ahogaría ante tanta abundancia de lluvias... quizá por eso tengo canarios -dijo sonriendo un poco, como si hubiera descubierto él mismo el porqué de su crianza-.
Tirada oculta
Motivo: Roberto Mentir
Tirada: 2d6
Dificultad: 12+
Resultado: 7(+6)=13 (Exito)
Tirada oculta
Motivo: Antonio Mentir
Tirada: 2d6
Dificultad: 12+
Resultado: 8(+3)=11 (Fracaso)
Tirada oculta
Motivo: Sonia Mentir
Tirada: 2d6
Dificultad: 12+
Resultado: 6(+2)=8 (Fracaso)
Por lo que parecía, notaste en las palabras de Adamo cierto caldo de inconsistencia, cierta reticencia a la hora de hablar de su vida. No es que te pareciera que mintiera, sino más bien que parecía como omitir ciertos aspectos de su vida, sobre todo cuando miraba a la chimena (concretamente a los portarretratos sobre ella colocados).
Cristova también les estuvo contando andanzas sobre su vida, al igual que a vosotros (que tampoco las sabíais, pues le habíais conocido hacía relativamente poco). Por un momento Cristovao se olvidó de su pie y su malestar, y disfrutó de un buen rato de charla junto a la cálida chimenea.
Bueno... -dijo el peregrino portugués-, mirad qué hora es -entre estruendosos rayos afuera, Cristovao miró un reloj pequeño y redondo que Adamo tenía sobre la chimenea; marcaban la medianoche-. Me gustaría irme a la cama, si no os importa. Ya he tenido suficiente por hoy y quizá descansando me olvide de la torcedura... ¡qué mala suerte! -maldecía para sí el portugués-.
Si, claro ve... -respondió Adamo-. Espera, voy a preparar una de las habitaciones; sacaré unas mantas más... Yo puedo dormir en el salón -ésto os lo dijo a vosotros-, y tendréis para vosotros tres la otra habitación. Dormiré aquí, calentito con los últimos rescoldos del fuego.
Entonces Cristovao se incorporó y se marchó con él a la habitación para prepara la noche.
Dejo que hagáis un post más antes de cambiar de escena.
- Pues no era tan amenazador como parecía al principio, eh? Les dije a los chicos mientras me sentaba en una de las camas. Es hora de descansar y ya mañana intentamos llevar a Cristovao a un hospital, la esguince seguro que mañana le duele mucho más y necesitará una mejor inmovilización.
No, no lo es- responde Sonia. A decir verdad, el hombre estaba siendo muy amable con unos desconocidos que habían entrado sin avisar en su casa- pero en fin, yo después del día de hoy creo que voy a dormir a pierna suelta.
Roberto se despereza un poco agradeciendo haber encontrado este caserío.
- Yo creo que tambien -dice con un bostezo, se gira hacia Cristovao- tranquilo, mañana estaras mejor atendido.
Había dos habitacones y una cama en cada uno. Cristovao y vosotros tres os repartísteis en los dos cuartos, y Adamo luego volvió al salón, a dormir en el salón, junto a la chimenea. Era ya hora de descansar.
Escena cerrada