Es media tarde los jugadores se encuentran "a salvo" en un recinto vallado al que han entrado escoltados por algunas tropas de la Guardia Nacional y el Ejército.
El recinto en sí, no es más que una Iglesia semiabandonada situada en un pequeño claro y a la que llega el camino por el que los transportes han avanzado. Hasta llegar a la Iglesia, los jugadores habrán visto a ambos lados algunas tiendas de campaña, varios vehículos militares y dos barracones. También habrán podido observar dos torres de vigilancia de unos 5 metros de altura que parecen controlar el perímetro del recinto.
En el interior de la Igleisa hay unos 40 civiles. Los jugadores podrán ponerse al día y contarse sus experiencias durante las últimas horas.
Una mano blanquecina sale de repente de la tumba. La tierra mojada humea mientras los restos de un brazo, y luego la pútrida carne de un espantoso cráneo, se alzan desde el infierno. El huesudo cadáver se levanta desde el suelo y se incorpora a duras penas sobre sus retorcidas piernas. Mira fijamente el cementerio...espiando a su presa. Una joven y su marido lloran sobre la tumba de su madre. El zombie se acerca tambaleándose. La mujer grita, ¡justo cuando en el suelo una mano irrumpe desde el túmulo y se aferra a su tobillo!
Partida narrativa, no se exige conocimiento del sistema.