Partida Rol por web

un sonrisa volvió a salir en su rostro

-lo conseguiremos

al volver a la entrada del edificio, los maestros no tardaron en salir y reanudar de nuevo el viaje que interrumpieron por esa reunion

-nos volveremos a ver-se despidió Zebron enseñando su venda, y cumpliremos nuestros sueños, pensó

- Contar con ello.- Respondi manteniendo el tono cordial, tras cubrirme bien con la capa para que nadie notara mi camisa rasgada.

Estabas "durmiendo" en una nave de vuelta al lugar donde tu maestro y tu soliais habitar y descansar cuando comenzaste a sentir como el te llamaba, apesar de su juventud tenia un poder que te quitaba la respiracion, su trato contigo siempre fue especial cosa que te hacia sentir tranquila a su lado.

Cuando llegaste junto a el estaba en la sala de entrenamiento que teniais preparada en la nave tan solo con el pantalon y en postura de meditacion - Debemos ir a Credel, en ella caba de despertar una fuerza increible... tenmos que encontrar a esa criatura antes que los Jedis, debes prepararte.

  Estabas "durmiendo" en una nave de vuelta al lugar donde tu maestra y tu soliais habitar y descansar cuando comenzaste a sentir como ella te llamaba, apesar de su juventud tenia un poder que te quitaba la respiracion, su trato contigo siempre fue especial cosa que te hacia sentir tranquilo a su lado.

Cuando llegaste junto a ella estaba en la sala de entrenamiento que teniais preparada en la nave tan solo con un mono entallado negro, sin la "armadura" ni la tunica y en postura de meditacion - Debemos ir a Credel, en ella caba de despertar una fuerza increible... tenemos que encontrar a esa criatura antes que los Jedis, debes prepararte.

Mis sueños siempre eran intranquilos, visiones de una infancia en guerra, horrores y cadaveres colmando las calles, rios de sangre derramada impunemente gracias a la intervencion de los jedis y sus elevados valores.

Sumida en sus oscuros recuerdos, fuente del odio y el dolor que la consumia, escucho la voz de su maestro. Tan firme como una roca a la que aferrarse en la tempestad, tan imponente que lograba vaciar el aire de sus pulmones. La admiracion y el respeto que procesaba por su maestro rallaban en el fanatismo. Él era el faro en la oscuridad que la guia con mano firme entre las tinieblas, enseñandole todo el poder que estas podian ofrecerle.

Arshel abrio los ojos ante su llamado y salto de la cama como lo haria un gato al sentir el agua en su espalda. Su ropa era poco mas que la que lucia su maestro. Una camisa de algodon que la cubria hasta mitad de los muslos sujeta por un cinturon de tela marron a la altura de la cintura.

Fue tan rapido a atender su llamada que ni tan siquiera se detuvo a ponerse calzado o de precuparse por el decoro de su vestimenta. Entro en la sala de entrenamiento e inco la rodilla ante el, bajando la cabeza de forma sumisa mientras escuchaba con los cinco sentidos cada palabra de su maestro.

- Asi lo hare maestro.- Asegure sin levantar la vista, plenamente convencida de que lograria mi objetivo atrayendo a ese ser hacia nuestro lado o lo destruiria antes de que terminara en manos de esos malditos.

Espere a su señal para correr a cumplir su orden, igual que un perro de presa desea que su correa sea soltada para correr en busca de un rastro.

-si maestra-contestó haciendo una reverencia, la tranquilidad de su maestra era transmitida a su pupilo-¿que tiempo tenemos?-preguntó

 Llegais al angar y os volveis a ver cara a cara, hacia meses que no os encontrabais, desde que Zebron fue entregado a una nueva maestra pues Krinol el maestro de Archel era bastante posesivo con su aprendiz y no le gustaba tampoco el exceso de compañia y para el tres eran exceso. Por lo cual os disteis cuenta de que o iriais solos a la mision o si ibais los cuatro uno de los maestros estari intratable.

Por ahora solo os veiais entre vosotros.

Acudo al angar transportando la bolsa donde guardo mi excaso equipaje, no esperaba encontrame de nuevo con él. Sonrio levemente al verle, apenas una rendija en un lateral de mis labios que sin ser un gran gesto dejaba claro que no me era indiferente.

- Grata sorpresa trae el destino.- dije a modo de saludo.- Espero que no sea la ultima.

verla fue una sorpresa, no esperaba encontrarse con un conocido en esa mision, ¿tendria el mismo objetivo? pero la sorpresa fue grata ya que su presencia no le incomodaba

-valla, esto si que es una sorpresa-dijo sonriendo

vestia ropas negras, del pantalon colgaban un par de tirantes rojos y una camiseta negra, a la espalda una mochila gris donde portaba todo lo necesario.

-creo que de nuevo, se juntan nuestros caminos-la sonrisa aun estaba presente en su rostro-me alegro de ver caras conocidas, ¿a donde te diriges?

Mi ropa roja como siempre, en un tono que imitaba la sangre con el y que me obligaba a no olvidar nunca mi odio por los jedi.

- No creo en las casualidades, compañero, creo que vamos al mismo lugar pero pronto lo sabremos. Alguno de nuestros maestros nos sacara de la duda.

Le miro y arqueo una ceja.-Os veo diferente compañero, habeis crecido... y os noto mas apuesto, deshacerse de las damas para que no interrumpan vuestro entrenamiento debe ser un problema.- Le comento con un leve tono de broma.

la sonrisa se hizo mas amplia y un cosquilleo recorrió su estomago:

-valla... nunca me dijeron algo parecido, pero mi entrenamiento es lo primero-hizo una pausa para colocarse la mochila mejor-aunque tu tambien as cambiado mucho, te veo mejor

siempre fue de fisico normal, no le faltaba, ni tampoco le sobraba grasa, su fisico reflejaba su entrenamiento, los musculos se marcaban, no le gustaba llamar la atencion, por eso no usaba ropa ceñida, usaba ropa algo suelta.

volvió la cabeza buscando a su maestra-ademas, las unicas mujeres que conozco es mi nueva maestra y a ti-la volvió a mirar

Guiñando un ojo respondo.- ¿Necesitas alguna otra?.- pregunto con una pequeña picardia antes de volver a un tema mas serio.- ¿Va a venir tu maestra con nosotros? A mi no me han comunicado nada.

Mi ropa no miraba a la moda, era comoda, no molestaba a los movimientos y si marcaba mi anotomia o no era algo que carecia de importancia para mi.

Sabia que los hombres podian fijarse en mi pero yo tenia un objetivo fijado en la mente y nada que me desviara de el me interesaba. Zebron era distinto, pertenecia a mi vida, era un aliado, no significaba una distraccion pero sabia que mi maestro cortaria cualquier minima posibilidad romantica entre nosotros, o entre mi y cualquier otro varon.

no-dijo sonriendo-ademas, asi mejor, las demas mujeres no podrian ayudar en el entrenamiento, solo serian estorbos-la sonrisa desaparecio dejando un rostro mas serio, pero no demasiado-no lo se, a mi tampoco me an dado informacion detallada-vovio denuevo la cabeza para buscar a su nueva maestra, la cual salio antes que el, mientras recogia todos los bartulos y la mochila.

algo le gustaba de Arshel, era esa fachada seria, pero en el fondo, Zebron pensaba que podia albergar algo muy diferente a esa seriedad, solo que siempre a sentido ese odio en su interior, y bien sabia Zebron por las enseñanzas de su verdadero maestro, que tanto odio podia corromper a una persona, cuanto mas poder adquiriera, mas peligro habia de corromperse... y con tanto odio acumulado, podria ser fatal, y él no queria eso para ella no sucedera, [no dejare que suceda]

 Finalmente ambos maestros aparecieron y para vuestra sorpresa sonreian con satisfaccion, mientras charlaban acercandose a vosotros. el primero en hablar fue Krinol que  miro al joven sith como queriendo analizarlo, ver su alma.

- Ya ha sucedido, la fuerza que se ha mostrado tan poderosa en credel se esta moviendo, aun no ha salido del planeta pero debemos ser rapido, los Jedis aun no han dado con el o ella... - Comenta mientras la maestra si mira a la joven muchacha de forma muy directa y sin perder la sonrisa.

Solo hubo un comentario por su parte antes de subir a la nave - Siempre has tenido un gusto excelente para las mujeres Krinol... - El lord sith hizo caso omiso a las palabras de su compañera y tras una mirada de aprovacion a los jovenes subio tambien.

al ver las reacciones de ambos maestros quedó satisfecho, parecia que la cosa iba a ir bien y realizar esa mision junto a Arshel le daba buena sensacion, por fin conoceria su poder.

-vamos pues, tengo ganas de ver ese poder-dijo mientras seguia a su maestra

Por el respeto que le debia a mi maestro no contexte aquel comentario estupido y ridiculo pero me sorprendio que tales cosas pudieran salir de una persona seria, eran mas propios de pueriles adolescentes.

Asenti con un discreta reberencia dedicada a ambos maestros sin decir palabra, siguiendo a mi compañero al interior de la nave. Tampoco comprendia porque tenian que venir ambos maestros con nosotros, sobretodo por lo que esa mujer me disgustaba.

Me cuide mucho que se me notara. Soportaba bien la presencia de Zebron pero su maestra no solo era una estraña, era una extraña que insinuaba con demasiada ligereza cosas que no eran de su interes en ningun caso. Centre mis pensamientos en la mision, visualizar los objetivos y lograrlos era mas prioritario.

Espere dentro las ordenes de mi maestro, si no tenia ninguna me retiraria a meditar hasta llegar al planeta.