Partida Rol por web

 Escena en la que roleareis normalmente y en la que antes de empezar podremos exponer dudas e ideas que tengáis pues vuestros pj se conocerán desde algún tiempo.

 El sonido de la sirena os despiesta, dando iniciado el nuevo dia en la base, en vuestros comunicadores teneis un mensaje que os piden que acudais a primera hora a ver al comandante a su "despacho" un hombre que no tenia muy buen caracter que digamos...

Guat se despertó con la sirena, como cada mañana. Miró el comunicador y suspiró aliviado

-Ya era hora -dijo para si-.

Se levantó del catre y acudió a las duchas. Tras acicalarse, se preparó para la visita al comandante. Se vistió con su armadura y mantuvo el casco en las manos. Anduvo por el barracón hasta llegar al despacho del comandante. Esperó alguna orden que le permitiera el paso y saludó:

-Soldado Guat Katar, Comandante -se puso firme con el casco en la mano-

El sudor le corría por la cabeza calva a los pocos segundos de entrar en la sala. Todos conocían el caracter del comandante, algunos incluso le temían.

Ya me encontraba despierto antes de que la sirena comenzara a sonar. Llevaba un par de noches sin poder conciliar demasiado bien el sueño después del extraño suceso vivido a bordo de aquella chatarra abandonada de modo que me encontraba limpiando mi bláster para distraerme.

Un par de pitidos me hicieron anunciaron la recepción de un nuevo mensaje en mi comunicador. El comandante quería vernos. La pereza no estaba en mi diccionario así que raudo me atavié con la armadura, colgué ambos blásters al cinturón y enfilé el pasillo hasta las dependencias del comandante, esperando que hoy se hubiera levantado con el pie derecho y su humor no fuera tan agrio como el de costumbre. Observé cómo otro compañero entraba segundos antes que yo.

- ¡Soldado Rodja Rinkiu presente, señor! - dije marcialmente al pasar. Y me cuadré ante él.

Cuando llegais al despacho del comandante Crowlen el esta sentado tras su escritorio y de pies veis la silueta de una mujer bastante atractiva con un casco como el vuestro bajo el brazo.

- Bienvenidos soldados, dentro de una hora esten en los angares con y cojan una nave, tendran que recoger en el templo Jedi a dos maestros y sus alumnos, su mision sera "escoltarlos" hasta el planeta Credel. Con ustedes ira la piloto Ceila. - Habitualmente haciais misioncillas con los Jedi asi que era algo bastante normal y eran misiones sencillas.

 La chica se gira un poco mirandoos de reojo y sonria con algo de malicia.

Escucha las palabras del comandante, aún firme, y añade:

-Así será, Comandante. ¿Alguna otra cosa, señor?

Dedicó una mirada a Rodja y a Ceila, mirando más a fondo a ésta última.

-Bueno, podría haber sido peor... -piensa- podría haber venido el comandante cascarrabias con nosotros.

Sin llegar a pronunciar palabra alguna, me cuadro y saludo marcialmente al comandante sabiendo que ese gesto hablaría perfectamente por mí. Después mi mirada viaja hacia la recién presentada piloto Ceila y asiento hacia ella sólo durante un par de breves segundos, dirigiendo la vista de nuevo hacia el comandante a la espera de más órdenes o de su permiso para retirarnos. Cuando se trataba de los superiores, era hombre de pocas palabras.

- Nada mas soldados, preparense y la piloto Ceila los espera en el angar. Mucha suerte. - Dijo antes de daros paso para dejar su despacho mientras veiais como la rubia salia de la sala hacia el angar mandandos una mirada "juguetona" sabiais que habian rumores sobre esa mujer y lo loca que podia estar, muchos decian que era la mejor piloto de la galaxia pero con unas cuantas copas encima y partidas de cartas.

Saluda una última vez y sale del despacho del comandante. Fuera, en el pasillo, espera a que Rodja salga para ir juntos al hangar.

Mira minuciosamente el casco y le da algunas pasadas con la mano, para que quede brillante.

Me despido del comandante nuevamente en silencio y salgo del despacho. La mirada pícara de la piloto consigue desconcertarme, si bien trato de permanecer impasible ante sus más que destacables encantos. Tenía en la cabeza cosas mucho más importantes que esa mujer: una misión nos había sido encomendada y tendría que ayudar a cumplirla.

Afuera y con la puerta del despacho del comandante ya cerrada tras de mí, allí me espera Guat Katar, otro de los soldados del cuarte y a la vez compañero de armas en otras tantas misiones, si bien pocas habían sido las ocasiones en las que pudimos llegar a mantener una conversación más allá de los detalles de la propia misión.

- De nuevo juntos Guat - me dirijo a él - En marcha, al hangar.

Acomoda sus pesadas zancadas al paso de Rodja y comienzan a andar por el pasillo, en dirección al hangar.

-Espero que ésta no sea tan aburrida como la últimas, llevo un tiempo sin desenfundar el rifle y tengo miedo de oxidarme -suelta una carcajada, nada que ver a como era dentro del despacho-. Vamos, relájate, el cuervo se queda en el nido -dice refiriendose al comandante- no tendremos que oir sus graznidos.

 Cuando llegais a la nave Ceila esta con uniforme de piloto dandole ordenes a un droide y a su lado cargando unas cajas otra muchacha que no conoceis con ropas de tecnico, la segunda al veros sonrie y la primera pone los ojos en blanco entrando en la nave. Parece que al menos una de vuestras compañeras no e smuy sociable...

La muchacha deja las cajas y se acerca a saludaros - Hola soldados! Soy Naori la tecnico y medico de la mision - Comenta ofreciendoos la mano.

- Soldado Rodja Rinkiu - saludo primero llevando la mano a la frente en pose militar para después tomar la mano de la técnico -, un placer señorita Naori. Permítame que le ayude con esas cajas - me ofrezco.

-Soldado Guat Katar -le tiende la manaza para estrecharsela con una sonrisa en la boca- ¿Pesa mucho eso? -preguntó mientras se acercaba a recoger una caja para meterla dentro de la nave-. Vamos Rodja, que no se diga que eres un flacucho.

Cuando entró en el interior, dejó la caja en el suelo y salió por si hubiera otras.

Terminasteis de cargar las cosas y subisteis a la nave con als dos mujeres, al sentaros en la cabina pudisteis comprovar lo evidente eran el sol y la luna, Naori no dejaba de hacer cosas por la nave seguida de un pequeño droide que la ayudaba y siempre sonriendoos y tarareando cancioncillas. Por lo contrario la piloto estaba bastante seria y cuando sonreia lo hacia de una manera bastante picara, pero no dudasteis que era muy buena cuando comenzo el viaje.