Escena en la que roleareis normalmente y en la que antes de empezar podremos exponer dudas e ideas que tengáis pues vuestros pj se conocerán desde algún tiempo.
Despertais una mañana en la academia donde aun residiis apra seguir mejor el entrenamiento, el sol se alza en el cielo y el ambiente es grato, por los pasillos se oye a los mas jovenes acudir a sus clases mientras vosotros os levantais para ducharos y dejar todo listo.
Cuando os estais vistiendo notais como vuestros maestros os llaman, y sabeis que no teneis que retrasaros en llegar a la sala de reuniones.
Leía un libro bastante viejo cuando escuché el llamado del maestro. De verdad no estoy seguro para que me llama, pero tal vez sea para regañarme por llegar tarde hace días... lo sé, es un descuido, pero los libros terminan absorbienbome algunas veces.
*Me levanto del piso, guardo el libro debajo de mi cama y agarro el Sable. lo pongo en mi cinturón y me echo el cabello hacia atras; lo amarro en una cola y salgo de la habitación directo al salón de reuniones, sin decir nada* Para que me llamará?...
Master mi código de escritura es así ///_^
*asteriscos* = acciones
Cursiva = Pensamientos
Negrita = palabras
Negrita tachada = susurro
Entró en la sala de reuniones con paso tranquilo, hacía al menos tres días que no veía a su maestra y, aunque se preguntaba el porqué, no pensaba mostrar ese sentimiento. Lutessa tenía tendencia a desaparecer por cortas temporadas, debido a sus tareas como cónsul y lamentablemente, no siempre podía acompañarla, aunque ese era su mayor deseo, siempre.
Llevaba las gafas puestas, ya que estaba revisando unos archivos sobre la próxima prueba de historia que tenía que pasar, se detuvo a unos tres metros de los mayores e inclinó la cabeza ligeramente a modo de reverencia.
- Maestros. - saludó.
Veo a la chica pasar frente a mí... luego de ella entro yo...
Agradeceria que siguieras el patron de todos para que nadie tenga confusiones.
Acciones con escritura normal.
Pensamientos cursiva
Hablar - negrita -
Susurrar - negrita y cursiva -
Entrasteis en la sala y todo tenia un tono de luz muy bajo, al fondo podeis ver como vuestros maestros estan viendo un holograma que es lo unico que ilumina la habitacion.
La maestra Lutessa mas que conocida por su increible habilidad de sentir y manejar la fuerza y una de las mas jovenes en llegar, pues nadie sabe que ocurrio pero ella aparecio cuando era un bebe en la puerta del tempo Jedi.
El maestro Veneri, se giro al veros llegar el era mas que conocido por su gran destreza con el sable y pilotando, no hace mucho que lo ascendieron y concediron el honor de tener un padawan pero aun asi nadi duda de su valia y fortaleza.
- Padawans, hemos recibido un aviso del planeta Creden, nuestros aliados dicen que encontraron a una persona usando la fuerza y tendremos que viajar alli para saber si esa persona es aliado, enemigo o un joven perdido... Partiremos esta tarde ¿Correcto?
A su disposición maestro, cuando usted diga no vamos Dice con un tono controlado, viendo hacia el piso y con las manos en la espalda A sus órdenes estoy Será que la señorita irá con nosotros? Que mal sen tan introvertido... si tan solo pudiese dirigirle una palabra... Levanta el rostro mirando a Veneri Maestro, ¿se puede saber que hizo la persona?
- Por lo que sabemos fue molestado y ostigado en una cantina y las consecuencias de ello fueron que la destrofo sin apenas esfuerzo, usando la fuerza, tras ello huyo y esta en busqueda y captura - Te explica obsevando de forma intensa a la joven que estaba con vosotros como queriendo analizarla, casi resultaba amenzante, aunque no parecia hacerlo aposta. La mestra Lutessa a la cual no pasa desapercibida la mirada de su compañero se acerca a el susurrando - Veneri deja de mirarla asi que la vas asustar... - Y tras ello se dirige a su padawan no sin antes dedicarle una sonrisa al aprendiz de su compañero.
- Estoy lista, maestra. - indicó inclinándose en una leve reverencia.
Aquel maestro era reconocido por todos como uno de los mejores pilotos de la orden, ella no era una mala piloto tampoco, aunque prefería los cazas a los transportes. Le gustaba la alta velocidad y los virajes que un caza podía realizar pero que sin embargo, de los que un transporte era incapaz.
Se mantuvo firme frente a su maestra, sentía su ligero disgusto al tener que ir acompañada por un maestro belicoso, alguien que prefería el uso del sable de luz a la negociación. Pero ella no era quien para discutir las ordenes, ella estaba allí para aprender y servir a su maestra.
Máster, la raza de Lutessa es miriliana:
Tu has puesto una twi'lek. xD
- Id y preparar vuestras cosas tras la comida os recogeran unos soldados que os escoltaran en el angar, sera vuestra primera mision sin maestros, esperamos mucho de vosotros padawans... - Sabiais que era una prueba de fuego que si las misiones solos salian bien vuestro ascenso a caballeros de la orden seria muy pronto.
El angar esaba en el propio templo por lo cual no tardariais mucho por llegar y aun teniais toda la mañana por delante.
Ahora lo cambio, no me habia fijado en la raza :P
eh... ¿Hola? Postearme que haceis hasta la hora de ir al hangar, hablar entre vosotros... lo que querais...
Al salir de la habitación pienso en seguir a la chica, pero termino girando y yendo a mi habitación, a practicar los poderes de levitación y lanzamiente con la fuerza
-Con vuestro permiso, maestros...- acto seguido me despido de ambos maestros de la misma forma que les había saludado, inclinando ligeramente la cabeza mientras mi mirada se posaba sobre sus pies.
Al dar media vuelta para salir, me fijo en el que será mi compañero. Vaya, parece que está algo inseguro... A decir verdad, quizás yo también lo esté, pero he trabajado duro para esto. No vamos a fallar.
Una vez fuera de la sala, tras dar unos cuantos pasos en dirección opuesta a la de mi compañero, dirección que me llevaría a mi habitación donde prepararía lo necesario para el viaje, me doy la vuelta y me paro.
-Disculpa, encantada de conocerte, soy Gynn Do, esforcémonos por terminar este trabajo con el tacto digno de un jedi. Digo con una cara firme, aunque el tono de voz incitaba a la cordialidad. Aunque, en el momento de decirlo, me percato que mi compañero ya estaba varios metros alejado de mí, y, con el tono tan flojo que había usado, para no molestar al resto del pasillo, era casi seguro que no me haya escuchado.
Sin darle mayor importancia, ni dándome tiempo a reflexionar, doy media vuelta y me dirigo hacia mi cuarto mientras repaso mentalmente la última lección de historia que había estado estudiando.
Un segundo que os enlazo con los compañeros ^^