Mi habilidad sobre el metabolismo se activa de manera automática. Habían sido demasiados años actuando de manera involuntaria como para poder controlarla en una situación extrema como aquella donde podría estar peligrando mi vida. Por sorpresa mi toque en Last Order consigue desactivar su invisibilidad. Era la segunda vez que lo conseguía, aquella vez por pura suerte, pero ¿cuánto duraría?
Sin perder un segundo me lanzo hacia él de nuevo para intentar la presa de nuevo, esta vez manteniendo mi concentración en mi control metabólico para intentar bloquear su habilidad el mayor tiempo posible y obstaculizar su movimiento. Tenía que conseguirlo, no habrían más oportunidades y aquel cuchillo estaba a punto de salir disparado de su mano en busca de una nueva victima... No podía fallar, otra vez no...
O si...
Mi estilo de combate era demasiado callejero y sin pulir. La poca disciplina de mi entrenamiento original me arrastra a intentar incluso morderlo, que con mis torpes movimientos acaba provocando unas posturas poco naturales y bastante cómicas... si fuera un momento en el que pudieras permitirte reír.
Motivo: Presa(pto Orgullo)
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 5 (Fracaso)
Nada, ni bajando la dificultad XD. Plectrum es un negao jajajaja.
La situación se complicaba, Pretender no era capaz de acertar al blanco con Plectrum forcejeando como una niña contra el enemigo.
El tipo, suelta un codazo en la boca del estomago al guitarrista haciendo que caiga al suelo, y antes de desaparecer lanza un puñal de frio acero hacia el pecho desprotegido de Pretender.
Pero un animal salvaje, de color oscuro salta en el aire y agarra el cuchillo, para antes de caer al suelo de nuevo mandarlo de vuelta al lanzador original.
La hoja perfora el hombro del asesino, quien gruño molesto por todos los inconvenientes que le estáis presentando, al tiempo que desenfunda otra arma de fuego de una de sus cartucheras.
Bien, Chui vuelve a estar en el suelo. Ahora el tipo tiene un arma de fuego. Algo bastante mortal.
Ya me decís que hacéis.
Las dificultades siguen siendo las mismas para las acciones que habeis intentado ya. Cualquier otra cosa, comentarmela a ver.
Viendolo desenfundar, disparo al asesino. El panico me hace fallar. Lleno de rabia me lanzo de cabeza a el con la intención de derribarlo con la carga mientras aun es visible y obstaculizarlo con mi cuerpo.
Motivo: disparo arma corta
Tirada: 1d20
Dificultad: 8+
Resultado: 2 (Fracaso)
Me gasto otro punto de orgullo y vuelvo a disparar, me cago en todo lo que se menea, negao no, lo siguiente.
Chui estaba en el suelo, Pretender tiene una visión muy limitada y yo tampoco podía seguir con precisión los movimientos del asesino. Necesitaba conseguir tiempo para que nuestro cazador pudiera saltar sobre él. Mi cabeza corrió por la estancia en busca de algo útil y lo único que encontró fue la alfombra donde presumiblemente Last Order estaba pisando. No lo pienso y me lanzo hacia ella para atraerla de un tirón. Esperaba, como poco, desestabilizar a nuestro objetivo complicando su disparo y su próximo movimiento si tenía que concentrarse en mantener el equilibrio.
Motivo: Tir alfom (1 Org)
Tirada: 1d20
Resultado: 15
Pues si puedo desactivar un momento mi control metabólico para hacer uso de la velocidad, lo hago. Lo digo por si mi cuerpo detecta que mejor no, por la herida XD.
Y no se que tiro, pero tiro xD. Y me gastaré otro de Orgullo, que para la vez que me acuerdo de que los tengo... xD.
En momentos desesperados, las acciones desesperadas, la suerte, o quizás, una mente preclara que muestra un entendimiento fuera de lo común marcaba sin duda la diferencia entre la vida o la muerte.
El asesino, se zafo de sus adversarios, y todos pretendían abalanzarse sobre él, justo para caer en sus fauces asesinas.
Sin embargo, en un alarde de rapidez, buenas ideas, y dolor, mucho dolor, pues al lanzarse la herida que tenía cobro todo su sentido, Plectrum deslizo con fuerza la alfombra en la que estaba el asesino.
En aquel momento pareció que la victoria estaba clara. Chui, cuchillo en mano, se abalanzaba sobre el asesino, que a duras penas podía luchar contra aquella bestia salvaje venida de áfrica.
El combate aun no había terminado, pero para dos tercios de los efectivos de la compañía aun había una posibilidad de hacer algo.
Te toca.
El dolor me volvió a la realidad. Yo no era ningún superheroe. No estábamos en un cómic ni en una película. En la vida real los buenos mueren.
Me lleve una mano a la herida con una afligida mueca de dolor decorando mi rostro y cerré la puerta, aislándome del peligro. Deje que mi poder metabólico trabajase en conservar mi vida y en calmar la agonía de aquella cuchillada. Intente poner orden en una mente que se negaba a colaborar, donde el instinto de supervivencia primaba sobre cualquier otro precepto, y ansiaba escuchar una señal de triunfo al otro lado. Mi memoria aun recordaba con temor las oscuras vivencias en los bajos fondos, donde gran parte de los problemas se arreglaban a base de oxidadas navajas. No era la primera vez que me veía obligado a correr y esconderme por salvar mi vida...
No es lo más heroico pero... es lo que hay XD.
Motivo: Puñalada Chui
Tirada: 1d20
Dificultad: 10+
Resultado: 10 (Exito)
La situación era insostenible, y el forcejeo era tremendo. Sin embargo, el cazador no iba dejar escapar a su presa y en un momento dado clavo hasta la empuñadura el cuchillo que tenia en las manos en el hombro del asesino.
Este, grito de rabia y dolor al tiempo que se quitaba a la bestia negra de encima, y emprendió la carrera, saltando por la cristalera de la casa, y haciendo añicos el cristal y cayendo en la nieve.
Entonces una ráfaga de aire helado atravesó la casa de lado a lado.
Huía.
Paso justo frente a las ventanas de la habitación donde estaba el músico, podía ver su silueta oscura recortada contra la ventana. Era una posición ventajosa para un ataque final. Pero seria capaz el hombre de atacar a quien había luchado tan fieramente ahora que casi había acabado con su vida.
Chui golpea. El tipo se las pira.
Turno para atacar, dificultad normal para Plectrum, y Dificil para Pretender. Ojo que se os escapa.
Plectrum tienes la herida casi cerrada, tu factor curativo es muy bueno.
Viendo una última oportunidad intento golpearle una última vez.
Motivo: arma corta
Tirada: 1d20
Dificultad: 8+
Resultado: 5 (Fracaso)
Me gasto un punto de orgullo para bajar la dificultad
Con la herida casi cerrada el orden empezaba a regresar a mi mente y volvía a ser consciente de la situación. La señal de triunfo que tanto esperaba de la sala contigua no aparecía y la preocupación empezaba a consumirme. Había abandonado a mis compañeros en una situación limite y era posible que se hubieran visto superados por el asesino... Debería cargar con la muerte de dos hombres y eso si no tenía que lamentar ninguna más... Había fallado...
Entonces escuche el ruido de cristales rotos, poniéndome alerta, y la silueta de nuestro objetivo cruzaba veloz a través de la ventana situada frente a mi. Aun no había fallado. Era mi última oportunidad. Si volvía a escaparse no podríamos capturarlo de nuevo, no conseguiríamos retener a nuestros clientes...
Me separe de la puerta y aparte mi mano de la herida. Era mi momento, mi acción heroica para cazar al asesino en retirada. Avance con rapidez hacia la ventana y me lance contra nuestro objetivo con gran determinación, mayor de la que suponía que podría conseguir. Quizás para intentar superar la vergüenza de la gran cobardía que había demostrado hacía escasos instantes, quizás para demostrarme que podía conseguirlo... Lo placaría y lo detendría, con ayuda de mis poderes podría inmovilizarlo. Así lo creía en aquel momento.
Motivo: Comb (Orgullo)
Tirada: 1d20
Dificultad: 8+
Resultado: 18 (Exito)
Normal supongo que es Media (o la M de la tabla XD)
Hoy no me fío nada de los dados.... gastaré orgullo (Es que tuve que tirar en un juego y tenía que sacar menos de 8 dos veces y otra menos de 9 y saque tres 10's seguidos >.< Fueron mis únicas tiradas en la partida y perdimos por eso XD.)
Baja a dif 8 ¿no?
¡¡¡Al fin!!! xD
El ex guitarrista sale como una bala de cañón cogiendo todo el impulso que su poder cinético le otorga, para cargar sobre el objetivo que no espera de ningún modo ser interceptado.
Este caer al suelo helado cubierto por parte de la cortina de la habitación, que había sido corrida para evitar que mirara dentro. Y por suerte la cortina coarta sus movimientos corporales, con lo que, esta reducido.
Tras unos instante de forcejeo entre los dos, el resto del equipo llega, y entre los tres lo desarman y lo atan bien fuerte. Sin perderlo de vista.
Plectrum hace que el tipo pierda el sentido de algún modo, lo que facilita que este pueda escaparse. Era el momento para respirar hondo y alejar la tensión, o al menos parte de ella.
...
Finalmente habían acabado con la amenaza, no podría hacer más daño a nadie. En las horas de noche que quedaron, todo fue extraño, pues un operativo de la policía llego para hacerse cargo.
No teníais claro que vuestra empresa tuviera tanto peso en la policía local, pero poco importaba.
Encontrasteis un transistor en la ropa del pequeño Mischa. Al parecer el asesino lo había colocado hace tiempo, se ve que hacia sus deberes y antes de intentar asesinarlos había pasado tiempo en la casa, y vigilándolos.
Otra cosa interesante es que era calvo, el tipo usaba pelucas, y tenía un coche de alquiler no muy lejos de la casa.
Con todo tipo de atrezo. Reconocisteis prendas y cosas de varias personas que habíais visto durante el segundo trayecto en tren. Había estado junto a vosotros durante más de un momento.
Cuando amaneció, vuestra clienta se despidió desde un vehículo oficial y se ponía en camino hasta su casa.
...
El teléfono de uno de vosotros sonó en la estación de tren de Innsbruck. Era Olimpo.
Buen trabajo agentes. Todo ha salido bien, también quiero comentaros que ya tenemos a quien realizaba los pagos por la muerte de los clientes. Se trataba del ministro de Economía, al parecer tenia tratos con la mafia rusa, y el difunto marido tenia documentos de la transacciones entre este y la mafia, y no quería dejar cabos sueltos.
Una lástima, porque nuestra clienta no tenía la menor idea de todo esto. Puede que incluso su marido no supiera lo que había entre sus papeles.
Bueno, el trabajo está hecho, ya se les avisara cuando se requiera de nuevo sus servicios. Corto.
La voz de la mujer se difumina y vosotros tres os miráis. Vuestra colaboración acaba allí. Ahora hay que volver a ser células durmientes.
Y vuestros teléfonos suenan para avisaros de vuestros nuevos datos, viviendas, identidades secretas y todo lo demás.
Quizás este de mas decir unas palabras.
Chui sonríe, y os da las gracias a su peculiar y silencioso modo, y en vez de esperar el tren hasta Múnich se van andando hasta perderse en Innsbruck.
Post despedida y listo.
Con una sonrisa, extraña en mi hasta ahora, me despido de Peltrum y Chui antes de que se gire para irse.
Ha sido un placer trabajar con ustedes, quizás volvamos a encontrarnos y puedas enseñarme a tocar otra canción.
Me doy la vuelta y llamo a casa solo digo esto "todo bien estaré en unos pocos días"
Con la guitarra a la espalda mi camino se separaba del de Chui y Pretender. Nuestra misión había acabado con éxito, mi herida estaba sanada gracias a mi poder metabólico y nuestra clienta y su hijo podían continuar sus vidas con tranquilidad. La satisfacción del trabajo cumplido me hacia mostrar una amplia sonrisa.
- Claro, nunca esta de más un poco de público. - exagero una reverencia. - Hasta mas ver. Que os vaya bien. -
Al quedar en soledad e inmerso en mis pensamientos, me asola un terror inusitado, ya olvidado. Había imaginado un mundo de fantasía donde sería el héroe y, aunque no disfrutaría del reconocimiento merecido, salvaría a toda persona indefensa de las garras de los malvados. Pero aquella segunda misión me había dejado las cosas claras... no estaba viviendo una historia fantástica donde el protagonista siempre triunfa... volvía al peligro de las calles donde a cada instante te juegas la vida...
Me pierdo en una esquina y rebusco en mis bolsillos hasta dar con una pequeña bolsa. La miro con duda, pero mis dedos no tardan en trabajar. Me había servido en el pasado para refugiarme, para olvidar, para escapar, para sentir, para volar... Y ahora volvería a servirme.
Las calles de Innsbruck despedían a tres agentes de la organización de mutantes libres más poderosa del mundo.
Pero aun había muchas historias que contar, y podrían ser llamados de nuevo al trabajo cuando un caso, un crimen, o algo peor requirieran de sus increíbles habilidades.
Eran hombres fuera de lo común, con la voluntad necesaria para afrontar graves peligros por un bien mayor. Pero aunque fuera héroes para una mujer y su hijo, no dejaban de ser hombres, a los que se los podía tentar, quebrar o destruir.
FIN
Escena cerrada.