Aristarchus tarda unos segundos en apartar la vista: Me ha sorprendido que esto haya aparecido aquí; obviamente no es algo natural pero tampoco parece que hayan quemado artificialmente la roca pues hubiéramos visto llamas. Se da la vuelta y se acerca a la pendiente dispuesto a descender: Deberíamos seguir.
Pero si hemos visto a alguien espiándonos, algún rastro de su presencia tendrá que haber dejado...
Me concentro y trato de encontrar algún resto de Disformidad en la zona. Después busco huellas, intentadno saber por donde se ha ido lo que fuese que nos espiase.
Motivo: Psiniscencia
Tirada: 1d100
Dificultad: 37-
Resultado: 27 (Exito)
Motivo: Buscar
Tirada: 1d100
Dificultad: 18-
Resultado: 39 (Fracaso)
Tirada para ver si hay algo psiquico, aparte de mi y del vidente, y despues buscar huellas.
Si no encuentro nada, bajo para el camión.
Sientes que en el pasado ocurrió algo aquí, lo que revela un debilitamiento del velo...una zona de fácil acceso a la disformidad
No quiere contarnos lo que hemos visto...
Si el vidente -quien es jerárquicamente superior a nosotros- considera que no es una información relevante para nuestra misión está en su derecho. No obstante -decidió añadir el asesino para congraciarse con todo el mundo- toda información que pueda colaborar en nuestro cometido será muy bien recibida. Acabo de ver hace escasos minutos a un individuo en este lugar, sin duda observándonos. Me gustaría saber si estos símbolos se tratan de algún tipo de variante local del culto a nuestro Dios-Emperador, o es algún tipo de simbología de los clanes guerreros de este planeta.
Todos: He vuelto.
- No tiene que preocuparse no es nada de lo que está pensando, regresemos al camión.
Entonces comienza a descender la colina, tarea mucho más fácil que el ascenso.
Aristarchus, Rabalias y Atellus están abajo
Las palabras de unos y otros hacen que el clérigo desconfíe en la versión del vidente, pues éste parecía guardar para sí constantemente información que pudiera resultar valiosa, pero a fin de cuentas era su superior, asi que Albrek decide hacer un leve encogimiento de hombros, y comenzar el descenso de nuevo hasta el coche, aunque quedándose en retaguardia mientras oteaba de nuevo los alrededores.
Vámonos, aquí no hacemos nada, solo somos un blanco fácil para quien quiera que nos vigile. Lo que hemos visto no es más que los restos residuales de algo que ocurrió aqui, algo improtante, ya sea bueno o malo. Y la disformidad siempre busca formas de expandirse, y se manifiesta de múltiples maneras. Será mejor que lo dejemos estar.
Desciendo hacia el vehículo.
Vamonos.
Con una lucha entre mi devoción y un atisbo de desconfianza, acompaño al Vidente en su descenso no sin antes comprobar una última vez aquella elevación donde los ojos inertes del pajaro tallado sobre la roca parecían seguirle.
El vidente se lleva la mano a la baraja de cartas que guarda bajo su túnica y sube al camión.