Partida Rol por web

Ruina sólo roza superficialmente la piel de Glargh, pero incluso ese mero roce es suficiente para dejar una dolorosa y humeante quemadura. Lagrimeando de dolor el Danzante sólo acierta a empujar a Kalet y lanzarlo al suelo justo a los pies de Zhak, que rápidamente le pone la pistola en la cara.

Fin del juego, cachorro - dice con una sádica sonrisa - Parece que vamos a...

En ese momento los ojos de Zhak se abren como platos mirando a su hermano con incredulidad. Glargh se da la vuelta justo a tiempo de ver cómo un monstruo medio oso medio humano levanta en peso su furgoneta y lo aplasta con ella.

¡No te muevas monstruo! - Grita Zhak levantando la pistola-fetiche.

El oso responde con un rugido que hace que las brillantes runas rojas que decoran la pistola se apaguen...

Aún lamentándome por haber fallado el golpe, y casi echando la culpa al espíritu maldito que alberga el fetiche, recibo el empujón del danzante que me lanza a los pies de su hermano.

Ese momento de verme encañonado por el arma fetiche de Zhak me corta la respiración. Parece que finalmente me tenían en sus garras.

Mientras miro a los ojos al danzante, con falsa seguridad y desafío, noto la incredulidad y miedo que se dibujan en éstos. De repente, deja de apuntarme y advierte a su hermano, pero el ruido del golpe con la furgoneta cae por su propio peso en nuestras mentes. Sin apenas tiempo de reacción, y sabiendo que tengo una ligera oportunidad, busco rápidamente cerca de mi, en el suelo, mi klaive, y trato de golpearle en los brazos para hacer que suelte el arma, o al menos herirle lo sificiente para poder levantarme y buscar una postura defensiva con lo que quiera que haya atacado a Glargh.

El rugido de la bestia descansará en mi conciencia durante muchas lunas...

¡MUEEEEEEEEEEEEEEREEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE! - aúlla cuando Kalet la clava en el abdomen de Zhak. Hay un estallido de luz argéntea, un momentáneo grito de dolor y cuando Kalet abre los ojos sólo quedan las piernas del Danzante.

Una figura lastimosa asoma de debajo de la camioneta volcada. Malherido y sangrante, el metis que había sintonizado la Piedra de Búsqueda sobre Kalet intenta escapar mientras su cuerpo regenera las heridas provocada por el furioso Gurahl

QUIERO... MÁS... SANGRE - exige Ruina - MATA... ASESINA... RÁPIDO... ¡RÁPIDO!... ¡RÁPIDOOOOOOO!

Mi corazón se llena de rabia y sed de sangre mientras veo desaparecer el cuerpo del danzante. El poder demostrado por el fetiche palpita en mis manos. Mis ojos encendidos se fija ne mi siguiente víctima, y siento una comunión especial con Ruina, casi como si reflejase mi alma, casi como si estuviese unida a la mancha corrupta de mi pecho...

De repente vuelvo en mí, y recuerdo la caricia de Gaia en nuestro encuentro, y cómo demostró con una sonrisa más poder que cualquier muerte espectacular que pudiera otorgarme el poder del Wyrm... Miro el fetiche y le sonrío. - Nunca podrás controlar mi voluntad, engendro - y guardo el klaive en su funda. Cuando vuelvo mi voluntad ya recuperada hacía la figura malherida mi vista no puede por menos que centrarse en el poderoso Gurahl que parece haberme salvado con su intervención. Busco inútilmente la figura de Vasily en el suelo y, una vez confirmadas las sospechas, sonrío al enorme oso mientras me dirijo hacia el danzante con intención de reducirlo (o corro, si el danzante puede hacerlo). 

¡Maldito! - protesta Ruina al ver frustradas sus ansias de sangre - ¡Cobarde! ¡Indigno! ¡DÉBIL!

El Gurahl da la vuelta a la camioneta volcada y con un poderoso zarpazo le arranca la cabeza al metis harapiento. No lo hace con saña ni con ira, sino más bien como una tarea desagradable pero necesaria. Hecho esto revierte hasta su forma Homínida transformándose en un enfurruñado Vasily.

Ya me ocupo yo del resto chico - dice tras una larga retahíla de maldiciones en ruso - Esto va a ser lo que te encuentres a partir de ahora, así que espero que estés preparado.

Slava interrumpe la conversación con otra retahíla no menos larga ni malsonante de maldiciones rusas - Slava y sus hombres son mis Parientes. Cuídalos bien o te partiré en dos...

Miro fascinado cómo Vasily acaba con el danzante. Desde luego, todo lo que se ha dicho de esta poderosa raza es cierto. Ahora entiendo que no quisiera hablarme más de él...

- Muchas gracias de nuevo, amigo - le contesto con toda la intención y sinceridad - Ahora te debo dos; así que no me queda más remedio que volver habiendo hecho algo de provecho con mi vida - encojo los hombros de forma inocente.

- Y tranquilo - le digo ya dirigiéndome hacia el barco que me espera - Respetaré a tus parientes como si fueses tú mismo y... te juro que tu secreto morirá conmigo - mi mirada indica convicción en mis palabras.

Con un leve gesto con la mano me despido del que probablemente haya sido la única persona sincera y amigable que voy a encontrarme en mucho tiempo...

Buena suerte, chico - Vasily le da una colleja cariñosa - Una última cosa: he visto como tratas a ese fetiche tuyo. Piensa que el espíritu que hay en su interior también puede conseguir la misma redención que estás buscando tú.

Que te den, curandero miserable - murmura Ruina con voz somnolienta - Tanta fuerza y tanto miedo a utilizarla.

Cuentas con mi compasión, espíritu - le replica el Gurahl - Espero que algún día te cures de toda esa rabia - Ruina responde con un ruido despectivo.

Ya en el barco, el capitán se acera a hablar con Kalet - Conozco gente en ciudad a la que vamos. Puedo ayudarte a ir donde quieras ¿Sí?...

Miro extrañado a Ruina, mientras los ojos se me iluminan al descubrir un descubrimiento que en realidad ya me había ofrecido Gaia en nuestra conversación... - Todos podemos redimirnos - repito para mí.

Miro a Vasily claramente agradecido y le hago un gesto de asentimiento con la cabeza. - Gracias de nuevo. Agradezco tu consejo y me será útil como objetivo a corto plazo antes de enfrentarme a la verdadera misión de redimir a otros. - Y con esto me despido hasta quién sabe cuándo...

En el viaje en barco, a parte de ayudar al capitán en las tareas que me encomiende, haciéndolas ahora mucho más comprometido, sabiendo que eran parientes del gurahl, intento sacar un tiempo para hablar con Ruina, tratando de trasmitirle los dones que la Madre tienen preparados para todos. El amor, el perdón... Trato de hacerle ver que toda su rabia no es necesaria, y que puede tener otros objetivos en su vida espiritual, sin necesidad de utilizar el sufrimiento. No sé si servirá de algo meditar sintiendo el amor que me trasmitió Gaia en nuestro encuentro, y tratando de focalizar ese sentimiento aportando algo de energía espiritual a Ruina (le doy algún punto de gnosis). Con esto intento hacer una "transfusión" de su energía corrupta... Aunque no sirva de nada, A kalet le parece una buena idea.

- Le agradezco su ayuda, capitán - le contesto cuando se dirige a mí. - realmente estaré muy perdido en el nuevo mundo, así que le agradeceré cualquier contacto allí que considere de fiar... -

Eso depende de a dónde quieras ir. En Nome conozco a varios capitanes y a un par de pilotos. También a un capataz del puerto si quieres ganar algo de dinero trabajando. Igual te vendría bien, así podrías pensar en qué hacer con tu vida. Porque da la impresión de que no lo tienes muy claro ¿Sí?...

- La verdad es que no lo tengo claro - le contesto agradecido - Creo que puede ser buena idea que me presentes al capataz. A partir de ahí trataré de buscar el camino a seguir en esas tierras -