Partida Rol por web

Frank vió venir al bicho. A aquella distancia disparar una salva sería un desperdicio de munición, por lo que simplemente apuntó y disparó.
Fue un tiro certero, pero como imaginaba a aquella distancia las balas simplemente rebotaban en su dura piel. Aunque eso no quería decir que no fuese posible derribarlo cuando se acercara más. Tan solo tendría que asegurarse de derribarlo antes de que les embistiese.

Dax estaba tranquilo, manejaba en medio de la batalla como si estuviera en un paseo de campo, cuando vio venir a la criatura, la enorme bestia acorazada de seis pies.

- Bien Soldados. Es hora de justificar su paga. Prepárense. – y encaro hacia la criatura, para luego en el último instante cambiar la trayectoria intentando dejarle una nube de polvo sobre la cara y poner toda la potencia del acorazado vehículo para escapar de ahí y llevar a que la misión sea un éxito.

Cuando Kratos vio que Dax iba hacia el bicho intuyó la maniobra que iba a hacer, asi que tomó un lugar en la aspillera con su pistola blaster y esperó el momento oportuno para disparar a aquella cosa (estar lo más cerca posible, ya que su pistola no tenía tanto alcance).

-Qué cabrón... -musitó para si pensando en el conductor del tanque.

Pero Kratos no calculo demasiado bien el disparo. Se retraso demasiado y el propio polvo levantado por el tanque provocó que él mismo disparara a una de las partes más protegidas del aquel monstruo.

Chasqueó la lengua decepcionado. Tampoco Castiglioni parecía haberle hecho demasiado.

El bahamut se abalanzaba sobre el vehículo con su enorme cornamenta apuntando de frente con la intención inequívoca de derribar el vehículo. Johatan intentaba desesperadamente evitar que el monstruo levantase por el aire el vehículo a la par que intentaba alcanzaar la cañada para dejarlo atrás.

El bicho enorme aquel se había decidido a jugar con el Rinho. Y ni los disparos de Frank o Kratos le habían hecho desistir de ello.

-Vale. ¿Quieres jugar?, pues juguemos.-

Frank se consideraba un francotirador. Sabía esperar el momento adecuado para disparar, y que aquel fuese preciso y mortal. Si su enemigo no podía ver de donde había salido mucho mejor.
No obstante, eso no quería decir que no supiese hacerlo de otra manera. A pesar del traqueteo del vehículo, Castiglionni mantuvo firme la ametralladora instalada en la torreta. El arma descargó una salva completa haciendo resonar el característico sonido del rotor. Por la propia inercia de la marcha algunas de las balas no dieron, otras rebotaron, pero algunas sí que se hundieron en la dura piel del xeno.

Si aquello fue suficiente para hacerlo caer o no ya se vería.

Kaidan abrió fuego en cuanto tuvo a tiro al Bahamut. El ruido era ensordecedor ahí dentro pero por suerte el blanco no era pequeño y su conductor parecía saber lo que hacia. Aún asi en medio de la acción no era sencillo acertar a la bestia.

-Maldición-masculló entre dientes mientras volvía a apuntar a la bestia. Quizás si se tomase su tiempo en el próximo disparo lograría darla.

Kratos aprovechó la cercanía del bicho e intentó disparar a los ojos de la criatura... que estuvo cerca de embestirles.

Pero de nuevo la fortuna no estaba con el guerrero Hazat y el disparo impactó en una superficie quitinosa y protegida de la cabeza.

-"Maldito cabrón suertudo..." -masculló mientras se preparaba para otra posible embestida, aunque Castiglioni le estaba dando bastante "cariño".

-"¡Sigue así Frank!" -animó al tirador.

La salva de balas de Frank impactó contra la criatura haciéndole daño. Por un momento el monstruo quedó aturdido por el dolor y eso fue aprovechado por el soldado para lanzar una nueva ráfaga que terminó por atravesar la coraza quitinosa del bahamut. Aún así aquel maldito bicho era fuerte y parecía dispuesto a morir matando.

Kaidan y Kratos disparando con sus armas personales tenían la sensación de estar luchando contra un goliat invencible, pero eso no hacía que desistiesen en su empeño de ayudar a su compañero de la torreta.

Dax se permitió una sonrisa antes de cambiar la caja manual, y hacer que las ruedas orugas del VR-Rhino salieran arando, al tiempo que la compañía disparaba al enorme gigante que tenían peleando contra ellos, y los impactos iban causando pequeñas explosiones en el quitinoso costado.

Había pasado muy fino, muy cercano de donde estaba el tanque, pero medio por su propia destreza, un poco por la falla de la criatura, había salido todo bien.  Incluso Dax se dio el lujo de rodearla un poco, pero al final, decidió que ya había sido suficiente y encamino el vehículo hacia la cañada, donde la siguiente parte de la misión empezaría. Había sido la primer prueba de fuego de la misión, habían ido por el lugar más difícil y lo habían logrado.