Partida Rol por web

Llegas al final del pasillo y te asomas por la esquina. Ves como el pasillo continúa y al final parece que acaba en una especie de sala de la que lo único que te parece distinguir el torso de una figura inmóvil 

Apretando los dientes por la tensión acumulada al tiempo que agarra con fuerza la cadena armada, Gunnar se asoma a la sala valiéndose de la visión en la oscuridad propia de los de su raza para comprobar de qué se trata.

El elfo refunfuña un poco mientras ve como unos estúpidos enanos intentan gritarle ordenes -de aqui a que n enano me diga que hacer, morirán mis nietos de viejos!!.

El pensaba como Tamara, pero prefería mantener la boca callada y no alargar la discusión; toma sus herramientas y se adentra en el pasillo, en un intento por desarmar la trampa que tiene a sus pies.....

Bueno bueno bueno... por donde empiezo, parece simple, pero..... Jmmmm vaya vaya, interesante!!

Os movéis detrás de Ikaru, dándole la distancia acostumbrada. 

A poca distancia veis como se agacha y examina algo cerca del suelo, debe ser la trampa que os comentó.

Un cordel a la altura del tobillo atraviesa el pasillo de pared a pared

Te acercas a la entrada de la sala, y te das cuenta que se trata del torso de una mujer de piedra, una estatua.

Antes de llegar a la sala escuchas un chasquido y un ruido encima de tu cabeza. Cuando miras ves como el techo se abre y una enorme bola de piedra se precipita sobre ti.

El cordel está tenso, por lo que te da a entender que está puesto para que tropiecen.

Es tan solo un cordel amigos -mucita algo agraciado el elfo, -predispuesto para tropezar no mas, bahhh tontos los que hacen perder el tiempo con estas tontas cosas.

Ikaru desenfunda su daga y rompe el cordel que atravesaba de pared a pared.

-¡Me cago en...!--exclama a todo pulmón el enano escudo antes de hacerse hacia atrás ágilmente con la esperanza de evitar el tremendo golpazo.

Ikaru corta el cordel, por un momento contenéis la respiración, pero al parecer tenía razón ya que no ocurre nada

De repente un fuerte ruido recorrió todo el pasillo. Por un momento creéis que Ikaru había activado la trampa, pero os dais cuenta que el ruido venía del pasillo de al lado, por donde se había aventurado Gunnar en solitario 

La piedra cae encima tuya golpeándote muy fuerte en la pierna, afortunadamente habías reaccionado a tiempo y evitado que te aplastara.

El pasillo había quedado bloqueado, aunque si se empuja la piedra con su debida fuerza puede que quedara un hueco para poder continuar por ahí

Maldiciendo a quienquiera que haya construido este lugar, Gunnar regresa junto al resto del grupo para informarles. Por el camino, el pícaro brujo saca una poción de la mochila y la ingiere para aliviar las heridas sufridas hasta ahora.

Pandarg colocó una flecha en el arco y lo tensó, apuntando a la altura de su rostro sabedor que Gunnar era más bajo y listo para disparar tan pronto viera una sombra que no pareciese el enano.

De pronto escucháis un fuerte golpe del pasillo más alejado, aquél por el que se ha alejado Gunnar. A los pocos segundos, y precedido de una espesa nube de polvo, aparece el malhumorado enano escudo terminando de ingerir un vial curativo.

-¡Nop! Por aquí no se puede pasar, me temo. De hecho, ha habido un ligero derrumbe que casualmente casi me pilla debajo. ¡Brrrrr! Tendré que comenzar a orar un poco más a Beshaba a partir de ahora.

Pandarg bajó el arco, donde ya tenía una flecha preparada, cuando vio a Gunnar cubierto de polvo. Ikaru y tú, tú e Ikaru... dijo menenando la cabeza. Así que nos has bloqueado un pasillo, ¿no?

Bueno, con lo duro que tienes la mollera seguro que no te hubiera pasado nada- contesta Tordek- Ikaru, tienes una capacidad de complicarnos la vida que da gusto. Vamos a tener que retroceder dadas las circunstancias. 

Por los Sagrados Caminos de los Dioses...

Tamara empieza a gritar al polvoriento enano.

Es que nos hemos vuelto todos locos? Estamos en la maldita mansión del terror de un mago no del todo cuerdo, tratando de no llamar demasiado la atención... ¿y TÚ vas y derrumbas un pasillo? ¿En qué estabas pensando?

Y no me pidáis que no grite, porque tras este estropicio todo Bajomontaña debe haberse enterado de nuestra presencia.

Pero la respuesta del otro enano es lo que más confunde a Tamara... retroceder? Por qué? El camino del cordel no está obstruido, Ikaru no ha disparado ninguna trampa (aunque cortar el cordel no le ha parecido una acción especialmente brillante: podría haberse disparado una segunda trampa escondida dentro del muro).

Vamos a seguir por este camino, el del cordel roto. Este no está bloqueado. Si alguien quiere retroceder, ahora es un momento tan bueno como cualquier otro o incluso mejor, en el caso de que penséis seguir derribando techos sobre nuestras cabezas.

Al pelo de Tamara le sentaba fa-tal el polvo: perdía todo su brillo y volumen.

Retroceder por ese camino, se entiende- añade Tordek mientras lanza un profundo suspiro.

Mujeres elfas... si es que hay que explicárselo todo- piensa.

En cualquier caso, Ikaru, deja de derrumbar túneles. No me apetece quedarme encerrado para siempre en este lugar.

Estoy a favor del Orgullo Racial, es más, aplaudo a cualquiera que defienda su raza por encima de las demás.

Tamara se acerca a Tordek para mostrar que, literalmente, está "por encima" de él. Después, baja su rostro hasta el del enano.

PERO que insistas en que ha sido Ikaru el que ha derrumbado el túnel, cuando parece claro que ha sido Gunnar, es querer negar la realidad. En cualquier caso, estaría bien que Gunnar nos explicara qué ha hecho para derrumbar el túnel, así podremos tratar de evitar que vuelva a suceder.