Partida Rol por web

Ahora que estais sentados podeis ver mejor el Pozo que teneis delante.

Un anillo de piedra de unos 30 cm de ancho y de alto hasta la cintura de un humano, lo suficiente para que ninguno de los ebrios clientes intentara bajar sin ayuda. El borde del anillo está rodeado por antorchas encendiadas en argollas, y un enorme aparejo de poleas cuelga de un dintel de piedra sobre el pozo, oculto entre las vigas del techo. Una gran plataforma es sujetada por las cuerdas que salen de esas poleas.

¿seguro que tenemos que bajar? Yo podría perderme en esta taberna mucho tiempo, algo de comida y algo de mujeres, con eso sería feliz durante un tiempo. Lástima que para todo ello necesite el oro de ahí abajo, pero sería bueno esperar hasta que no nos quede nada aquí. Dijo pegando una fuerte risotada y no dejando claro si hablaba en serio o era simple fanfarronería.

Pues quédate aquí, más fama para mí. Seguro que eres un engorro más que una ayuda

- Sabes que no, sabes que a la hora de cortar cabezas y partir enemigos soy el único capaz de hacerle frente. Cuantas veces habréis sobrevivido gracias a la simpleza y filo de mi hacha. No te hagas ahora la valiente.

Dijo y después se sorbió los mocos fuertemente.

- ¿No tendrás una servilleta por ahí, no, querida?

 Pierot se había aflojado ciertas correas de su armadura de placas para acomdarse en el asiento junto a la mesa. Hacía tiempo que portaba armaduras pesadas como esas, pero a pesar de ello, siempre era agotadora una jornada con una de estas puesta.

 Una vez acomodado, paseaba su mirada por el salón, con su mano acariciandose el mostacho pelirrojo mientras su mente parecía divagar en reflexiones. Finalmente comenta.

 - Es cuanto menos curioso. Al paraecer hace mucho tiempo que está operativo esto de Bajomontaña, como puede demostrar esta posada basada en el acceso a ese... lugar, a modo de entretenimiento. Siendo el caso, es curioso como ahora nos ha llegado un "llamamiento". ¿A qué se dará? ¿Pudiera ser que sólo llegara el aviso a grupos de cierta reputación?- Mirando a sus compañeros apunta.- En cualquier caso parece un lugar peligroso. No algo que podamos tener a la ligera. Si hacer tanto tiempo que los aventureros acceden a ese lugar y más grupos van llegando, eso significa que lo que hay allí abajo es un importante desafío. Si queremos prosperar en él debemos ir todos a una, bien compenetrados y atentos.

Hice caso omiso de Ayash, me aburría soberanamente.

En cambio, respondí a Pierot.

Si esto lleva tanto tiempo, temo que sea una especie de divertir al pueblo. Aunque con los terremotos y desgracias actuales, a lo mejor se lo están planteando de otra manera

Medrick se sobresalta cuando Bellatrix le sopla en la oreja; sin embargo no abre los ojos ni detiene sus rezos -pues conoce a su compañera y supone que será ella quien haya sido- y continúa hasta el final.

Cuando termina comprueba que Bellatrix está sentada a su lado; y no puede evitar comentar algo irritado: Bellatrix, deberías saber que mis rezos no son ningún juego... aunque las palabras van perdiendo fuelle y el tono irritado se pierde a media frase.

Tu alma parece más destemplada de lo habitual Ayash, sonríe al semiorco, esperemos que esta aventura, y la posibilidad de ayudar a que acaben las desgracias de esta ciudad, te recuerden que hay más cosas en el mundo que mujeres y excesos.

Rebusca entre sus cosas y le tiende un pañuelo de tela. Toma, quédatelo, parece que vas a necesitarlo.

Escucha interesado la conversación entre Bellatrix y Pierot.

Lo cierto es que estaría bien enterarnos de cuanto tiempo lleva este pozo abierto, quién construyó todo esto y que clase de peligros se conocen ahí abajo. Aunque rápido, no creo que podamos esperar a que Ayash se divierta con todo lo que está pasando a estas pobres gentes.

 El joven caballero va asintiendo. Hace un par de años, cuando emprendió la vida de caballero errante... bueno cuando fue en busca de la conquista de sus espuelas, era un joven mucho más temperamental y temerario. Pero a media de aprender, con duras experiencias, que el tantear el horizonte antes de dar un paso era mucho más sensato que lanzarse de cabeza.

 - Si hace tanto tiempo como parece abierto esto, es posible que hayan logrado salir algún aventurero de allá adentro, quizás no pretenda entrar de nuevo, pero puede darnos información importante a tener en cuenta. ¿Qué nos espera allá abajo? Salas inundadas de agua, orcos, rátidos... esqueletos.- Su voz semblante se ensombrece al pronunciar esta palabra y lo que esto representa.- Trampas de aplastamiento, caídas, tener que trepar paredes o descender simas. Si tenemos que hacer frente algún tipo de amenzas siempre será bueno ir bien provistos, equipo de escalada, algún ariete portátil tal vez... y si no hiciera falta pues todo eso que nos ahorramos.

 Dirigiendo su mirada a la joven camarera que se acerca a traer la comanda, el apuesto caballero sonríe cortés y le pregunta mientras sirve.

 - Perdona, doncella ¿sabe si podríamos robar unos momentos al regente de esta taberna?

Es el propio Durnan el que sale de la barra para llevaros las bebidas.

Bien caballeros, señorita.- dice saludaando con la cabeza. Según parece teneis intención de bajar a Bajomontaña. Soy Durnan y es conmigo con el que teneis que hablar sobre ello. Que os bajemos os costará una moneda de oro cada uno, y con respecto a lo que haya abajo lo único que os diré es que si os rendís pronto y quereis volver, os costará otra moneda.

¿Alguna pregunta?

 El caballero mira atentamente al tabernero, como se expresa y el mensaje que da.

 - Así pues al parecer no inusual que los aventureros desciendan y asciendan por este elevador? ¿Hay algún aventurero por aquí que ya haya bajado y haya regresado de bajomontaña? Quizás ese o esa aventurero quisiera hablar con nosotros.

Medrick enarca las cejas sorprendido ante las palabras de Durnan.

¿La desgracia se cierne sobre la ciudad, vienen aventureros de todas partes de Faerun a arriesgar su vida para solucionarlo y aún así hacéis negocio con ello? Por las llagas de El Dios Quebrado que no pagaré ese dinero. 

Jefe, has devuelto a muchos aquí arriba? Que te contaron de allá abajo? Mira a Duncan esperando respuestas, con su mano disimuladamente cuenta las monedas que le quedan para poder pagar la información.

El precio estaba puesto mucho antes de que comenzaran los terremotos.- Durnan hablaba para los cinco, a pesar de que había sido Medrik el que se había negado a bajar. Esto es muy simple, amigos. Si pagais, bajais, si no pagais, no bajais, por lo menos por aquí.

En cuanto a lo de que si hay alguien aquí que haya subido y que quiera contaros algo de abajo, no conozco a ninguno. Sólo os diré que últimamente han bajado varios grupos y que ninguno ha salido todavía

Haciendo caso omiso a las monedas que había sacado Elias, Durnan continuó...mientras os decidís podeis tomaros esta ronda tranquilamente, invita la casa.- se dio la vuelta y se metió dentro de la barra de nuevo

 Cuando el peculiar Durnan regresa tras la barra el caballero mira a sus compañeros.

 - Sin lugar a dudas es un tipo peculiar, le importa un cuerno que ocurra por aquí, prefiere cobrar ese mísero oro a pesar que se le caiga la ciudad encima y sus clientes se vayan antes que colaborar en la resolución del problema. Cuanto menos peculiar.- Acariciándose el bigote reflexiona acerca de las preocupantes noticias.- No obstante ese es un lugar peligroso, varios grupos han bajado recientemente y ninguno ha regresado, por lo menos por aquí. ¿Significará eso que han encontrado otra salida? ¿Que continúan avanzando? ¿O... que se han topado con algo superior a ellos?

 Tomando la jarra se refresca mientras sigue meditando.

 - Si no encontramos a nadie que nos pueda dar información acerca de los peligros que podamos encontrar, voto por ir lo más preparados posible. Adquiriendo alguna pértiga, una escalera enrollable, cuerdas, garfios, algún equipo de escalada, algún botiquín tal vez. Y provisiones suficientes, tanto de agua como de comida. Avanzaremos más lentamente, pero estaremos preparados y en aso de necesidad podremos abandonar ese peso extra.

Pierot yo ya dispongo de cuerda, garfio y equipo de escalada. Si quieres compra el resto y una cuerda mas por si acaso. Mientras tanto otros podríamos ir a ver que nos cuenta la gente de ese lugar.

Medrick frunce el ceño, poco contento con la respuesta del tabernero. Me parece bien Elias, aunque sigo sin estar de acuerdo con el precio. 

Yo puedo darme una vuelta por el pueblo, preguntar si alguien sabe algo sobre aventureros que hayan vuelto y... sobre otros posibles accesos. Mira a sus compañeros uno por uno esperando sus respuestas.  

 El pelirrojo caballero asiente.

 - Me parece bien, podemos hacer un par o tres de grupos. Uno que se dedique a adquirir el equipo necesario mientras el resto busca algo más de información. ¿Podemos aquí mismo al aterdecer? Una vez reunidos de nuvo podemos terminar de decidir el proceder en función de lo que hayáis encontrado.- Mirando a los demás apunta.- Ya me encargo yo del equipo, el resto podéis dividiros. Elías y Bellatrix por un lado y Medrik y Ayash creo que formáis buenas parejas.

- ¡Menudas ganas tenéis de perder más el tiempo! ¿Por qué no vemos lo que hay ahí abajo? La curiosidad me está matando. Yo tengo dinero de sobra para poder costearos a todos la subida y la bajada, así que primero veamos contra lo que nos enfrentamos y luego si es necesario comprar algo veremos lo que necesitemos.Me parece absurdo gastar por gastar y comprar por comprar. Además, me da lo mismo lo que me cuenten otros aventureros, yo voy a bajar sí o sí.

Así que buscó entre sus monedas, sacó cinco piezas de oro, y dando un grito, para que además de que Durnan le oyera, lo hicieran también todos los allí presentes, dijo, Durnan, toma ¡qué bajamos ya!

Entonces se puso en pie, sacó su gran hacha, la miró mientras pasaba el dedo pulgar por su afilada cuchilla y sonriendo dijo, venga, princesa, es nuestro turno. y dando un paso se acercó lo más que pudo al foso y al lugar donde serviría para que lo bajaran.

No empecéis con prudencias y paciencias, al final siempre salen mejor los planes que hacemos rápidamente.

Se sorbió fuertemente los mocos, restregó su manga por su nariz, olvidándose del pañuelo que le había dejado hace un momento Medrik y terminó su interpretación diciendo:

Dejaos de perder el tiempo, y sigamos adelante el resto de aventureros se harán con todos los tesoros de allá abajo.

Durnan cojió las monedas y se giró hacia la clientela.....tenemos nuevos aspirantes a aventureros, preparadlo para el descenso.

La gente en la posada empezó a vitorear y vociferar, golpeando las mesas con las palma de las manos y con algún que otro escudo.

Uno de ellos sacó una pizarra y con una tiza iban aceptando apuestas sobre vosotors.....quien sería el primero en salir y cuanto tiempo permaneceríais abajo.

Las camareras comenzaron a apartar las antorchas de uno de los lados del Pozo, colocando un par de escalones para facilitaros el acceso a la boca del agujero.

Después se apartan para que entre gritos de ánimo podais acceder al Pozo Seco

Quizás eran estos los aventureros que pudieran solucionar los grandes problemas que acaecían sobre la ciudad

 El caballero no termina de dar crédito a la temeridad del semiorco, pero viendo como se desarrolla la escena simplemente niega en silencio mientras piensa.

 No empecéis con prudencias y paciencias, al final siempre salen mejor los planes que hacemos rápidamente. Lo recuerdaré cuando tenga que pensar un epitafio para ti.

 Con un suspiro se incorporó, haciendo tintinear su armadura y empezó a ceñirse de nuevo las cinchas y a acomodarse el equipo.

 - Veo que te sobra la energía, a ver que haces una vez sea precisa.