Por una vez estaba de acuerdo con Ayash, era un aburrimiento tener que hacer tareas de investigación.
Si al menos fuera con Medrik, sería divertido.
Al final, me animé y grité:
¡Sí! ¡Vamos! ¡Más fama para la bella Bellatrix!
- ¿Para eso estáis vosotros no, mis queridos y fantásticos amigos sanadores y mágicos? ¿Qué haría yo si no estuvieseis ahí, como siempre, para curar las heridas que me producen el estar salvándonos siempre nuestros gaznates? Princesa cuida de nosotros y vosotros cuidáis de mi. ¿Ese siempre ha sido nuestro plan, no?
Lástima que tu "Princesa" no te corte la lengua, Ayash
Medrick observa poco sorprendido la fanfarronería de Ayash. Cruza una mirada de resignación con Pierot y medita mientras Bellatrix y Pierot intervienen.
-No me gusta la idea de bajar de forma tan apresurada... pero supongo que está decidido. Solo espero que no tengamos que arrepentirnos. Y mis capacidades curativas tienen un límite, Ayash, así que procura no ponerlas en exceso a prueba. Se nota que el clérigo se encuentra incómodo con la decisión, aunque acata lo que parecen ser los deseos del grupo. Busca en su bolsa y tiende a Ayash una moneda de oro. No se dirá que no pago lo que debo, toma. Aunque espero que para la salida podamos encontrar otra ruta.
Se levanta con calma, recoloca la silla en la que estaba sentado, recoge sus bultos y se acerca a la boca del pozo, observando el interior con curiosidad subido al borde. Mantiene su enfado durante unos minutos, aunque con el tiempo va recuperando su habitual rostro afable.
Paga una moneda adicional a Durnan. ¿Puedes bajarme tambien a la burra?
Durnan cojió las monedas y se giró hacia la clientela (la de la burra incluida).....tenemos nuevos aspirantes a aventureros, preparadlo para el descenso.
La gente en la posada empezó a vitorear y vociferar, golpeando las mesas con las palma de las manos y con algún que otro escudo.
Uno de ellos sacó una pizarra y con una tiza iban aceptando apuestas sobre vosotors.....quien sería el primero en salir y cuanto tiempo permaneceríais abajo.
Las camareras comenzaron a apartar las antorchas de uno de los lados del Pozo, colocando un par de escalones para facilitaros el acceso a la boca del agujero.
Después se apartan para que entre gritos de ánimo podais acceder al Pozo Seco
Quizás eran estos los aventureros que pudieran solucionar los grandes problemas que acaecían sobre la ciudad
Quitaros la moneda de oro de la ficha
El caballero, con las piezas de armadura ya ceñidas de nuevo, se cargó su equipaje a su espalda. Luego tomó su escudo en forma de lágrima invertida y se lo ajustó al antebrazo izquierdo.
- La hora ha llegado.- Dijo posiblemente más para sí que para alguien en concreto.- Lejos de amilanarse emprendió el descenso al pozo por los peldaños puestos por las camareras. Vayamos Medrik, que no sea dicho que los siervos de la Triada no se presentan ante la adversidad, para ayudar a los que lo necesitan.
Vamos, Medrik, yo cuidaré muy bien de ti. Si tienes miedo, puedo hacer alguna cosa que otra para que te olvides de él, jajajaja
A carcajada limpia, me fui acercando al pozo seco, siguiendo a Pierot
Ya me he quitado la moneda :D
Sin decir más y con una amplia sonrisa y una reverencia con socarronería, miró al lugar de las apuestas y dijo:
¡Apuntadme a mi también! Yo seré el último en salir, y seguro que el blando de mi amigo Médrik, es el primero en terminar subiendo a la superficie. ¿A cuánto se pagan las apuestas?
Después de aquello Ayash se agarró de un brazo de Bellatrix y la susurró al oído.
Comencemos de nuevo una aventura, será un placer como siempre compartir tu magia con mi hacha.- Esta vez no había, pique, no había burla, solo había absoluta sinceridad, al fin y al cabo habían vivido ya muchas aventuras juntos.
No es miedo Bellatrix, es prudencia... responde Medrick, más para sí que otra cosa, pues sabe que Bellatrix solo busca picarle. Una nueva oportunidad para probarme a mi mismo, veamos que nos depara este pozo.