Lyla suspiró. Esta vez, había tenido suerte. Salió de la posada sin pensarlo dos veces, y luego, callejeando como pudo para evitar pasar por las calles principales, intentó salir de aquel pueblo en dirección al lugar de reunión, acompañada por Mark y Loretta
No os preocupéis por tanto secretismo Comentó al girar una esquina Os lo explicaremos todo cuando lleguemos a las afueras del pueblo
La pareja asintió y siguió a Lyla hasta el punto de reunión. Allí esperaban Alexander y Anger, arrebolados por la carrera, a salvo de miradas indiscretas.
Saludó a sus dos compañeros, y luego miro de reojo a Mark y Loretta, para señalarles que tuvieran cuidado al hablar de lo ocurrido. Rápidamente dejó todos los objetos que había traído en el suelo, entre los cuales se encontraban las pertenencias de Anger y Alex. Luego, se levantó y miró a la pareja que les había acompañado
Perdón por tanto ritual. En realidad, hemos tenido una noche más que movida, y... Digamos que en el pueblo no somos bien vistos, a estas alturas
Se calló, dudando de como seguir. En realidad, no tenía ni idea de como iba a explicar a esas personas que su "hija adoptiva" no era en realidad más que una ilusión, una simple parte de algo más grande y poderoso, un ente con los poderes propios de un semidios. No es que Shanna hubiera dejado de existir: Es que, en realidad, Shanna nunca había existido ¿Como se lo tomarían esas personas?
Lo sabía muy bien. Al menos, era consciente de la reacción que tendría ella en una situación semejante. No tenían pruebas, más que su palabra. ¿Como explicar lo inexplicable? ¿O debían contarles una mentira? No, Lyla no podría sentirse a gusto consigo misma escudándose tras una historia falsa. Por la misma razón por la que les había traído con ella en vez de dejarles en la posada, debía de intentar explicarles lo que sabía, sin dejarse nada en el tintero. Tenían derecho a saberlo, al fin y al cabo
Dejó espacio a sus compañeros por si a alguno se le ocurría alguna manera de empezar
Alexander carraspeó ligeramente, y abrió la boca un par de veces, solo para volver a cerrarla al instante.
Lo cierto era que no sabía como reaccionar en estos casos. Mark y Loretta estaban esperando a su "hija" y ellos volvían con las manos vacías. Era mas, había sido él mismo quien la había "matado".
Desvió la mirada hacia el suelo. Símplemente no podía sostenersela, porque se sentía culpable de lo ocurrido.
Pidió ayuda a Lyla con los ojos, pero ella estaba tan perdida como el.
Asumiendo su responsabilidad, y sacando fuerzas de flaqueza, el muchacho decidió iniciar la conversación. Una conversación sin duda dolorosa para el, pero necesaria.
-Vereis, Shana...Bueno, Shana en realidad nunca existió. No era mas que una ilusión-Pronunció estas palabras deprisa, quizá demasiado. Sus nervios le habían traicionado, y no había sabido encajar la situación con tacto.
Pero ya estaba dicho.
Decidió esperar a que preguntasen, quizá para no responsabilizarse de la situación, quizá con la esperanza de que su compañera respondiera por el y le librase de esa tarea.
-¿Qué? -preguntó Loreta-. ¿Cómo que... una ilusión?
Mark negó con la cabeza.
-Eso no puede ser. Shana, nuestra Shana... Nuestra Shana no era ninguna ilusión. Nosotros la cuidamos desde que la adoptamos. ¡No era ninguna ilusión!
-Si habéis venido para reiros de nosotros, ¡idos al diablo! -exclamó la mujer, dolida.
Como había temido, la situación se estaba desmadrando. Alexander había sido muy directo, aunque Lyla, por dentro, sabía que no habría manera alguna de hacer esa revelación menos chocante. Agradecía al joven que hubiera salido para ayudarla, ya que, una vez habían dicho lo más importante, parecía que las fuerzas volvían a ella y se hacía menos difícil hablar con esa gente
A ver, vamos a calmarnos. Quiero que quede claro que nosotros no sacamos nada por deciros esto, y que, como podéis comprobar por nuestro aspecto, no tenemos ni ganas ni intención de reírnos de vosotros
No era del todo mentira. No en vano, habían luchado contra seres de pesadilla, se habían transportado entre dos mundos como quién no quiere la cosa, y hacía menos de una hora habían derrotado a un demonio ancestral con sus propias manos. Debían de lucir, cuanto menos, algo afectados
Escuchad: Podéis creeros si queréis, o no. Nosotros nos vamos ya, así que no creo que volvamos a vernos, por lo que debéis de comprender que estamos haciendo esto solo porque nos obligan nuestras conciencias
Inspiró, y luego siguió hablando, soltando todo casi del tirón
Shanna era real para vosotros, y con eso basta. Pero se ha ido. Decidme... ¿Creéis en Dios, y en la fe cristiana?
Aún agitados, ambos asintieron.
-¿Qué tiene que ver eso? -preguntó Loreta en un susurro.
Lyla asintió
Entonces también creerá en los demonios y en los ángeles, supongo... ¿Y si le dijera que, hace ya muchos años, un ángel menor llamado Delenis fue derrotado por Dranias, un demonio malvado, el cuál dividió su esencia en varias partes? ¿Y si le dijera que Shanna era una de esas partes, un ente incompleto, un alma fragmentada que ansiaba volver a unirse con las otras partes de su esencia, para volver a componer a Delenis?
Se paró en seco, dándose cuenta de lo fantasiosa que parecía esa historia. Pero, al fin y al cabo, era la verdad. Bueno, la verdad maquillada
Mira, ya sé que suena a cuento inventado, pero no me importa si me creéis o no; Ese es vuestro problema. Ahora, preguntaros... ¿Qué sabéis del pasado de Shanna? ¿Dónde está el colgante que llevaba puesto?
La pareja reaccionó como Lyla esperaba: no se creyeron nada, e incluso se molestaron.
-Mira, Lyla, si nos has traido aquí para reirte de nosotros y contarnos historias... ¿Cómo se supone que vamos a creer eso? ¿Ángeles, demonios? ¿Nuestra hija, un fragmento de...? -Mark sonaba agresivo, negando con la cabeza-. ¡Déjanos tranquilos! ¡No hacía falta que nos contaras nada de esto!
Persuasión 120 para convencerlos de que escuchen y se lo crean.
Anger no sabia lo que hacer . Llevaba escuchando desde el principio y no se atrevia a interrumpir a sus amigos ya que él no tenia nada de confianza con los padres de Shanna . Pongo mi mano sobre Lyla para darla fuerzas ya que es lo unico que puedo hacer ahora .
Solo son unos padres que quieren encontrar a su hija
Post para dar signos de vida , si quieres borrala ;)
Lyla suspiró, y luego sonrió. Sí, se esperaba algo así
No lo he hecho por vosotros. Simplemente, no podría estar a gusto conmigo misma sin haber intentado contároslo. De nuevo, es vuestro problema si os lo creéis o no
Negó con la cabeza
No tengo ni idea de lo dura que debe de ser esta revelación en vuestro caso, pero... Diablos, estoy harta de toda esta historia. Solo quiero alejarme lo antes posible de este pueblo endemoniado, y no volver jamás. Así que allá vosotros: Creedme, o no lo hagáis, pero Shanna ya no existe. No, de hecho, nunca existió. O... Bah, da igual. Yo ya he cumplido
Se giró, algo cansada, y miró a sus dos compañeros
Vámonos, chicos. Hasta siempre, Mark y Loretta. Os deseo lo mejor en vuestro camino. Despedíos de Bill por mi parte
Tirada: 1d100(+15)
Motivo: Persuasión
Dificultad: 120+
Resultado: 77(+15)=92 (Fracaso)
-¡Nosotros no tuvimos la culpa!-Gritó Alexander, con nerviosismo-Hicimos lo que pudimos, pero...no pudo ser. Como dice Lyla, Shana nunca existió, era parte de algo mucho mayor. Luchamos con todo nuesto ímpetu contra fuerzas inimaginables. No ganamos nada diciendoos esto, pero...pero...
El muchacho apartó la mirada.
-Pero necesito que nos creais, porque solo así podreis empezar a rehacer vuestra vida, y porque solo asi podreis acercaros a algo parecido a la felicidad. La decisión es vuestra.
Se quedó ahi, esperando la reacción de Mark y Loreta, sintiendo que Lyla había hecho todo lo que podía, y que el no iba a conseguir mejores resultados.
Loreta lloraba quedamente mientras Mark la apretaba contra él. El hombre negaba con la cabeza, atónito ante lo que oía.
-Basta. Es suficiente. Os habéis reido de nosotros. ¿Estáis contentos?
Echaron a andar de vuelta a la aldea. No había mucho que hacer. No iban a creerlos. En realidad, ellos ni siquiera lo habrían creido un día antes.
Lyla observó como la pareja se iba. Extrañamente, se sentía en paz consigo misma. Había hecho lo correcto, y su conciencia estaba tranquila. Que Mark y Loretta no les creyeran era problema de ellos, no suyo. Así que se giró, y luego miró hacia el camino, pensativa
Creo que no deberíamos transitar mucho los caminos hasta que nos hayamos alejado del pueblo. Luego, tendremos que decidir donde ir
Se giró hacia sus compañeros, y sonrió
Aunque bueno. Supongo que ya habrá tiempo para hablar de ello
Recogió sus cosas, y esperó a que los otros dos hicieran lo propio. Ocurriera lo que ocurriera en el futuro, en esos momentos, poco le importaba. El sol estaba en lo alto, y Gaïa se abría frente a ellos, invitándoles a descubrir sus misterios. Se encontraran con lo que se encontraran, podrían hacerle frente. Juntos
Quizás los seres de los cuentos eran más que simples historias de vieja. Quizás había más personas como ellos, con poderes ocultos y secretos oscuros. Pero la cazarrecompensas tenía la sensación de que, de alguna manera, gracias a ellos ese día amanecía más brillante, más esperanzador. De alguna manera, ese día había un poco menos de oscuridad en el mundo
Sonrió. Sí, definitivamente, ese aún podía convertirse en un buen día
Podía acostumbrarse a eso
La pareja se alejaba, y Alexander no podía hacer otra cosa mas que mirarles con impotencia. Le habría gustado que Mark y Loreta les hubiesen creído, porque solo así podrían haber digerido la tristeza que ya comenzaba a inundarles.
Pero habían hecho todo lo que estaba en sus manos.
El muchacho sentía una tremenda culpa. Sabía que había hecho lo correcto, pues Lucy, o Shanna, no eran mas que la extensión de algo mucho mayor, y, por tanto, no habían desaparecido en el sentido estricto de la palabra. Su "muerte" había sido un sacrificio menor para destruir uno de los tantos males que asolaban el mundo en el que habitaban.
Sin embargo, racionalizar la situación no le ayudaba a soportarla. En cierto modo, relacionaba aquella niña con Ivan, a quien también mató.
El proceso de rehabilitación sería lento y costoso, pero ahora contaba con medios que no había tenido anteriormente. Ahora contaba con dos estupendos compañeros que le apoyarían, y no le dejarían solo.
El muchacho cogió la mano de Lyla, y la estrechó con fuerza, sonriéndole.
Era una sonrisa pura, vital. La sonrisa de Alexander, sin ningún disfraz detrás. Esa sonrisa que el chico nunca había tenido la oportunidad de demostrar.
Acto seguido, revolvió el pelo de Anger, y admiró el horizonte.
No iba a decir nada, sobraban las palabras. La promesa de nuevas aventuras les esperaba en algún lugar de Gaïa, y juntos recorrerían el maravilloso camino de vivir.
Apretó fuerte la mano de Alexander, y le devolvió la sonrisa. Luego miró al horizonte
¿Vamos?
Acto seguido comenzó a andar, sin soltar la mano de Alexander