Partida Rol por web

Pandemia empezaba a estar más que harto de ese desgraciado. ¡Le estaba haciendo quedar mal!Si hasta el anciano le había sacudido un buen golpe... ya iba siendo hora de lucirse.
Pandemia avanzó, espada en ristre, hacia el ser monsturoso. Una vez alcanzó al viejo Fai se situó a la espalda del bichejo, ocupado en evadir los ataques de Jack y, adoptando una postura señorial de atque, con la espada frente a su rostro, descargó un mandoble oblícuo sobre el cuello de El Grito Entrecortado.
 

Y entonces, parece que ocurre lo impensable. Pandemia se deja de tonterías, y con la espada de dentro de su bastón, se dirige con decisión a por Grito, pillándolo por la espalda.

El Grito no ve venir lo que se le viene encima. El cerebro criminal lanza un tajo a la altura del cuello del Grito, que este, hecho polvo como está, no es capaz de esquivar.

El Grito entrecortado se gira enfurecido. Pandemia, instintivamente, se cubre con la espada, pero entonces...

La cabeza del Grito cae al suelo. Su cuerpo cae después, como si de un pelele se tratase. La cara sigue congelada en el mismo gesto tétrico, en el mismo grito que le daba nombre.

Podéis ver como la cabeza y el cuerpo de la criatura sobrenatural, comienza a evaporarse. Mas que evaporarse, es una especie de volatilización, mezclada con una exposición rápida.

Es posible que en otra ocasión, ese ser, fruto de la misma esencia del Inframundo, hubiese vuelvo a él, a esperar la oportunidad de su venganza. Pero no en el suelo sagrado que Li Xia creó.

Cuando por fin desaparece por completo, os miráis unos a otros. El peligro, y vuestro viaje por el Inframundo, ha terminado...

Buen trabajo, misterioso hombre de verde... - dice dandole unas palmaditas en la espalda a Pandemia.

No se si habrá acabado todo, ahora nos queda salir de aqui, aunque mi lugar esta en el pasado o buscar aún a mi esposa.... - el anciano mira al suelo apenado, tanto tiempo de búsqueda, pero de momento no sabia nada de ella.

Aun tengo esperanzas de volver a reunirme con Amanda y tener descendencia.El tiempo es caprichoso, seguro que aunque fuera al pasado, el tiempo encauzaria las cosas.Es como cuando tienes que ir a ciudad central, puedes ir a pie, en motociclera, aero-coche, aero nave o teletransportándote, pero, da igual como se vaya alli, se va al mismo destino.El tiempo yo lo veo igual, aunque viva en el pasado con Amanda, cuando la encuentre, no alterare ni pasado ni futuro, solamente, se aclopara a lo demas.- dice con una ligera sonrisa, mas como una forma de autoconvencerse, que de seguridad.

Pandemia contempla, atónito, como la cabeza se desprende del ser. Incluso cuando su cuerpo se desplomaba en el suelo y comenzaba a desaparecer mantuvo en alto su espada, esperando ver a la cabeza decapitada saltarle al cuello o algo similar...

-Sí... ¡SÍ!, ¡chúpate esa, mamonazo!, ¡jajajajajajajaja! -carcajeó delirante mientras volvía a guardar el filo asesino dentro de su bastón.

Pandemia alzó su puño victorioso al cielo, aquello había sido grandioso. No estaba acostumbrado a los conflictos directos. Por regla general sus planes evitaban esas situaciones o las trampas que preparaba y matones que contrataba se encargaban de lidiar con las "pequeñas minucias". Pero tenía que admitir que resultaba reconfortante. Lo único que lamentaba era no contar con un aliado de ese calibre en su retorno a su época. Sería una baza inconmensurable en la caída del Buró.

Una vez superada la emoción del primer momento se ajustó la corbata, carraspeando, y recobró la compostura. Asintió con altanería a las palmaditas del anciano y esbozó una orgullosa sonrisa.

-Ese es el destino de quienes interfieren en mi camino...

Respira agitada cuando ve que el grito ha muerto y ha desaparecido. Se lleva la mano a la herida del costado y se pone en pie. Se acerca a los otros para celebrar la victoria que han tenido... aunque no sabe si será el final de esa historia, aunque espera que así sea.

-Parece que todo ha acabado. Os curaré las heridas.

Jack mira contento como parece que todo ha salido por fin a pedir de boca. No obstante, parece que no ha podido evitar lo que quería evitar con todo esto.

El ex-fuerzas especiales sabía que las Manadas Diabólicas eran lo que precedía al Grito. Por eso intentó evitarlo. Pero, cuando quieres evitar a la muerte cambiando de camino, es la muerte la que te espera al final de éste. Y parecía que la llegada del Grito era inevitable.

—Buen trabajo, muchachos... —dice por fin Jack. No obstante, la tristeza es palpable en su voz. Así, continúa— Una pena que la masacre haya sido llevada a cabo...

No obstante, antes de que Jack pueda decir nada más, veis a dos conocidos que vienen por la cuesta: Son Faye y Black Zero...

Faye aparece junto con Black Zero. Ésta está en su forma humana. Lo cierto es que vienen con prisas, no sabéis si por el combate o porque.

—Sentimos el retraso, chicos —dice Faye— Ya sabéis que nos perdimos y eso. Pero hemos encontrado algo que os alegrará.

No sabéis muy bien a qué se refiere, pero parece que será Black Zero quien lo explique.

—Así es. Como sabéis, nos perdimos —empieza a explicar Black—. Nos costó mucho volver a encontrar este lugar. Pensábamos que jamás regresaríamos, y que estaríamos dando vueltas para siempre.

El Vengador Enmascarado hace una pausa, para abrir la pantalla de su casco, y seguir contando, ahora sin la voz modulada— Cuando por fin encontramos este lugar, pensamos que todo estaba perdido. No obstante, parece que llegamos antes que vosotros.

—Intentamos poner a toda la gente del lugar a salvo. No obstante, algunos se empeñaron en quedarse a pelear. Algo muy noble —comenta Black Zero—. Estamos escondidos en una cueva cercana. O bueno, parece una cueva. Está hecha de acero amarillento, aunque no sé muy bien qué es.

—El caso es que no estábamos tan bien escondidos como pensábamos. Tuvimos que luchar contra unos treinta perros de esos. Cuando vimos que no venían más, decidimos salir nosotros a ver que pasaba. Me alegro que todo esté bien —termina de decir Black Zero.

—Y entonces, os encontramos a vosotros —termina de decir Faye— pensábamos que todo estaría perdido, pero ya vemos que no.

—Deberíamos ir a decir a la gente que puede volver aquí. Al final parece que la cosa no llegó a mayores, y que esos magos no se han salido con la suya...

La cara de Jack cambió por completo al oir eso. ¡Era una gran noticia!. Así, cuando Faye dijo de ir a buscar a la gente, comentó— Os acompañaré. Vosotros —dice Jack refiriéndose a Ronald, Pandemia y Li Xia—. Acompañad a Kar Fai a la base. Os habéis ganado un descanso...

—Nos veremos a la vuelta. —Y, diciendo esto, Jack se da media vuelta y sigue a Faye y Black Zero.

Es la hora de descansar, os lo habéis ganado con creces.