¿Qué pasó con los protagonistas de FENG SHUI: Los Ascendidos y el Restaurante (Ahora, disponible en los mejores videoclubs y en MegaVideo)? ¿Por qué nadie acompaño a Jack hacia el portal hacia lo desconocido?
Esta, y otras respuestas, en esta escena.
Hotaru dejó claras sus intenciones de no acompañar al grupo, para proseguir con su vida y su tienda de antigüedades; al igual que Wang, que decidió que ayudaría, pero desde la coyuntura de 1996, buscando información que pudiese servir al grupo. Flash, por su parte, prometió que se dedicaría en cuerpo y alma a defender Hong Kong de cualquier peligro. De defender al débil y ayudar al desvalido, como redención por sus antiguos actos.
Se despidieron del grupo el día antes de la partida hacia el portal, deseándoles toda la suerte del mundo. Realmente, la iban a necesitar.
Así pues, eso dejaba a Jin, Karin, Takeshi y Jack solos ante el peligro... Mejor dicho, solos ante el portal. La mañana en la que acordaron partir, todo parecía diferente. Jin estaba callado, cosa poco habitual en él. Karin estaba algo cabizbaja. El único que parecía igual que siempre, era Takeshi.
La noche antes, Jin se había empeñado en ir hacia el cementerio en su coche. Total, sería la última vez que le usase, viendo el turbio futuro que se les avecinaba. Quería conducirlo por última vez. Con esto, el grupo acordó por la mañana que se encontraría frente a las calcinadas ruinas del antiguo restaurante.
Jack llegó el primero. No pasaron más de dos minutos, cuando Takeshi apareció por una esquina. Jack estaba paseando entre los restros, con una actitud meditabundo. Takeshi se le acercó, dispuesto a decirle algo. No obstante, antes que pudiese soltar un "Hola Jack", Jin apareció en su coche, junto con Karin. Tras los matutinos saludos, pusieron rumbo hacia el cementerio que albergaba el portal hacia el Inframundo.
Que algo había cambiado, era más que evidente. Así que Jack, cansado de esperar el saber lo que pasaba, y por dar un poco de conversación al grupo, preguntó- ¿Qué ocurre? ¿Pasa algo malo?
Jack -respondió Jin de forma ahogada. Se aclaró la voz, para decir- Bueno... Karin y yo hemos estado hablando y... No cruzaremos el portal.
¿Cómo? ¿Por qué? -Preguntó el ex fuerzas especiales, algo sorprendido.
Bueno. Es un hecho que Karin y yo estamos juntos -Respondió el asesino al sorprendido Jack- Hemos decidido que lo mejor será retirse de este "negocio". Ya sabes, tener una vida tranquila y con suerte, formar una familia y esos rollos...
Muy bien, si es vuestra decisión, suerte entonces -Concluyó Jack, mirando a ambos.
No obstante, os acompañaremos hasta el cementerio... -Apuntó Jin, como punto final de la conversación.
El resto del trayecto hasta el cementerio fue en completo silencio. Una vez allí Jack y Takeshi se bajaron del coche. Tras despedirse, y desearle lo mejor en su nueva vida a Jin y Karin, los dos últimos miembros del grupo se dirigieron hacia la cripta donde se encontraba el portal.
Cabe destacar que ya no se encontraba allí el coche estrellado de Fast Eddie, ni el cadáver del mismo ni de su mano derecha, el australiano Bri Davis. Lo extraño, era que no había restos que indicasen que la policía lo había investigado. ¿Tal vez policías comprados? ¿O quizás los propios Ascendidos?. Si fueron estos últimos... Bueno era posible que hubiesen encontrado el portal. Si así era, no tardarían mucho en mandar algún destacamento para adueñarse de él.
El pandillero y Jack cruzaron el camposanto y se encaminaron hacia la cripta. Todo parecía igual que cuando lo habían dejado por última vez. Bajaron las escaleras, avanzaron por el pasillo y llegaron hasta la bóveda en la que el portal se encontraba. Una vez allí, Jack miró a Takeshi. Parecía distinto, y apartaba la mirada siempre que podía.
¿Estás preparado, chaval? -Pregunto Jack
Realmente... No. -Contestó Takeshi- Estuve pensando lo que me dijiste. He estado pensando en todo lo que me ha ocurrido en mi vida. Siempre me ha movido la venganza. Tal vez tengas razón, y ese no sea el camino... Quiero probar a llevar una vida normal, a rehacer mi vida.
Jack miró algo desconcertado al pandillero. Después, puso una mano sobre su hombro, para decirle- Sabia decisión, amigo. Eres joven como para desperdiciar tu vida con esta estúpida guerra. Y la venganza nunca llega a nada. Creeme, fue algo de lo que me di cuenta bastante tarde, y con demasiado daño causado. La venganza sólo hace que cada día que pasa, te sientas peor con el mundo, y contigo mismo. Parece un camino fácil de seguir, pero cada día que pasa, te arrepientes más de haberlo tomado.
Pero, contestame a una pregunta -inquirió Jack- ¿Por qué has esperado hasta ahora para decirmelo?
Bueno... Ya sabes. -Respondió Takeshi- Quería guardar las apariencias. No quería que el resto supiese esto, y, de alguna manera, que se sintiesen culpables por esta decisión, que pensase que los abandonaba... Aunque claro, tampoco esperaba que ellos no cruzasen el portal.
Con una sonrisa en el rostro, Jack se encaminó hacia el portal, para decir- Volveremos a vernos, cuenta con ello. Espero que cuando eso suceda, seas una persona respetable, con unas metas que no incluyan la venganza. Considera esto como un hasta luego, muchacho...
Antes de que Takeshi pudiese contestar, Jack saltó hacia el portal. Desde la posición del pandillero, podía verse como, en el lienzo que parecía el portal, había aparecido una figura con una AK-47 a la espalda, alejándose por lo que parecía un oscuro pasillo de color metalizado.
Mientras la figura que se ha ido igual que vino se alejaba, Takeshi se dió la vuelta y se encaminó hacia la salida. Ahora tenía que construir una nueva vida, al igual que Jin, Karin, Hotaru, y el resto de personas que se habían encontrado en Hong Kong.
Pero eso, es otra historia. Una historia que pasará desapercibida, y que, puede que llegado el momento, nadie recuerde. Nadie, excepto los que la vivan...