Partida Rol por web

El clérigo ve que necesitan más ayuda divina y murmura una plegaria acompasada.

Desde la punta dorada de su manto,  se empiezan a extender pequeños lazos dorados que unen,  momentáneamente,  a Larina, Winnie y a el mismo. 

El lazo dorado trepa por cada uno,  y al llegar a sus armas,  la reviste,  haciéndolas brillar por un momento. 

Luego,  los tres,  se sienten mas seguros en sus ataques.

Atacad sin dudar queridos,  golpead y dañad a esta criatura, para que vuelva donde vino!!!! Al polvo!!!

Estaba claro que el elemental de tierra tenía vitalidad para rato. Seguir en pie después de todos los ataques que llevaba encima no era ninguna tontería. Larina no pierde el tiempo y flanqueando e nuevo a la paladina le ataca con su espada corta.

Tres nuevos misiles volvieron a salir en dirección al elemental, golpeándolo de lleno y dejándolo herido, el elemental furioso pega dos puñetazos hacia Wynonna, ni siquiera el escudo pudo protegerla, la paladina cae al suelo inconsciente antes de poder reaccionar.

Shäkaste conjura una bendición sobre sus compañeros, aunque ahora mismo a Wynonna no le sirve de mucho. Larina ataca con su espada corta al elemental hiriéndolo, aunque no puede flanquearlo, ya que al no estar Wynonna para distraerlo el elemental se centra sobre ella

Todo se volvió negro para Wynonna y se derrumbó

El clérigo quedó asombrado.  El poder de daño del elemental había tirado a Winnie en un solo movimiento.

No, aún no es tu tiempo,  preciosa - le dijo a Winnie, mientras la conocida plegaria brotaba de su boca. 

Vitas mortius carihoooo... El conocido resplandor blanco rodeó a la paladín,  mientras el clérigo seguía cantando sobre el elemental.

Ya vete !!!- nuevamente se había disminuido la seguridad del tono de voz del clérigo,  sin embargo,  sus poderes,  ayudaban al grupo de forma constante. 

no debo flaquear, aún no... - pensaba para si. 

Una nueva llama sagrada brotó del cielo intentando acabar con la vida del elemental. 

Wynonna había caido, el pilar del grupo se había derrumbado ante la fuerza colosal de ésa monstruosidad.

- Mierda, estamos jodidos sin Wynnie y sin Nana... esto pinta mal.. joder! - Y para colmo los 6 misiles mágicos anteriores no habian podido hacer prácticamente nada.

Pero cierro los ojos por un momento, concentrándome, sintiendo mi respiración y el crujir de las rocas. Una mano esquelética y horrible se materializa detrás del elemental y le asesta un puñetazo que le roza por poco, no le provoca mucho daño, mas bien parece que ni lo haya sentido...

Desgraciadamente Larina estaba bastante de acuerdo con la hechicera, pero dado que salir corriendo en realidad tampoco era buena idea (realmente no sabían cuanto podía correr e elemental y no iban dejar a la inconsciente paladina detrás). Sólo quedaba atacar de nuevo.

Preparando de nuevo su espada la araina lanzó un nuevo ataque y tras hacerlo para evitar un ataque del elemental se zafó de su alcance. Si quiere, que venga a por mí.

¡Eh! Por aquí. Intenta distraer Larina al elemental.

Como esa cosa trepe o pueda tirar me del techo de alguna manera esto no habrá sido una buena idea, pensó resiganada Larina.

Larina golpea con su espada al elemental, no le hace mucho daño pero algo es algo, intenta alejarse del elemental y subir al techo, no le supone ningún esfuerzo gracias a sus patas, consiguiendo quedar colgada del techo para sacar su arco

Evelynn crea una mano esquelética para que toque al elemental, pero su roce apenas le hace daño a la montaña de tierra que tenéis delante. 

Shäkaste usa su poder curativo sobre Wynonna, pero no sirve de mucho, pues nada más la paladina abre los ojos vuelve a sentir los puños del elemental sobre ella volviendo a dejarla inconsciente. Una llama sagrada envuelve al elemental hiriéndolo

El toque helado no hizo mucho efecto otra vez, pero era mi mejor baza por el momento... pero a tozuda no me gana nadie, asi que lo vuelvo a intentar otra vez mientras veo que Wynnona sigue sin levantarse...

Bien encaramada y con el arco preparado Larina apunta al elemental.

¡Eeeh, feo! grita la araina seguido de una serie de chasquidos y sonidos guturales en su idioma característico para tratar de llamar la atención del elemental yque se aleje de la paladina de una buena vez.

El clérigo ve con pavor como la paladín cae nuevamente...

Se aleja,  aprovechando que la criatura no está en mele con el,  y luego desde 15 pies,  extrae su símbolo sagrado y dice una rápida plegaria,  mientras grandes gotas de sudor empiezan a brotar de sus manos. 

La llama sagrada cae nuevamente sobre el elemental, mientras el clérigo sigue replegandose estratégicamente...

Aguanta Winnie!!! Por favor resiste!!.

Sabe que la paladín está en el límite entre la vida y la muerte,  pero ellos también. 

Distraigan la criatura,  debemos recuperar a Winnona cuanto antes!!!!! - dice apresurado el clérigo. 

Encontrar el granero fue fácil gracias a las instrucciones que te había dejado Nana, ya que era el único del distrito sur, por lo que sin duda debía de tratarse de ese. Desde fuera, el granero parece abandonado, pero una vez traspasadas las grandes puertas corredizas, queda claro que alguien ha estado trabajando en su interior recientemente. Montañas de tierra excavada se acumulan alrededor del túnel en el centro de la sala. El interior se ve absolutamente oscuro sin nada que lo alumbre

Larina disparó su arco con gran precisión clavandole la flecha en la cabeza al elemental, pero al igual que para un humano ese ataque hubiera sido mortal, para un ser creado de tierra daba igual a que parte de su cuerpo disparases.

Shäkaste retrocede para invocar otra llama sagrada, pero el elemental se mueve en el último instante alejándose del lugar donde la llama ha sido conjurada.

Evelynn crea una mano esquelética helada, o eso pretendia, ya que en esta ocasión no sale nada, quizás por la firmeza de que van a morir, por ver a Wynonna cada vez peor, o porque el elemental es el ser más fuerte al que os habéis enfrentado por ahora.

El elemental escucha los gritos de Larina y la mira, en ese momento parece desaparecer para volver a aparecer en el techo, al lado de Larina, con dos fuertes golpes hace que la joven caiga del techo inconsciente

Inesperadamente Larina vio desaparecer al elemental al que aun apuntaba con su arco. Apenas un instante después todo se volvió negro y la araina perdió el sentido mientras la incredulidad la arrastraba como una gran nada negra.

Avanzo hacia el túnel y activo mi visión en la oscuridad.

El enorme Orka avanzó a la carrera, con la mano siempre en la pared del túnel y aguzando los sentidos para tratar de escuchar algo más adelante o de percibir el brillo de un antorcha lejana. 

Wynnona había caido... Larina caía del techo, inconsciente y apaleada por esa maldita masa de rocas... Shakaste retrocedía mientras sus compañeros caían como moscas... Y ahí estaba yo, agotada y con una simple ballesta para enfrnetarme a una montaña en miniatura... pero montaña al fin y al cabo. Aquello nos venía grande y el terreno le era favorable al elemental, que parecía fundirse con las paredes.

- Joder... vayámos fuera Shak, a ver si el terreno juega en nuestro favor y volvemos después para auxiliar a Wynnie y a Larina, podemos curarlas de las heridas, pero no recomponer sus cuerpos chafados por un montón de rocas! ¡VÁMOS!

Sin saber muy bien porqué lo hago invoco otra vez, ésa mano esquelética que desprende una aura de frio y de muerte, para distraer todo lo posible al elemental y conseguir salir de ahí de una pieza. Parece que ésta vez he herido algo más a ése montón de rocas, pero creo que ni de lejos lo suficiente como para acabar con él. Acto seguido giro sobre mi misma y me pongo a correr en dirección al exterior, agarrando a Shakaste por el camino, obligándolo a seguirme.

El clérigo nuevamente toma su símbolo sagrado,  esta vez casi por pura voluntad,  su plegaria esa para que su dios les de un último aliento antes de lo inevitable. 

Su cara resplandece, su voluntad se reafirma,  y por primera vez Shaq esta seguro de que algo hizo bien. 

Incluso antes de que Evelyn intente arrastrarle, sus pies firmes,  la luz que resplandece el clérigo es suficiente para entibiar los cuerpos de aquellos caídos no tan lejos. 

Algunas de sus heridas se cierran lentamente. 

Luego,  al ver la hechicera venir a el,  se resiste para ver el resultado,  su voluntad es firme, pero no su cuerpo,  y finalmente se ve arrastrado