Partida Rol por web

-Así que también va a ir mi rubia favorita, genial. Y girándose hacia Julia agrega.

-Antes que me digas nada Julia, si estoy haciendo la gracia y si me refiero a Pablo no a Susana. Este fin de semana Pina bastante divertido jaja.

No me llevé ninguna sorpresa cuando se me colgó del brazo, pero le respondí con una sonrisa. Cada vez se me hacía más duro, pero con calma podría hacerlo. Fuimos juntos hasta el lugar y me detuve cuando me pidió que esperara, ante lo cual sacó aquel mantel. Seguí sonriendo ante la escena en donde Susana estaba cada vez más ilusionada con este dia, y por mi parte aún seguía nervioso.

Ante su gesto, torpemente me quité los zapatos y dejé la cesta en el mantel, justo en medio y poco a poco me fuí sentando a su lado con lentitud y cuidado, como si no quisiera romper nada. De nuevo, se apegó a mi agarrandome el brazo como intentando que no me fuera nunca y esta vez tumbó su cabeza en mi hombro. Ahora mis nervios aumentaban, y más aún cuando mencionó aquello. - Sí... se esta muy bien. Yo... yo también te quiero, Susana y... Es por eso que quería... - costaba más de lo que todo el mundo decía - Quería decirte algo, ahora que estamos tranquilos y hablando con tranquilidad - Esperé a ver su reacción antes de dar el golpe. Si bien daba igual hacerlo antes que después, primero quería asegurarme que estaría bien.

- Bueno Mario, si la cabaña esta en un bosque de coníferas entre la sierra creo que la opción del yakuzi abierto sera descartada por mi, pero te agradezco mucho porque me encanta montar a caballo ... amigo y te esperaré a que les avises para platicar lo con ... Susana - Respondió alegre Julia a Mario antes de escuchar las nuevas bromas de su hermano, que debido a su felicidad actual no pudo evitar reír se jovial mientras que levantaba la mano para estrechar la de su hermano antes de decirle:

- Genial hermanito! Nos divertiremos mucho! - Termino de decir Julia puesta de pie entre ellos antes de abrazar los a ambos

-Claro Julia, no hay problema, cuando termines les llamamos  desde mi móvil-

Y continuamos con el almuerzo, sabiendo que cuando termine llamaré a Pablo, mi mejor amigo... 

- Muchas gracias Mario! Pero te agradecería si me permites avisar le a Susana por favor! Porque es mi mejor amiga y me gustaría darle la noticia yo misma - Le dijo Julia al chico con una sonrisa, tratando de convencer le mientras que de reojo miraba a su hermano

-Claro Julia, avisarle tranquila, pero que no le diga a Pablo es una sorpresa de mi parte-

Sonreí a mi mejor instando a que no se preocupe. 

-Bueno Julia, no se tu pero yo me voy. Ya escuchamos lo que "listillo" tenía para decirnos. Además que, a diferencia de otros, hay una chica que espera verme esta tarde. 

Seguidamente mira a Mario y con una expresión socarrona y le dice.

-Y yo que pensaba que no podías tener buenas ideas jajaja,nos vemos el fin de semana.

        - Yo le diré a Susana, no te preocupes por eso Mario - Le respondió Julia al chico antes de escuchar a su hermano despedirse, entonces reaccionó y le dijo:

        - Muy bien Ricardo, solo te cuidado con tu conquista y nos mantenemos en contacto mas adelante; por favor recuerda que debes preparar la maleta y algunas cosas de la casa al regreso - Le dijo con una mirada seria, solo por un momento antes de aligerar el gesto y sonreír le antes de despedirse de ambos chicos para dirigirse de vuelta a su casa para dar le la noticia a Susana

Quería decirte algo, ahora que estamos tranquilos y hablando con tranquilidad

Abrió los ojos lentamente a medida que Pablo hablaba, preguntándose por qué no podía dejar las cosas como estaban y disfrutar del momento, simplemente eso. Apretó el agarre del brazo de su pareja, una fuerza incontrolada que posiblemente le llegaba a hacer un poco de daño pero que, claramente, delataba que no quería soltarle. Incluso bajó una de sus manos deleitándose de la piel suave de su pareja hasta llegar a su mano, enlazando los dedos con los suyos. No estaba dispuesta a soltarlo.

- Sé lo que vas a decir.- Sonrió, alzando el rostro para verle el rostro.- Dentro de poco es nuestro aniversario y no sabes qué regalarme.- Todavía quedaban un par de meses para esa fecha, pero aun así contaba los días restantes para llegar a los 4 años de noviazgo.- No te preocupes, sólo con que estés conmigo me haces la mujer más feliz del mundo.- Antes de que pudiera responder, se incorporó lo suficiente para darle un beso en los labios, esta vez más largo, impidiendo cualquier intento de proseguir la conversación.

-No, no es eso - intentaba explicar atropellandome en mis propias palabras ante su respuesta cuando noté que me agarraba más a un, como si realmente no quisiera perderme. Y cuando iba a seguir explicandome me dió un beso, largo... más que un beso parecía un impedimento a seguir hablando y como era normal, yo ya no estaba correspondiendo a ese beso - Pablo es ahora o nunca... - Pensaba para mi mismo esperando que ese beso se terminara, hasta ya no poder más y poner una mano mía en su hombro para tratar de separarla levemente

-Susana, te quiero, de veras, pero... es por eso mismo, porque te quiero y se que tu me quieres, por lo que tengo que decirte esto. - No había forma buena de decirlo, no había ningún camino facil, ni ningún atajo. - Tenemos que dejarlo. No es por ti, de verdad. Soy yo... cada vez me siento más... agobiado... más mal con como seguimos desarrollando la relación. Yo... no estoy hecho para ti y se que puedes encontrar algo mucho mejor que yo. Si siguieramos juntos, yo... solo acabaría más agobiado y peor aún. No quiero herirte con esto, porque de verdad te quiero, pero sino lo dejamos ahora, más adelante será peor y... al menos me gustaría que acabaramos como amigos, si es posible. - Todo estaba dicho... ahora solo quedaba recibir la reacción de Susana, la cual no quería que llorara y sabía que iba a hacerlo.

El momento había llegado. Cuando la apartó sabía qué vendría a continuación, intentando volver a besarle para callarle sin éxito al ser firmes sus manos, sujetándola con tal de que no se acercara.

Sus palabras resquebrajan su corazón pedazo a pedazo, cristales de un amor que no quería continuar y que creía poder recomponer, sonriendo nerviosa mientras acariciaba el rostro de su amado con dulzura.

- Nos queremos, tú mismo lo has dicho, ¿por qué tirar todo por la borda por un simple problemilla? – La otra mano paró sobre la de Pablo, la misma que la sujetaba, con tal de frenar aunque fuera un poco la fuerza de la misma.- No quiero a nadie más, sólo a ti. Somos la pareja perfecta Pablo. Nunca encontrarás a nadie mejor que yo, y lo sabes.- En sus palabras ya había un rastro de miedo y desesperación, intentando aguantar las lágrimas con tal de reconstruir los cristales.- Olvidemos todo esto y empecemos de cero, ¿de acuerdo mi amor? Te quiero.- Y se dispuso a intentar besarlo otra vez.

-Lo sé Susana - Dije según iba diciendome, se lo dije en todo. Sabía que me quería, y de nuevo sabía que yo la quería a ella. Sabía que eramos una buena pareja, al menos la mayor parte de las veces pero... Por mucho que lo intentara, siempre me sentiría igual siendo arrastrado por una correa de decisiones que apenas podría manejar, agobiado por no saber que ocurriría... La realidad de todo esto no era que formaramos buena pareja o que nos quisieramos pese a todo... La realidad de todo esto era

-Pero aunque todo sea cierto, hay algo que no para de consumirme, y... necesito tiempo. Tiempo y espacio, para poner mis ideas en orden, y... si sigo contigo, no voy a ser capaz de conseguirlo y me seguiré consumiendo. Realmente lo necesito Susana. Y se que me quieres lo suficiente como para dejarme tomar esta decisión. - Si, no encontraría nadie como ella, pero tampoco es que fuera a pensar en buscar a alguien ahora... tan solo quería... estar soltero y descansar esa parte de mi vida que se consumía.

Respiró hondo una, dos, y hasta tres veces, controlando tanto sus nervios como su orgullo herido. Estaba arrodillada con las manos apretadas en un puño sobre el regazo, tragando saliva para no decir aquello que quería soltar, las sospechas que había tenido durante tanto tiempo y que ahora simplemente se habían manifestado. Simplemente guardó silencio, asimilando escucharlo de su boca mientras una lágrima que rápidamente se secó, cayó por sus mejillas.

- Te había traído un regalo.- Le miró a los ojos tras unos largos segundos, esta vez con la decisión de un león herido. Estiró el brazo para coger la cesta, hurgando entre los sándwiches y la bebida para sacar una pequeña caja azul con un lazo blanco en la tapadera. La sostuvo entre sus manos con delicadeza, como si un bebé se tratase, antes de destaparla.- Quiero que lo tengas. Un último recuerdo de todo lo que hemos pasado juntos.- Dentro había un colgante, el cual le tendió para que lo aceptara.

Verla así... me destrozaba. Si, era lo que quería, separarnos, pero no podía evitar quererla por todos estos años y ciertamente, no quería perder esa relación de amistad que se había generado entre medias. Quería limpiarle las lagrimas y abrazarla, pero sabía que eso lo empeoraría todo, así que simplemente, traté de consolarla acariciando su brazo - Yo... - Lo siento. Siento todo el dolor que te estoy haciendo... - lo siento. - atiné a decir queríendo tratar de enviar más palabras de las que solo tres decian.

Entonces me sorprendió con lo del regalo. Yo no esperaba más que una bofetada, o palabras llenas de odio, incluso lagrimas, pero un regalo... Solo me hacía sentirme peor de lo que estaba, pero... tenía que ser fuerte - Susana... esto es. Yo... no se si debería aceptarlo. No sé si lo merezco. - simplemente me sentía mal por todo, y más bien aunque ya había dicho que me lo quedara, esperaba otra reacción suya. - ¿Seguiremos al menos... siendo amigos?

Le estaba costando digerir las palabras, forzándose a sonreír con la dulzura que la caracterizaba mientras acariciaba con cariño la mano de Pablo, sabiendo que ya no tendría la oportunidad de volver a hacerlo, no de esa forma.

- Por favor, acéptalo.- Dejó la caja sobre el regazo de su ahora ex.- Es algo especial, quiero que lo tengas siempre contigo y recuerdes todo con cariño. El último regalo. Por favor.- Volvió a suplicarle, quitándose el resto de lágrimas que salían con una servilleta que había cogido de la cesta.