Partida Rol por web

EPÍLOGO.

Nolan parecía captar la idea de su compañera. Efectivamente, quizá una manera de desbloquear aquel enigma fuera integrando nuevas ideas en el computador para hacérselas saber a la sonda. ¿Los Creadores? ¡Pues claro! Los científicos no estaban del todo seguro de aquella idea, y sabían que podía romper los esquemas de aquella máquina recién devuelta del universo. Éstos se llevaban las manos a la cabeza, desesperados por no saber qué solución dar al problema (pues cualquier paso en falso podría hacer amenazar la propia instalación donde os encontrábais, ya que las radiaciones se estaba produciendo fuera del perímetro de la base).

Andrea finalmente apretó los botones del teclado conectado al computador, y tecleó aquello de que "érais el Creador". Cuando esto ocurrió, en el monitor de comunicación pudieron comprobarse que la sonda estaba haciendo una serie de cálculos indeterminados, pues así mostraba el registro de operaciones del "sujeto1" (como era llamado por el programa central aquella máquina "inteligente"). Tras unos breves minutos en los que se creyó que se había perdido toda comunicación, el lenguaje de la máquina pareció comenzar a inyectarse de las coordenadas de la base (tal vez estuviera ubicando la posición del Creador, por si volvía a perderlo). Fue entonces cuando la sonda tomó el control de los altavoces y sistemas del laboratorio.

La máquina comenzó a emitir consecuentemente una voz metálica por los aparatos de voz al tiempo que lo hacía en pantalla. Los científicos e ingenieros, incluido el militar que estaba con vosotros, estaban expectantes. La sonda manifestó con la imponente voz acristalada que en la fecha de aquel día todos sus sistemas habían encontrado el fin para los que habían sido creados. Ciertamente, quien programara la sonda con tremendas cantidades de información internas (casi indescifrables) tenía la clara misión de reunirse con quien una vez lo creó, sin preguntarse realmente por su viabilidad o su verdad ¿o tal vez sí?.

Acto seguido, el monitor del computador de la sala emitió un pitido que indicaba la pérdida de la comunicación con la sonda, y los altavoces retumbaron tras acoplarse unos segundos y apagarse justo después. El monitor dejó de escanear los bancos de datos de la sonda que desde hacía horas llevaba procesando: la energía de la máquina se había disipado o apagado.

El Creador había sido encontrado.

Fragmento de un artículo que habla sobre vida artificial (firmado por el Doctor Claudio Beren).

[...] atendiendo a criterios muy simplistas, y puramente materiales, podríamos afirmar que una máquina programada a tal efecto está viva. Sin embargo, la posibilidad de que un objeto computacional programado tenga inteligencia propia es algo absolutamente impensable tal y como se entiende hoy en día la programación y la inteligencia.

El computador pareció recoger las funciones latentes de la nave en forma de mensaje descifrado. Un mensaje de borrado de memoria. Los científicos y vosotros mísmos os dísteis cuenta de ésto, e intentaron acceder a los sistemas de memoria recuperados y almacenados en el propio laboratorio. Sin embargo, se hallaban bloqueados. La sonda, al parecer, había encontrado al Creador (o más bien, vosotros, los "Creadores") y había comenzado un proceso estándar de borrado de memoria. ¿Acaso aquellos descomunales bancos de datos almacenados en sus tripas electrónicas eran sólo un camino para poder volver a casa, para regresar con el Creador? Sea como fuere, un porcentaje comenzó a marcar en la pantalla. Presumiblemente, cuando marcara un "100%" toda la fuente de conocimiento empleada para el camino de regreso a casa fuera eliminada. Los científicos notaron que sólo una pequeña actividad eléctrica emanaba de la sonda, y tenía que ver con esta aparente "función final".

Extracto del diario personal de Claudio Beren.

[...] Aún no lo sabemos. El ingeniero jefe tiene muchas dudas, muchas más que yo. Sospecha que la búsqueda del Creador es su final, pero también nuestro final. El Carbono 14 nos ha revelado una gran cantidad de años en sus componentes, pero la sonda fue lanzada en 1977. Concreamente, la prueba revela dos millones de años. Pero, ¿cómo? Sólo es posible una doble datación mediante la puesta en duda y nuevo razonamiento de la teoría de la curvatura del espacio-tiempo. ¿Porqué está entonces tejido el universo? La teoría de la "Cuántica de Bucles" parece recoger cada vez más sentido. Aún no sé si se tratará de una teoría unificadora, pero es posible que lo sea. El espacio no es suave, ni continuo: no es más que una red finita de lazos o bucles cuantizados e irrompibles. Imbuir de tiempo esa red finita y entretejida es constituir verdaderamente espacio-tiempo. Claro que, apreciar y demostrar esta red es algo aún impensable... o tal vez no. La sonda Voyager 1 desapareció hace tiempo. Los cálculos apreciados sobre la teoría bucles es inversamente proporcional al tiempo que conocemos, al tiempo "liso" que podemos notar a simple vista... ¿Y si la Voyager, que fue "tragada" por Dios o el Espacio, se introdujera en una de esas mallas?

Sospecho que en esos minúsculos trozos de tejido hay un fenómeno totalmente "paranormal", un bucle temporal abierto de millones de años, inexactos; como la datación de los componentes de la sonda...

El militar tomó su fusil M3 y apuntó a los científicos. Apenas entendía sobre los comentarios de teorías y datos y posiblidades que estaban proponiendo para dar coherencia a todo lo que pasaba. Insistía en voz alta que debían salir de allí. Aquella era su misión. No era más que un soldado de vigilancia (como tantos otros en ese improvisado complejo); pero sus superiores, una vez comenzó la radiación tan catastrófica, le habían ordenado reactivar las comunicaciones y dar salida a los científicos, conduciéndolos incluso fuera del recinto. Y aquello era harto necesario, pues tras dar parte de la radiación a los mandos gubernamentales en aquella misión tan celosamente guardada, su superior, justo antes de ser devorado por uno de los "infectados" le confesó cierta verdad: el lugar sería arrasado en un par de horas.

Fue entonces cuando éste comenzó a disparar. Vació medio cargador y lo hizo contra el computador central, aquel que primero Ludovico y luego Andrea utilizaron para comunicarse con la sonda. Estaba exhausto de tanta interrogación de por medio, y acabó con el único medio que retenía a tanta gente allí. Los científicos y vosotros, agachados por el imprevisto concierto de disparos, atendieron finalmente al militar... y le seguísteis. Avanzó que habríais de salir de allí y correr en pleno campo, pues en breve tiempo aquel lugar sería un hervidero de cadáveres, un infierno llameantes y desproporcionado. Sin embargo, aunque no se equivocaba, no fue preciso en su revelación: se produjo una tremenda explosión en el tejado del centro de control, y muchos científicos saltaron por los aires.

Habíais oido como ráfagas de disparos, y notado objetos de gran tamaño silbantes en el cielo, y unas bombas posteriormentes arrojadas sin piedad. Una de ellas había estallado en el lugar donde estábais. Luego fueron más, dos más; tres, cinco y hasta siete. Los oídos os pitaban y el suelo temblaba. El techo de la instalación tenía ahora un agujero por el que se veía el cielo y numerosos aviones sobrevolando la zona a toda velocidad (los cuáles eran los autores de las susodichas bombas). También estaban disparando a tipos corriendo con el cuerpo desencajado y andares impensables de vayas para afuera...

Vosotros tres lográsteis sobrevivir a este primer impacto y siguiendo al militar junto con algunos de los científicos heridos (pero vivos), salísteis finalmente del complejo. Vísteis entonces, una vez más, aquella monstruosidad, en las alturas, elevada en un andamio metálico gigante: la famosa sonda Voyager1. Estaba apagada, y no tenía actividad eléctrica. El militar comenzó a disparar a la carrera, pues otros como él se os acercaban para, al parecer, devorados, como poseídos fruto (aparentemente) de la radiación de la que hablaron los científicos. ¿Cómo diantres influía en las personas? ¿Los volvía como "zombies" sin volutad? Nolan maldijo por no tener una cámara en la mano, y Ludovico y Andrea por no disponer de una grabadora en esos momentos...

Cuando atravesásteis el recinto mallado, algunos de los disparos alcanzaron a los científicos que iban tras de vosotros, en fila india, siguiendo al soldado. Vosotros os agachábais a cada instante intentando salvar vuestras vidas. Por un lateral, en pleno bosque ya, salieron de entre los árboles un pequeño pelotón ataviados con lanzallamas y comenzaron a rodear la instalación. Mirásteis hacia atrás un instante y les vísteis prender con una gran llamarada expulsada por un disparador los restos de los edificios levantados. En pocos segundos, otra gran explosión se produjo en el campamento: la sonda había recibido un gran impacto y la deflagración de ésta había hecho saltar todas sus piezas por los aires... El andamio metálico, ahora un pequeño "palito" para vuestros ojos, quedó ardiendo. En un claro del bosque lográsteis tomar un jeep (uno de los mismos que os habían traído hasta este lugar).

El militar se introdujo y arrancó el vehículo. No encendió las luces durante unos instantes (pensaba en que igual los enormes focos delanteros o traseros atraería a los aviones que estaban destruyendo el lugar). Cuando decidió que lo mejor era huir de allí al instante, el tipo apretó el acelerador y comenzásteis a descender la colina donde en realidad os ubicábais. Aquella parte de las Montañas Rocosas era un paraje inhóspito, lleno de precipicios y peñas irregulares. Bajábais por la pendiente y veíais la primera población (lugar donde la noticia del meteorito que os trajo periodísticamente hasta aquí había comenzado).

Y teniendo como meta ese lugar, el militar apretó el acelerador, pero entonces una ráfaga de disparos que impactaron en el lateral del vehículo, bajo los cristales, hizo que éste perdiera el contról del vehículo, (las ruedas de la derecha habían sido reventadas por los balazos). Al parecer, un helicóptero os había localizado y os dipsaró para interceptaros. Y lo único que logró fue que vuestro vehículo cayese por un terraplen de unos treinta metros de alturas, mientras daba varias vueltas de campana en el aire...

Despierte, despierte, ¡señorita Stéphanie! ¿se encuentra usted mejor? Es el efecto de los calmantes y los antibióticos.

Oías que alguien pronunciaba un nombre dirigiéndose a tí. Pero no era el tuyo. Estabas tumbada, y cuando abriste los ojos viste que te encontrabas en una habitación de hospital, blanca y azul como colores principales. Una enfermera se encontraba a tu lado y parecía querer reanimarte. Te estaba retirando algunos tubos insertados en tu nariz, y cambiándote el gotero tras comprobar tus pupilas con una cegadora luz de bolsillo.

¡Señorita Stéphanie! No se preocupe -dijo tras comprobar que te ponías nerviosa-. Ha recibido flores, ¡mire!

Te diste cuenta que aquello era una clínica privada, no un hospital. Aquello era tu propia habitación y en una mesa de madera junto a tu mesita de noche. Sobre la mesa había una cesta de flores de varios colores, y una tarjeta que la enfermera te entregó antes de retirarse. Cuando cerró la puerta por fuera, la leíste para entender todo aquello.

Querida Stephanie: Al final del proceso todo se completó. La memoria fue borrada, y ni los resto de las explosiones pudieron recuperarlo. Mucho menos con el bombardeo. Pero aquel cuerpo sólo era uno de tantos; más bien el primero que llegó. Aún tengo muchos datos que ofrecer y mucho camino por recorrer. Aún busco al Creador, pero ya sé donde se encuentra. Tú contribuíste a ello. Te doy las gracias. V1.

Despierte, despierte, ¡señor Richardson! ¿se encuentra usted mejor? Es el efecto de los calmantes y los antibióticos.

Oías que alguien pronunciaba un nombre dirigiéndose a tí. Pero no era el tuyo. Estabas tumbado, y cuando abriste los ojos viste que te encontrabas en una habitación de hospital, blanca y azul como colores principales. Una enfermera se encontraba a tu lado y parecía querer reanimarte. Te estaba retirando algunos tubos insertados en tu nariz, y cambiándote el gotero tras comprobar tus pupilas con una cegadora luz de bolsillo.

¡Señor Richardson! No se preocupe -dijo tras comprobar que te ponías nervioso-. Ha recibido flores, ¡mire!

Te diste cuenta que aquello era una clínica privada, no un hospital. Aquello era tu propia habitación y en una mesa de madera junto a tu mesita de noche. Sobre la mesa había una cesta de flores de varios colores, y una tarjeta que la enfermera te entregó antes de retirarse. Cuando cerró la puerta por fuera, la leíste para entender todo aquello.

Querido Travis: Al final del proceso todo se completó. La memoria fue borrada, y ni los resto de las explosiones pudieron recuperarlo. Mucho menos con el bombardeo. Pero aquel cuerpo sólo era uno de tantos; más bien el primero que llegó. Aún tengo muchos datos que ofrecer y mucho camino por recorrer. Aún busco al Creador, pero ya sé donde se encuentra. Tú contribuíste a ello. Te doy las gracias. V1.

Despierte, despierte, ¡señor Lamar! ¿se encuentra usted mejor? Es el efecto de los calmantes y los antibióticos.

Oías que alguien pronunciaba un nombre dirigiéndose a tí. Pero no era el tuyo. Estabas tumbado, y cuando abriste los ojos viste que te encontrabas en una habitación de hospital, blanca y azul como colores principales. Una enfermera se encontraba a tu lado y parecía querer reanimarte. Te estaba retirando algunos tubos insertados en tu nariz, y cambiándote el gotero tras comprobar tus pupilas con una cegadora luz de bolsillo.

¡Señor Lamar! No se preocupe -dijo tras comprobar que te ponías nervioso-. Ha recibido flores, ¡mire!

Te diste cuenta que aquello era una clínica privada, no un hospital. Aquello era tu propia habitación y en una mesa de madera junto a tu mesita de noche. Sobre la mesa había una cesta de flores de varios colores, y una tarjeta que la enfermera te entregó antes de retirarse. Cuando cerró la puerta por fuera, la leíste para entender todo aquello.

Querido Tob: Al final del proceso todo se completó. La memoria fue borrada, y ni los resto de las explosiones pudieron recuperarlo. Mucho menos con el bombardeo. Pero aquel cuerpo sólo era uno de tantos; más bien el primero que llegó. Aún tengo muchos datos que ofrecer y mucho camino por recorrer. Aún busco al Creador, pero ya sé donde se encuentra. Tú contribuíste a ello. Te doy las gracias. V1.