Tras llegar logras ver el puerto, un lugar semi abandonado bastante sucio y ninguna persona, un hombre de avanzada edad aparece tras una casa y su cara se torno a sorpresa al verte.
se acerca:
Bienvenido al puerto señor, no solemos tener mucho movimiento por lo que esta un tanto abandonado. Mi nombre es Fredo propietario de estas tierras, y el ultimo marinero del oeste.
Tras decir eso se sienta en una banqueta oportunamente puesta en la entrada
Karsan estaba cansado, y el puerto derruido solo le trai angustia la tierra necesitaba mucho esfuerzo para recuperarse.
Bien hallado Fredo. que a pasado aqui.?
Años, jovenes con aires de heroes que poco le interesaba el mar y se encaminaba a las tierras del este convirtiendose en caballeros guerreros o grandes mercaderes. al ver tu caballo hace un gesto de disculpas y continua No digo que este mal sabes, pero este lugar sin movimiento muere, vivir en el mar no es para todos.
Y tu a que vienes ?
Karsan asintio con la cabeza suavemente mientras miraba al viejo.
Entiendo. Vengo con la intecion de cruzas para poder llegar a la tierra de los enanos. Podrias usted ayudarme o aconsejarme en mi tarea ?
No tengo mucho pero le dare lo que tengo de buena fe.
el viejo fredoqueda desconcertado por un momento
sus ojos se abren de forma notablea los salones enanos?
Creo recordar como llegar, pero...una pausa silencia su vozsaldremos a primera hora, puedes dormir en aquel edificio hay una cama armada
El anciano se levanta te da la llave y antes que contestes se va por donde aparecio
Karsan le dio gracias al viejo. Y dejo una moneda sobre la pequeña silla. Luego partio a su cama. debia descansar el viaje seria largo.
La noche paso, oscura fría y parecía sacada de una historia de terror.
Las olas chocaban contra la orilla y un aire frío entraba por una de las grietas del lugar donde reposaba Karzan.
Tras dormirse, una imagen se presento en su mente esa noche. Aterradora transparente de un color entre el blanco y el celeste. Su voz era gutural , y en una lengua que no conocías intento hablarte, tras un fuerte estallido te despertas
Logras ver con una mínima porción de luz que proporciona la luna detrás de la tormenta, la noche se ilumina con estruendosos rayos que pasean por la oscura noche. Por la humedad tus articulaciones duelen, sabiendo que no podrás volver a dormir te levantas sintiendo un crack en tus rodillas.
Bajas por las antiguas escaleras, y un ruido que hace poco sentiste proviene de la sala de estar. Tenes tu espada a mano y tras pasar la puerta, el espectro de tus sueños esta frente a la ventana entonando una melodía elfica que has escuchado en alguna taberna.