---* ya sacó la vena mandona esta mujer...* - pienso mientras Libis me hace notar que debemos darnos prisa.
--- Como quieras- digo friamente, me doy media vuelta y salgo de la biblioteca rumbo a mi habitación y cuando llego cierro la puerta con llave.
¿Tras estar en tu habitación vas después a la salida del pueblo a reunirte con el resto?
¿Quieres hacer algo más antes de irte a esperar al resto de tus compañeros en la salida del pueblo?
Si, claro
PD: Hago notar que dejé a Acre en la biblioteca escuchando a Kraden y a Libis. Luego me enteraré de todo lo que ha dicho muajaja
Aparte de ir a mirar algo de armamento o así nuevo... pero no creo que tenga dinero para comprarlo por lo que tampoco hay mucho que hacer xD
El primero en acabar de hacer sus cosas fue Hao, el cual ya estaba preparado en las puertas de la ciudad. Poco después llegó Attem, parecía que la única persona que faltaba era Libis.
Attem, Hao.
Al ver a Hao me acerco a él. Aprovechando que vamos a otro lugar he cambiado completamente mi indumentaria, Hao puede ver que no llevo el mismo traje que cuando fue al desierto; esta vez llevo una camisa de color azul y unos pantalones de azul muy claro, casi blancos y unas botas de cuero marrones. Sombre mis hombros ondea una capa de blancas con simbolos celestes. No llevo nada mas de abrigo para el viaje a las tierras heladas y la ropa no parece muy abrigable. Cuando me acerco dejo la mochila donde se pueden ver algun que otro libro, Acre no me acompaña.
---Bueno, ya estoy aqui, veo que no soy el ultimo- digo mirando a Hao- ¿ Sabes si Libis tardará mucho?
Miro con curiosidad a Attem. Para ser adepto de Mercurio no parecía saber mucho de la nieve.
- ¿A ti nunca te han enseñado que en la nieve no se puede ir de blanco? Como haya una tormenta y te alejes dos pasos no te vamos a ver. - digo mientras recalco mi indumentaria, que era la misma que de costumbre salvo por un abrigo largo negro y unas pesadas botas de cuero del mismo color. - Con respecto a Libis ni idea. Tenía que hablar con el maestro, por lo que a lo mejor tarda un rato aún.
Haced una ronda más, parece que Libis no aparece.
---Claro que lo han hecho- digo con despreocupación- no me pongo esto por que si, los adeptos de Mercurio de Imil , una zona donde siempre hay nieve, llevamos estas tunicas para que la gente nos reconozcan como miembros del clan, tranquilo,no me perderé y ademas, este traje es un perfecto camuflaje, en cambio tu indumentaria- digo señalandola con el bastón- es como una mancha de tomate en un mantel blanco.Vamos a mi terreno esta vez asi que no os preocupeis.
Me encojo de hombros.
- Como digas. Yo no estoy acostumbrado a la nieve, así que prefiero que todo el mundo me vea antes que nadie lo haga. Y tampoco tengo necesidad de esconderme la verdad. - Ni era una misión espía ni me daban miedo los monstruos de la nieve. - Si los conoces a lo mejor podemos preguntarles a ellos por si saben algo... No sería mala idea...
Tras un largo tiempo de espera y casi la culminación de vuestra paciencia, Libis hizo acto de presencia pero a diferencia del resto de sus compañeros no parecía tener ningún tipo de indumentaria o abrigo para la futura estancia en las gélidas tierras de Tundaria.
El semblante de Libis era serio, más serio que de costumbre, intentaba no mirar demasiado a los ojos y parecía que llevaba algo consigo, se trataba del pequeño Djinn de Attem el cual saltó alegre hasta su dueño.
- Me temo que aquí se separan nuestros caminos - comentó Libis algo áspera
- Attem, la próxima vez que quieras saber que ocurre pregunta directamente antes de mandar a espiar a tu "amiguito", he hablado con el maestro Kraden y aprueba que a partir de ahora nos separemos, vosotros os encargaréis de conseguir el segundo medallón y yo iré a buscar ayuda en el lugar donde se perdió el rastro de los héroes de Tale, no quiero despedidas no dar explicaciones, esto ha sido así porque yo he querido y me han dado la libertad de hacerlo, así que bueno... ya sabéis lo que tenéis que hacer, espero que no hagáis locuras sin mi supervisión - después se quedó unos instantes en silencio, como si estuviera tratando de recordar algo.
- Ah, el maestro me pidió que os recordase de nuevo que sería una buena idea ir al pueblo pesquero vecino para encontrar tripulación y embarcación para ir a Tundaria, no perdáis más el tiempo ¿de acuerdo? -
Attem, Hao
Miro a Libis como se acerca sin decir nada, mis ojos observaqn al ser que tiene entre sus brazos.
---Asi que ahi estabas, pequeño diablilo...- murmuro mas para mi que para Hao.Cuando veo la cara que pone Libis me pongo mas serio que ella o igual, aquello no podia ser bueno....
---¿ Donde te habias metido, Acre? He estado un buen rato buscandote, me tenias preocupado X_x- Acre no parece importarle y se remueve feliz, suelto un suspiro de alivio- Espero que no te haya causado problemas...¿QUE?¿ESPIAR YO?-Digo enojado y sorprendido a partes iguales, despues parece que caigo en algo y me giro hacia Acre que ha aprovechado para meterse en la mochila en busca de comida, se oye claramente el sonido de algo romperse.- Ahi va mi ultimo tintero.... -digo con tono cansado.
Me giro hacia Libis y oigo lo que nos cuenta, conforme avanza mi rostro se ensombrece y mi cara refleja profunda preocupación, sin embargo, cuando hablo mi voy se muestra inexpresiva.
---Vale- es la unica palabra que sale de mi boca guardo unos segundos e silencio y dudo sobre algo, pero al final lo digo- ¿ Estarás segura llendo sola?
Me quedo mirando a Libis en silencio. ¿Eso era por el espía de Attem? Yo le creía, no iba a haber sido a propósito, y aún de haberlo sido la respuesta no era irse del grupo.
Pero no, no podría haber sido por eso. Ella quería hablar con Kraden desde antes de eso. No tenía nada que ver con Attem o conmigo. Era algo más grande que nuestras riñas.
- Si es lo que tienes que hacer... - digo simplemente. - Espero que podamos hacerlo sin ti. Cuídate.
La seriedad no era lo mío, pero no parecía el momento de hacer una broma. Ni de discutir su decisión. No iba a cambiar nada haciendo ninguna de las dos cosas.
Libis se detuvo
- Que sí, que sí, que estaré bien, sé cuidarme mejor que ustedes dos juntos, ahora démonos prisa, cuando acabemos estaré encantada de escuchar vuestras meteduras de pata mientras yo os hablo de mis victoria - sonrió confiada durante unas milésimas de segundo. Dicho aquello comenzó a correr rumbo a la salida contraria del pueblo, ¿a donde se dirigía?¿por qué se había producido ese cambio? ahora tan solo quedaba centrarse en la misión y dejar que el tiempo de respuestas.
Ahora debéis narrar como abandonáis Vault para ir rumbo al pueblo pesquero. El viaje será tranquilo, ni si quiera habrá criaturas que se interpongan en vuestro camino. Después de vuestro post iremos a otra escena.
Attem, Hao.
Me pongo en marcha hacia el pueblo pesquero con aire preocupado, la verdad es que el tema de Libis me escamaba un poco, sin embargo no digo nada a Hao con respecto a eso; junto a mi, Acre avanza con aspecto muy abatido, seguramente por que hecha de menos a Libis y sus caricias.
El viaje transcurre sin ningun sobresalto y antes de que nos demos cuenta, habiamos llegado al pueblo pesquero.
El viaje se hace más aburrido de lo que estaba acostumbrado. Las voces y el ánimo se cambian por la pesada losa de haber "perdido" a nuestra compañera sobre nosotros. Ninguno quería hablar sobre el tema, quizás porque nos culpábamos mutuamente en secreto o quizás porque no hubiéramos podido hacer nada de haber intentado detenerla.
Cansado de la falta de actividad y de alegria en el ambiente desembarcamos en un pueblo que da a una extensión de agua sin límites, lo que llaman el océano, o al menos eso me parece, ya que es igual que los dibujos de los libros del maestro.