--- Por supuesto que no, si acabamos de cogerlo, ya cuando llegue a la ciudad y me haya dado un buen baño fresco lo examinaré con detalle, ahora salgamos de aqui ya.- digo mientras seguimos avanzando hasta las afueras del desierto.
Vale, vale.. ¡perdona!. Creía que eras más inteligente y rápido. Como siempre estás como meditando. - bromeó con Attem mientras le enseñaba la lengua.
- Bueno, bueno, dejad de discutir. Estamos cerca de una ciudad. - miro en dirección hacia donde creía que estaba, y señalo hacia ese punto. - En un par de horas podemos estar allí. Cuando lleguemos podremos comer, ducharnos y luego investigar el medallón.
Yo prefería investigarlo cuanto antes, pero ya que estábamos cerca de una ciudad... Además, Attem tenía algo de razón, limpio y descansado se pensaba mejor. Y él era el más inteligente del grupo ¿no?
Ninguno de vuestros personajes sabe exactamente qué ciudad es la que está cerca, lo digo porque podéis ver a Hao muy convencido
¡Ahora podréis hacer vuestra última ronda antes de salir del caluroso desierto!
Attem, Libis, Hao
Pongo los ojos en blanco ante el comentario de Libis.
--- La inteligencia no tiene nada que ver con la eficacia, deberias escuchar mas a menudo a Kraden, las prisas suelen llevar a cometer errores y una mala traducción puede llevarnos al desastre.Aparte que tengo unas prioridades basicas que debo atender antes de ponerme a ello.
Sigo camiando a la vez que mascullo bien alto.
---¡Y lo primero de todo es quitarme esta maldita arena que la tengo hasta en los ojos y comerme una buena comida hasta reventar!
Libis agachó la cabeza, pues Attem tenía toda la razón. Debería haber prestado más atendido a las explicaciones de Kraden, pero a veces se hacían tan pesadas y el maestro se iba tan frecuentemente por las ramas, que sus pensamientos se alejaban de la clase, con destinos lejanos.
Enfurruñada, siguió a Hao que parecía donde se dirigía, dando fuertes pisadas y levantando algo de arena.
¿Y tu? ¿como sabes que hay una ciudad en esta dirección? Yo no consigo ver nada. ¿No será que el calor te está afectando la cabezota y estás viendo espejismos? - dijo después de un rato, cuando el enfado se le pasó ligeramente.
Eres libre de interpretar el motivo por el cual sabes que Lalívero está cerca
Pongo los ojos en blanco y sonrío. Hago un gesto exagerado, como si fuera del todo obvio la razón por la que sabía la dirección hacia donde se encontraba la ciudad. Me hacía gracia por una vez saber más que mis compañeros y lo utilizaría a mi favor.
- ¿De verdad no os habéis dado cuenta? Si es que... qué haríais sin mí. - sonrío y levanto un dedo hacia el cielo. - Fijaros bien, ¿qué veis? Allí, cerca del horizonte. Se pueden ver varios pájaros volando sobre un lugar. Y los pájaros no sobrevuelan ninguna parte en la que no haya comida. Además, si os acordáis del mapa, hacia el este está la ciudad de Lalívero. Yo creo que hemos salido bastante cerca de allí.
Y con mi sonrisa de satisfacción comienzo a caminar hacia allí.
He editado tu post para cambiar norte por este y he dejado lo de las aves :D
Salvo que queráis hacer otra cosa, podéis narra en la siguiente ronda como lográis salir del desierto para llegar hasta las puertas de Lalivero (esta sería la última ronda en esta escena)
Attem, Libis, Hao
Sacudo la cabeza ante la explicación de Hao, sin embargo no digo nada y continuo en silencio hasta llegar a las puertas de la ciudad, con ganas de poder examinar el medallón con suma tranquilidad.
La fortuna les había acompañado. Hao había podido centrarse por una vez y localizar la ciudad con el simple revolotear de unos pájaros. Bravo por él, pero no iba a dejar que se le subiera a la cabeza.
Vaya suerte has tenido con los pájaros. Bien podrían haber sido aves de rapiña que rondaban algún cadáver. Pero bueno, enhorabuena, por una vez has acertado. He de admitirlo.
Dio un rápido vistazo a las puertas de la ciudad, deseosa de entrar y ver que les podría ofrecer. Lo primero sería encontrar algún lugar donde comer algo y asearse, luego tal vez, podrían pasear por sus calles, se merecían un poco de descanso.
¡Adentro!
Finjo un poco de indignación con las palabras de Libis, pero en nada me echo a reír. Entre el cansancio y la suciedad era demasiado bonito el haber encontrado una ciudad tan rápido como para más tonterías.
- Lo mejor será que busquemos una posada. Cuando hayamos comido y descansado un poco podemos ponernos a buscar una manera de volver a casa.
Entro tras mis compañeros dentro de la ciudad.
Continuamos en la siguiente escena :)