Saqueó todo el picoteo que encontró en el despacho, no es que tuviera ganas de dulce es que tenía hambre, y si le plantaban un caballo era capaz de tragárselo crudo y sin masticar al estilo pitón. En compensación metió un par de billetes en un sobre que pegó al frigo con un imán en el que ponía “PARA CHUCHES fdo.: Godzilla :P”
Las noticias la dejaron muy pillada ¿Persecución en el puerto? Inmediatamente hizo un tanteo mandando un guassup a Mary
-Tía
-X donde paras?
-Q es d tu vida?
-:)
Se estaba volviendo experta en mensajes ambiguos y medidas de precaución a la hora de usar el móvil (no usarlo durante una misión para no ser triangulada, no decir palabras clave para no activar las alertas de la “ley patriota”, peliculero pero útil y real, Lester la había aconsejado bien).
Por si acaso no se sentó, porque como se sentara… empezaría a salir el cansancio y capaz era de quedarse frita en el sofá, de modo que echó mano de otra cerveza y llamó a Gupta, nadie mejor que él para sacarla de allí y para darle el pastizal que le iba a costar el viaje. Cuando llegó le presentó como “el mago de las marchas”.
La cuestión del “equipaje” era acertada, estaba la cosa como para pasearse con una mochila llena de granadas y meterles en problemas, porque si la trincaban con Gupta era una putada también para él, si lo dejaba en el taller era una putada para ellos y si la Mary sacaba el helicóptero precisamente esa noche iba a ser ya sospechoso de más, también cabía la posibilidad de dejar las cosas en su piso, pero igualmente era endilgarle el mochuelo a otro “Joder Queen! Estas gilipollas” se recriminó a sí misma “EL TRASTERO!!!!” –No no… sacar el helicóptero va ser escandaloso y raro de cojones- se giró –Me temo que vas a tener que llevarme donde siempre jaja- se estaba convirtiendo en una tradición –luego ya tiramos para casa- se encogió de hombros aunque trató de mantener una actitud positiva –ains… que ganicas de casarme, tener críos y ser una simple mujer florero- sacó la lengua bromista aunque algo de verdad había
El taxista cargó lo más discretamente posible las armas y bártulos en el taxi, y emprendieron la marcha. Primera parada, el trastero, que bien podía convertirse en su armería "intermedia" para casos como aquellos. Lester le había recomendado aquel "servicio de mudanzas discreto" donde, si pagabas un extra, todo se hacía en negro y sin albaranes que indicaran a donde iban a parar los objetos. Además, se guardaban entretanto en un local durante dos o tres días, donde cambiaban las cajas y su identificación, antes de llevarlas en una furgoneta de reparto a su destino final.
Había presencia policial, y ésta era preocupante. Eso le dió en qué pensar. Ya que había cumplido, no estaría mal dejar correr un poco el tiempo. Que las cosas se enfriaran. Pensó que todo aquel dinero que tenía, bien podía casarse, o hacer un viaje de placer con Golan, turismo. Quizá a Europa, a ver algún sitio bonito. Pero estaba la "liga" de carreras. Debía ponderar entre una cosa u otra. Ganar todas las carreras, que solían hacerse cada 15 días o un mes, o concentrarse en el pentatlón.
La policía les paró, y pasó bastante miedo. Afortunadamente, como iban en un taxi solo le pidieron al indio sus papeles y la licencia de taxista, sin registrar el maletero. Estaban buscando a personas determinadas, con un perfil. Ella no parecía encajar en dicho perfil. Al menos, no del todo.
-¿Que pasa, agente?
-Terroristas, señor -le dijo- Parece que hay también musulmanes asiáticos atentando éstos días. Pero ya veo que usted es indio y usted coreana, ambos con doble nacionalidad. No se preocupen, y manténganse alejados de los radicales. El gobernador va a decretar el toque de queda hasta que todo éste asunto quede resuelto, me parece.
Toque de queda. Aquello eran palabras mayores. Tenía que actuar "rápido", sacar sus armas de allí, ponerlas a buen recaudo. Cualquier cosa susceptible de conectarla con esos "atentados" podría joderla viva. El juego se volvía peligroso.
Finalmente, llegaron a los trasteros.
Motivo: Problemas random
Tirada: +5, -5
Resultado: [5 - 5] = 0
Éxito Aceptable
Golan: ¿Va todo bien?
Golan: ¿Necesitas que vaya a recogerte?
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Mary: Va bien, estoy apretando para los exámenes de septiembre.
Mary: A ver si me quito pinches asignaturas de encima y termino la carrera éste año.
Mary: ¿Y tú como vas?
Ladlow: Gracias, la ciudad es un poco más segura hoy. Ten cuidado, mi jefe está relacionándolo todo. Hay que tomar cartas en el asunto. Mantente a salvo.
De: Lester.
A: Queen.
Asunto: Chevy.
Bueno, ya tengo bastante información sobre el sujeto, fresquita. No ha costado barata. Te paso la factura, en total 8.000 machacantes. Eso si, ya sabemos con quién sale, a donde, su domicilio particular y pisos francos, cual suele ser su rutina habitual, etc.
Ahora mismo está cerca de su jefe, para eso usa su piso en Vinewood. Es una vivienda de un residencial, y parece que vive allí con una pareja. Sobre ella sabemos todo lo que quieras. Se llama Eve Rogers, tiene un trabajo muy normal, dependienta en una tienda de ropa pija. Al parecer le tiene engañado y ella cree que él trabaja simplemente como guardaespaldas.
Incluye una lista de los que parecen ser sus gustos, tanto personales como comunes. Como verás, ésta gente es muy profesional.
Cualquier otra cosa que necesites, házmelo saber.
Le bajó un sudor frío cuando les paró la poli aunque supo hacerse la desconcertada, ser chica y saber poner cara adorable era una poderosa arma de camuflaje. Al dejarles pasar, cuando ya habían perdido de vista el control, soltó aire a carrillos llenos y palmeó el hombro de su taxista en plan “Jooooooooooooooder, lo logramos”. Aun así en el trastero se tomó un minuto para respirar hondo y de paso aprovechó para responder mensajes.
Guassup para Golan:
-Ni s t ocurra salir d casa!
-Sta la ciudad q echa humo
-Toke d keda por terrorismo!!!!
-Pon la tele
-Voy ya para casa
-M lleva Gupta
-T kiero mucho <3
- :)
Guassup para Mary:
-Animo!
-Bien tb
-Superliada ya sabes
-Vent algún dia a la pisci
-Tengo juguetes nuevos
-jeje
-Saluda a Hwo!
Mensaje para Ladlow:
Lo imagino. Sigo en ello. Ok ;)
Dudó si poner la carita sonriente pero al final se animó, no cejaría en el empeño de convencerle que ella era distinta del resto.
Mail para Lester:
Ey! Ya me estaba preocupando jeje ¡MUCHISSSSSIMAS GRACIAS! En seguida te hago la transfe. Vaya vaya con Parker… ¡Por cierto! Te iba a escribir por otro asunto ¿Qué te parece vaciar las cuentas de Wu? Imagino que será difícil y tendrá mucho deslocalizado, pero al menos el “legal”, el visible… no quiero la pasta para mí, tengo varias sugerencias de donaciones, no le dejaremos pobre pero le dejará sin liquidez momentáneamente. Ya me cuentas. Voy a echar un ojo a la info que me has mandado.
Regresó al taxi empezando a notársele el cansancio. Al darle la dirección le preguntó si le suponía mucho trastorno, si cogía un taxi era por vagancia pura y por sentirse también más segura, y puestos a pagar a alguien… mejor a un conocido de confianza, pero tampoco quería joderle una cena familiar o cosas de esas. Siempre intentaba ser sumamente amable con el sikh, era un buen tío, y la profesión de taxista tenía que ser una mierda del copón.
Arranada en el asiento de atrás empezó, como de costumbre a darle vueltas al bolo, a intentar cuadrar planes, a lo mejor había llegado el momento de empezar a echar a andar los proyectos de Golan, o hacer un viajecito, o la boda… sonrió. Ay que ver, nadie se imaginaría que una “terrorista” como ella estaría soñando con vestidos de novia.
No supo muy bien como había sido todo.
El caso es que los pensamientos mezclaron realidad con sueños. Y cuando finalmente abrió los ojos, se dió cuenta de que había soñando. O más bien, teniendo pesadillas.
Era por la mañana, de hecho, a media mañana. Estaba en su cama, y ni idea de como había llegado allí. Estaba sola, y se removió. Había un gato entre las sábanas, que se quejó por que se movía.
¿Como había tenido ese blackout en el trayecto de vuelta? Llevaba puesta la misma camiseta y bragas. Golan solo le había quitado las zapatillas y los pantalones. Se sentía terriblemente perezosa, y solo el hecho de que se estuviera orinando encima la hizo salir de la cama con evidentes muestras de descontento.
Se duchó, pensando en sus cosas. En todo lo que había pasado. En que volvía a casa "casi de milagro", y que la poli estaba estrechando el cerco. Luego, cuando se secó y fue a cambiarse, olió comida, y música que venía de la planta de abajo. ¿O era la televisión?
El gato salió finalmente de la cama, estirándose mientras bostezaba.
-¿Mau, mau? -se giró a mirarla con curiosidad.
Todos sus miedos vinieron por ella esa noche, después del sueño profundo se sucedieron unos a otros sin parar, visiones terribles de muerte y desesperación, de dolor, pérdida, injusticia, soledad. La suerte quiso que le dieran ganas de hacer pis porque de otro modo hubiera seguido atrapada en sus pesadillas.
¿Cómo podía haber soñado cosas tan espantosas estando en casa? En su refugio, con Golan al lado… el veneno se le estaba metiendo dentro y eso no le gustaba un pelo.
Abrazó la almohada de Golan y se repitió a si misma como un mantra “Estas en casa, estas a salvo, Estas en casa, estás a salvo”, cuando por fin decidió desenterrarse de entre las sábanas se encontró con la cara de Shirkan visiblemente molesto por que se había pasado la noche pataleando y así no había quien durmiera.
El baño, ya fuera sentada en el sr Roca o con la cabeza bajo la ducha, se lo tomó como un ritual chamánico para quitarse el mal rollo de encima, su casa era sagrada, nada mierdas “Fúh! Fúh!” soplaba como asustando las malas energías.
Se puso cómoda, como ella solía, para andar por casa, hoy tocaba vestidito corto con estampado de galaxias, y sacó el movil del bolsillo de los vaqueros aunque no lo miró.
–Mau, mau- “Estoy bien” quería decir, se agachó para agarrar a Shirkan de los carrillos haciéndole sobimimis –Ayyyyyyyyy pero que guapo que eres ¿Cómo no te voy a querer?- sería robot hedonista versión gatuna pero el tío pese a todo se había quedado vigilando sus sueños. Meneó la nariz como un conejillo –¿Hueles eso? Mmmm comidaaaaa ¡Vamos con papi!- y corrió escaleras abajo ansiosa por dar un abrazo a Golan
Allí estaba, vestido de estar por casa, cocinando pasta carbonara. Sabía que cuando ella volvía de "hacer sus trabajos", desarrollaba un hambre propia de un T-Rex. Removía en la olla, por que ya casi terminaba.
-Buenos días, dormilona -dijo, dándole un beso.
No le había contado nada de ayer, pero se hacía cargo. Había vuelto dormida, y el taxista había hablado con él. Le pagó con su propia tarjeta de crédito y se despidieron con un apretón de manos.
-Anoche caíste muerta. Te tuve que subir en brazos a la habitación.
En la tele, la programación cambió cuando el gato pisó sin querer el mando.
-Novedades sobre la ola de ataques terroristas en San Fierro. Informa Audrey Ballantine.
Anoche, la ciudad de San Fierro vivió una pesadilla. Tras la persecución policial al mediodía, en la que murieron por un accidente de tráfico dos policías y se hirió al menos a uno de los atacantes asiáticos que habían ejecutado, en un ajuste de cuentas relacionado con el tráfico de drogas en el puerto, a al menos ocho sicarios de las tríadas chinas, las operaciones policiales prosiguieron en lo que se ha venido a calificar como una "auténtica guerra en nuestras calles".
Una operación policial en un bloque de pisos del callejón Paradise, en el barrio de Santa Flora, se saldó con la detención de tres terroristas de una célula durmiente del Estado Islámico que utilizaban varios negocios como tapadera. Los agentes del NOOSE entablaron un tiroteo con otros dos terroristas que trataban de escapar, que finalmente fueron abatidos. Un sexto terrorista, una mujer, se inmoló con un cinturón bomba, lamentándose la muerte de un perro policía de la unidad K-9.
No fue todo. A la misma hora, colapsó el edificio en construcción Wu Estates en el Distrito Comercial, tras escucharse unas explosiones. El magnate Wu Gao ha aclarado que se trató posiblemente de un fallo en una voladura controlada que desestabilizó la estructura, y ha ofrecido dinero para paliar los daños de éste derrumbamiento. Afortunadamente, solo se han lamentado daños materiales. Hay quienes, sin embargo, han compartido videos caseros donde puede apreciarse el sonido de tres explosiones y la presencia de dos enmascarados en las cercanías del solar, uno de ellos sosteniendo un largo tubo, que parece un lanzagranadas. La policía no ha querido dar una declaración oficial sobre éste hecho, pero en el piso franco de los terroristas se encontró un lanzagradas RPG, lo que no descarta la posible conexión con los terroristas islámicos.
La alcaldesa de San Fierro, Camille Collins, ha rogado a la ciudadanía que mantengan la calma, mientras que se ha reforzado el dispositivo de seguridad con la llegada de miembros de la Guardia Nacional, según una norma de emergencia dictada por el gobernador Adolf Svergzenegger, que ha estudiado la posibilidad de establecer un toque de queda para la ciudad de San Fierro, habilitando según la ley antiterrorista los registros a vehículos e inmuebles particulares para la salvaguarda de la ciudadanía.
El gobernador salía diciendo unas palabras.
-Reclamo calma a la ciudadanía. Calma y confianza. Las fuerzas y cuerpos de seguridad, estatales, locales y federales se coordinarán junto a los efectivos de la guardia nacional, para erradicar en el menor plazo posible a los terroristas de ésta bella ciudad, y poder recuperar una situación de calma y normalidad.
-El papa ha expresado su condena hacia éstos ataques, así como otros líderes mundiales como el presidente de la República Francesa o el primer ministro inglés. Éstos ataques se producen mientras prosigue la campaña militar contra el Estado Islámico en Siria y se vive una oleada de atentados en países como Irak, Yemen o Mali. El Estado Islámico, sin embargo, no ha reivindicado todavía ninguno de los atentados en San Fierro, y la policía cree que ésto es debido a que han resultado generalmente infructuosos, y no se han lamentado víctimas mortales entre la población civil.
Expertos analistas señalan que, posiblemente, nos enfrentamos a un fenómeno nuevo, que es el intento por parte de células terroristas de financiar sus actividades mediante el control del submundo criminal, lo que genera fricciones con las principales organizaciones mafiosas de la costa oeste y las bandas dedicadas al tráfico de drogas.
Dejó al gato en el suelo y abrazó a Golan mimosona –Hooooola marinero- aprovechó y sobó un poco de culo, la noche anterior de camino a casa se moría de ganas de estar con él y seguía ganosa… pero sobre todo estaba cariñosa y tenía… HAMBREEEEEEEEEE. Los ojos le hicieron chiribitas al ver la deliciosa carbonara e inspiró hondo como si quisiera alimentarse solo del perfume –Mmmmmm que rico!!!!- se rechupeteo –ayer en todo el día solo comí un kebap, fue un no parar, por eso caí redonda- le dio otro besito, adoraba que la cogiera en brazos y la cuidara tanto –Gracias cariño, perdona por darte tanta guerra-.
Fue a coger el menaje para poner la mesa y de repente Shirkan saltó sobre el mando de la tele encendiéndola. Corrio a darle un azote y apagarla cuando las noticias llamaron su atención, subió el volumen –Mecawen…- quedó atrapada en un asombro cada vez mayor. Se ve que esa noche Marte estaba en conjunción con la estrella d ela muerte o vete tu a saber que cosa chunga porque menudo carajal se había liado –Ay la leche!- se llevó las manos a la cara que parecía el niño de “Solo en Casa”, y ya cuando salió el papa casi se cae de culo –Venga ya…- lentamente se sentó en el sofá con los ojos abiertos como platos “El Papa, el jodío Papa! Si sale el Dalai Lama me muero” fue “mejor” aún, el goberneitor en persona anunciando medidas excepcionales. Toque de queda… Guardia nacional… registros… se acabó la fiesta por una temporada, todas las bandas estaban atadas de pies y manos o se jugaban acabar en Guantánamo. Por un momento quiso agarrar el móvil y liarse a mensajear “Piensa Queen” pero se contuvo, había que actuar con la cabeza fría. Subió las piernas al asiento -y todo por un kebap… flipa…- musitó –Kendl estará contenta, me cago en Satanás…- Golan se sentó junto a ella poniendo los platos en la mesilla -¿Has visto esto cielo?- seguía atrapada por la tele, estupefacta.
Golan la miraba a ella, y luego miraba la tele. Veía su reacción, mientras servía la comida. No había que ser muy listo para saber que existía una relación evidente. Que las cosas que ella había hecho en la ciudad se estaban interpretando de aquella manera. Y la cosa, efectivamente, pintaba muy fea.
-Si... ¿Habéis sido vosotros? Imagino que será lo del edificio, por que no creo que hayas estado pegando tiros a los terroristas tú. El edificio de los Wu.
Ahora le cuadraban las cosas. El famoso Wu Gao, era hijo de ese tal Wu Zi Mu, un magnate de Las Venturas. Y, al parecer, un mafioso de las tríadas.
-Te acaba de condenar el Papa -dijo, con cierta sorna.
Sonrió, poniéndole delante el plato de pasta.
-Anda, vamos a comer. Y ahora me lo explicas todo, y decidimos que quieres hacer.
-Sí y no…- sonrió de ese modo un poco nervioso, el telediario repetía la misma información en bucle, de modo que bajó el volumen –quiero decir, técnicamente no… pero…- volvió a sonreir por la broma “Que fuerte joder el Papa…” –fue pura casualidad. Cuando fui a comprar el kebap el tío de la tienda me hizo preguntas muy sospechosas, sumé dos mas dos y… avisé a la poli- se rascó la cabeza –ni de coña esperaba que se liara semejante follón! Claro que ahora entiendo porqué estaba la ciudad como estaba…- tomó una mano de Golan sobre la mesa, era encomiable la normalidad con la que afrontaba sus líos –así que… creo que soy una patriota!- bromeó ella también tratando de hacer el tema más liviano –pasé miedo la verdad… nos paró la poli, a Gupta y a mí, cuando aún llevaba la mochila con los aperos…- caracoleó los dedos aún entrelazados –en fin… durante un tiempo la cosa va a estar en calma chicha, con tanta vigilancia los Wu se libraran muy mucho de hacer cualquier movimiento, así que… es tiempo que podemos aprovechar- ladeó la cabeza –podemos irnos por ahí, empezar con tus papeleos o ponernos con la boda…- le sonrió –no te voy a engañar, tengo un par de cosas que hacer, como las carreras por ejemplo, debo preparar el pentatlón, pero primero decidimos que hacer nosotros y ya me organizo con lo demás- le miró firme –tú eres lo primero- soltó la mano y hundió el tenedor en la montaña de espaquettis -¡Mmmmmmmmmmmmmm!!! Cariño, estas seguro que quieres ser productor? Porque esto está de vicio!-
Escuchó lo que le dijo, entre la preocupación y el halago. Ciertamente, la cosa pintaba fea. Ella se empeñaba en seguir "cerca", pero él sabía perfectamente que mantenerse cerca, en esas circunstancias, era peligroso. Era la causante de joderle el invento a todos los mafiosos de la ciudad, a los que se añadía la célula terrorista. Quizá en San Fierro hubiera toque de queda y militares, pero en Harmony no. Si daban con ellos, ni todas las cámaras del mundo les iban a salvar.
Había que poner tierra de por medio, tal y como él lo veía. Y había que hacerlo pronto.
-Creo... -comenzó a decir- Que debemos adelantar nuestra luna de miel. Hacerla antes de la boda, o algo así. O bien, hacer la boda durante el viaje. Tu misma dijiste que no querías ni necesitabas una ceremonia familiar y con testigos. ¿Eso sigue siendo válido?
La miró de forma muy significativa con aquella pregunta.
-Se que tienes cosas que hacer, y la carrera. No te querría robar mucho tiempo. Pero diez días pueden bastar, dos semanas si se pudiera. Un viaje rápido, a un sitio bonito, lejos de aquí. ¿La India quizá? Luego vuelves con las pilas cargadas y un esposo flamante colgada de tu brazo. Y vamos arreglando todos los problemas uno a uno. ¿Te parece?
La situación era crítica como poco. El sonido de las sirenas era ensordecedor y las aspas del helicóptero parecían estar a punto de afeitarnos el cogote.
Todos lo estábamos pensando, pero cuando alguien lo dijo fue como quitar el tapón de la bañera.
(¿Cargarnos el helicóptero? ¿Y por qué tengo que decidirlo yo?)
Cuando conducía a toda leche mi cerebro trabajaba a toda leche. Tracé un plano mental de la ciudad: parques, carreteras, calles peatonales.
- Todavía no, pero estad preparados. Voy a intentar una última jugada. Agarraos - dije mientras fruncía el ceño.
Tiré de freno de mano para hacer un giro cerradísimo que nos metía en un callejón trasero en el que el coche cabía tan justo que los retrovisores saltaron.
Era todo o nada. Saldría del estado si era necesario. Un par de semanas escondidos en algún antro de carretera era mejor que cargarse un helicóptero policial y tener al puto ejército tras la familia.
Motivo: Última jugada
Tirada: +3, +6, -1
Resultado: [6 - 1] + 4 = 9
Dejó los cubiertos y atendió con preocupación a las palabras de Golan. Bajó la mirada un instante sintiéndose culpable, muy culpable. Acabó inclinando la cabeza para mirarle de soslayo, acongojadilla –Cielo… me siento fatal…- respiró buscando las palabras –¿Eres feliz? A mi con estar contigo me basta, con o sin gente, con o sin fasto, tú me haces feliz. Pero tu felicidad es también la mía, y no quiero privarte de bonitos recuerdos y experiencias por culpa de mis mierdas. Acuerdate, yo quería un juez y punto- sonrió aunque tenía la nariz coloradilla –Solo nosotros… pero no te mereces algo improvisado o a escondidas- iba a posar de nuevo la mano sobre la suya pero se detuvo y se tapó la cara avergonzada, respiró hondo, dejó pasar un minuto –insisto, haremos lo que tu quieras- apoyó la cabeza en la otra mano –que tonta te puedes creer que me hacía ilusión vestirme de novia?- sonrió reponiéndose, inspiró -¿La India? Hmmm me quieres lejos de la franja de Gaza eh? Vaya a ser que la líe más- sacó la lengua tontorrona. La referencia era clara sobre conocer a la otra parte de la familia pero no iba a presionarle, para Queen eran un misterio que se resolvería cuando él lo creyera necesario.
-¿Estás seguro? Siempre podemos ir a Vinewood o donde necesites para empezar con tu productora, bastantes sacrificios has hecho ya…- le acarició la mejilla dejando unos momentos de silencio –Te quiero- desde luego le había tocado la lotería con ese hombre.
Hwo sacó partido al coche. Realizó un giro de 180 grados, evitando una barricada policial, y luego entró a través de las cristaleras de un centro comercial, recorriendo la primera planta y esquivando a peatones incrédulos y rompiendo tabiques prefabricados, antes de salir a otra calle, libre de policías.
Despistar al helicóptero fue más complicado, y para ello debió callejear y entrar en varias galerías cubiertas y aparcamientos. Finalmente, encontró un buen escondrijo en el sistema de canalización de agua de la ciudad, en una vieja esclusa que ya había perdido gran parte de su protagonismo con el desvío de las aguas residuales de la ciudad a la nueva planta de tratamiento.
Apagó el motor, y se quedó ahí un buen rato. Min estaba nervioso, pero él solo se encendió un cigarrillo, cerrando los ojos.
-Si tienes prisa, vete -le dijo de forma muy lacónica.
Sin embargo, retuvo con la mano la bolsa donde llevaba los explosivos, y cogió de ella unas cargas de C4 con un temporizador. Min salió del coche, y caminó tranquilamente hasta el lugar más cercano y civilizado, donde tomó un autobús que le llevaría al centro, y de ahí a Koreatown.
El sonido de las sirenas se iba disipando, aunque a veces se sorprendía por que alguna pasaba cerca. La ciudad había enfurecido, pero a él parecía sudársela todo. Había salvado el negocio, y los chinos lo habían pagado caro. Era un día redondo. Quizá fuera a un buen restaurante para celebrarlo.
Finalmente, mientras anochecía, abandonó el lugar con las manos en los bolsillos. Dejando el coche, sin mirar atrás, recorrió las dos millas a pie, hasta el paso a nivel más cercano, donde finalmente emergió a la ciudad. O más bien, a uno de sus barrios periféricos. Unos pandilleros charlaban mientras bebían en el jardín delantero de su casa, y se le quedaron mirando mientras pasaba. ¿Una víctima fácil?, ¿Que hacía allí un chino? No era su territorio.
Aguardó en la parada del bus, tranquilamente, mientras los negros decidían si iban a robarle o solo jugar con él. Entonces, revisó la hora en su reloj de pulsera, y mientras tres miembros de la pandilla se acercaban, la manecilla de los minutos marcó la media hora exacta.
La explosión no tuvo nada que envidiar a la que mató a ese presidente del gobierno de España, el tal Carrero Blanco. Por que el coche no solo explotó, si no que sus restos se alzaron desde la esclusa hacia la calle, salvando casi veinte metros de desnivel, cayendo justo detrás de los negratas, que no podían creerse lo que allí acababa de pasar.
Tampoco se lo creía el conductor del autobús, que frenó en la parada, simplemente para ver que demonios había pasado. Justo detrás, llegó un taxi de un inconfundible color verde. Un green cab. Venían muy recomendados por su prima. Un taxista sikh de manos fuertes le saludó con una sonrisa, y él se sentó, dando una dirección. Después de todo, no es el autobús lo que había estado esperando.
Motivo: Persecución policial
Tirada: +1, -3
Resultado: [1 - 3] + 3 = 1
Éxito Completo
El parque de atracciones del condado de Los Santos era un lugar muy concurrido. De entrada libre, se pagaban las atracciones de modo individual, así como el ticket del parking. Por eso era un lugar frecuentado por toda clase de personas, durante todo el año. Familias que iban a emborrachar a sus hijos con algodón de azúcar, grupos de jóvenes que iban a conseguirle el peluche a la amiga que le gustaba, tirando unos cuantos patos de feria, o aquellos que simplemente disfrutaban con las atracciones, tanto de las viejas, algunas de ellas casi históricas, como de otras de reciente instalación.
Dos manos muestran sus pasaportes y los billetes de avión, embarcando en una terminal del LSIA, el aeropuerto internacional de Los Santos. Esas manos se unen una vez dentro del avión, en diversas posturas. Caricia, reclamar atención, y la relajación final cuando se quedaron dormidas y entrelazadas sobre el regazo de ella. La cámara se aleja y se les ve, tranquilos y relajados, sentados en sus asientos de primera clase. Golan y Queen. Fuera, en el fuselaje del avión, las siglas de Air India.
En la feria, el hombre calvo con la barba de pocos días juega a los bolos con su novia, rubia y delgada. Se lo están pasando bien.
En el piso de Mary, ella estudia para los exámenes de septiembre, con las piernas en alto y el vientre apoyado en el sofá, revisando el portátil. Va vestida solo con un minipantalón ceñido y un top que se ajusta a sus curvas. Detrás, en una barra fija en el pasillo, Hwo, descamisado y sudoroso, provisto de un poderoso tórax, realiza una serie de dominadas, concentrado.
Una sombra sigue a la pareja feliz por la feria, sin que ellos se percaten. Una sombra cauta, que espera su momento. De vez en cuando, Chev Parker mira por encima de su hombro, pero no ve nada. El asesino disimula, sonríe, sigue con la mascarada de su vida.
Campanas de boda. Una bonita playa en la India, y una antigua iglesia colonial portuguesa. Están solos, él y ella, no necesitan más. Vestidos para la ocasión, con testigos ocasionales, intercambian anillos y se dicen palabras. Corren luego, descalzos por la arena, manchando sus caros trajes, riendo, felices.
Chev Parker entra en el sucio urinario público del parque de atracciones. Es un hombre prudente, pero hasta los hombres más prudentes deben cagar de vez en cuando. Revisa que no haya nadie allí dentro, nadie sospechoso, y entra cerrando la puerta. La sombra entra detrás, con las manos en los bolsillos. Revisa los urinarios descubiertos, profesional, como si no tuviera ninguna prisa.
Luego, se queda de pie en el centro del pasillo, fingiendo que revisa algo en el móvil. La cadena suena, y él se mueve rápido. Ya sabe donde mirar. La puerta se abre, y Chev se queda congelado un segundo, por que una escopeta le apunta. Esa extraña sensación, cuando el cazador es cazado. Ni todo el krav magá del mundo puede prepararte contra eso. Desprevenido, encajonado y empujado por una patada, que le hace resbalar sobre el orín del suelo y agarrarse a las paredes.
Al menos, tiene tiempo para ver la cara de su asesino, y escuchar las palabras, cargadas de fuerte acento eslavo, antes de que apriete el gatillo.
-Los Choi te mandan saludos.
El disparo le reventó la tráquea, y el cabrón se desangraba por momentos. No sacó el casquillo, por que sería dar una pista a la policía. Estaba claro que iba a morir, por mucho que se aferrara a la vida, así que rápidamente, sin hacer ningún visaje ni componer una cara extraña, desmontó la escopeta en tres partes y la guardó en la mochila que llevaba en la espalda.
El asesino moría sin remedio, ahogado en un charco de sangre que se mezclaba con el pis y las inmundicias del suelo. El ruido de la feria amortiguó el disparo, así que cuando salió del urinario nadie se había percatado, ni lo harían hasta que alguien se diera cuenta del charco de sangre.
Mientras el segundo mejor asesino del país moría, el primero enviaba un mensaje de texto por el móvil, recibiendo su compensación por un trabajo bien hecho. Los primeros gritos, las carreras y el temor. Cuando la policía llegaba, él hacía tiempo que se había largado.
Los viejos rockeros nunca mueren.
FIN DE LA ESCENA