Mario aluncina con la naturalidad con la que Miranda se cambia.
Se habrá olvidado de que aquí hay camaras?? Su cara es todo un poema, seguro que salen en todos los zappings del país ya el primer día y su hermana se estara riendo a gusto. Luego Mario vuelve en si y ayuda a Juan Antonio a mover la cama. En poco tiempo ya esta en la esquina.
Bueno que tengais dulces sueños. dice cogiendo los dos cojines y acomodandoselos.
Miranda musita un gracias a Mario y luego le da las buenas noches.
-Descansa, Mario-sonríe arrastrando las palabras apenas perceptiblemente.
Y luego, busca las camaras por todos lados, luego de voltear a ver a Juan Antonio y sin encontrarlas pero mirando a los espejos, dice:
-¡Mamá, voy a dormir con Juan Antonio, no mires!-se carcajea y se recuesta, abraza la almohada y pregunta divertida:-¿Vienes o no, Juan?
Con aire torpe me quito la cazadora y la dejo doblada lo mejor que puedo en el respaldo de un sillon. Lo que le sigue es la camiseta y los pantalones, que quedan de igual forma. Buscando por mi equipaje, termino por sacar unos shorts veraniegos para la ocasion que no tardo en enfundarme. Mientras me voy acercando a la cama y subiendo a ella, con aire bromista Bueno, es hora de descansar, que ha sido un dia muy intenso para todos... si alguien de los presentes tiene la ingeniosa idea de ponerse a escuchar musica por la noche, le recomiendo e insto para que se vaya a otra habotacion, pues me duele algo la cabeza...
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Día dos
Miranda abrió los ojos entre confundida, temerosa, fastidiosa y un montón de cosas más. Miró a su compañero de cama que estaba muy cerca de ella y ni siquiera recordaba muy bien qué estaba haciendo allí, creía que estaba en su propia casa y hasta llegó a pensar que mataría a su hermano por ese escándalo pero poco a poco su dolor de cabeza la hizo volver a la realidad.
-¿¡¡¡Qué diablos!!!?-casi gritó pero el dolor de cabeza era insoportable.
Chicos, media pila!!!
Mario casí se despertó más por el grito de Miranda que por la música. Estaba aconstumbrado a dormirse con música. Y normalmente ni aunque un misil explotase en su edificio se enteraria de algo cuando dormía.
¿Qué pasa? dijo con uno de los cogines pegado a la cara y no habiendo despertado del todo aún. Más bien estaba en un duermevela.
Arrancado de forma abrupta de los dominios de Morfeo por una combinación malévola de grito humano y música, me incorporo con pesadez en la cama frotándome la frente con evidente malestar ¿A que viene ese jaleo desde tan temprano? ¿Estamos de instrucción militar acaso? Ayyyy... mi cabeza... Muevo un poco los brazos para que se vayan "activando".
-No lo sé-respondió Miranda poniéndose una almohada en la cabeza.-¡Diablos, quiero dormir y unas aspirinas!-se da vuelta quedando frente a Juan, le sonríe inocentemente, al fin ya está despierta.-Parece que es hora de salir de la cama ya...
Miranda se levanta de la cama, se lleva las manos a las sienes. Cree recordar que tienen cosas por hacer y aunque espera que se equivoque, algo le dice que no será así. Camina con desgano, mira a Mario y musita un buenos días con un rictus de dolor en la cara. Toma una toalla, ropa y se dirige al baño.
Puedo salir?
Puedes ir al baño, el único problema es que justo ahora está abarrotado de mujeres :P
Como siempre.
Mario saluda a Miranda con la vista y un gesto de la cabeza.
Buenos dias a todos.. dice intentando reincorporarse un poco rigido debido a su "colchon". Las tripas le rugían pese al banquete de la noche anterior.
Voy a desayunar algo, ¿Quereis venir? ofrece.
Miranda, cambia tu ubicación en la escena ubicaciones
Con la cabeza muy pesada por lo de anoche, simplemete asiento a lo dicho por Mario. Levantándome, hago un par de ejercicios para "reactivar" el cuerpo. Tras un par de ejercicios, y ya bastante mejor, me dirijo al comedor para desayunar.