Partida Rol por web

-Tener a lo mejor tenemos, pero esta en la oficina. Y tengo la intuición de que las preguntas inocentes se te dan mejor a ti. No se, creo que tienes más puntos para sacar mayor resultado - Afirmo Jimmy, que obviamente no esque no queria trabajar, sino que solo sabia que las mujeres siempre habian tenido mayor éxito en cosas de ese estilo.

-¿Por quien empezamos a preguntar?

El local es bastante más modesto de lo que se esperaría de un diseñador de tanto renombre. A penas cuenta con un pequeño recibidor, lleno de muestras de los trabajos de Abe, y un probador con espacio suficiente para tomar medidas a los clientes.

Unas escaleras, al fondo, suben y también bajan…

¿Qué tal por el señor Beltrán? -sugiere la muchacha, señalando a un local de telas en frente de donde se hayan-. Oí a Abe discutir una vez con el a causa de un pedido que no debía encontrarse en muy buen estado -comenta-. A partir de ese día, Abe comenzó a contratar a sus propios proveedores y a acompañarlos, en ocasiones, a sus expediciones al mundo humano.

O podríamos hablar con la señora Podilla, la del puesto de entremeses variados -dice señalando a un pequeño carrito, lleno de restos de comida rancia, tirado por una rata esquelética, de pelaje ralo-. Ella siempre parece estar al tanto de todo. Si alguien se llevó a la niña en contra de su voluntad y por estas calles, ella lo sabrá. Sin lugar a dudas.

-¿Por donde quieres que vayamos?-pregunto Sally a su compañero, dirigiendose al mostrador. Alli, abre el libro de muestras del vestuario.

-¡Que bonitos son sus diseños! Seguro que se lo ponia muy dificil a la competencia.-dice admirando su trabajo.

Puesh...preguntemosle a la señora...pollita era? po..dilla! eso, preguntemos a la señora Podilla primero a ver si sacamos algo en claro y eso. Despues le preguntamos al otro,al de enfrente, ¡vamos!

El puesto de la señora Podilla está invadido de pequeñas crías que le piden sin cesar uno de sus malolientes aperitivos.

¡Puagg -exclama Verónica, lo suficiente lejos como para que la dueña del tenderete no pueda oírla-, queso añejo!

No obstante, Jimmy percibe que la larga nariz de la señora Podilla se arruga ante el comentario de la joven, lo que hace que sea fácil de deducir que la vieja tiene un oído bastante agudo.

El guardia y la joven se acercan al puesto listos para comenzar el interrogatorio…

"Pues parece que me va a tener que tocar a mi para ayudar..."

Jimmy se acerca, visto lo visto que empezase su amiga seria dificil que pudiese sacar algo en claro por lo que se acercó al puesto e intentó hacer caso omiso al olor del queso, que resaltaba bastante

"Por raro que parezca el queso nunca me gustó"

-Eh...hola, buenas tardes Señora Podilla...Si tiene usted tiempo ¿me podría contestar algunas preguntas?- dijo Jimmy, no podía empezar a preguntar así a lo loco sin pedir permiso, que a parte lo de pedir cierto permiso era algo de educación

 Por que no revisar por ese lado

Señalo los mostradores

Puede ser que haya algún pisto, una nota, o una carta

Me acerco al probador y busco detalladamente

Cita:

De pronto por eso es que atacaron ala niña

En el piso de abajo, que conforta la tienda de Abe, los miembros de la guardia no ven nada sospechoso que pueda indicarles que allí haya podido suceder nada fuera de lo común.

El probador está limpio, a excepción de algunas hebras de hilo caídas en el suelo y unos cuantos bocetos desordenados sobre una silla.

La estancia huele un poco a cerrado, pero no demasiado. Coincidiendo con la versión de la señoría Olivar, que afirmaba que la niña había dejado de acudir a la casa un par de días atrás.

Sally se acerca a los hilos y los recoge.

-¿Crees que esto puede ser una pista?-dice ahora mirando los bocetos desordenados.

me acerco a Sally, y miro por encima de su hombro

no creo que esta sea un pista, no parece que alguien haya entrado aquí hace mucho tiempo

me dirijo a las escaleras del fonda hacia las escaleras

voy a ir arriba me acompañas

A pesar de que Kond Fa le dice que no son pistas, Sally se agacha y las recoge.

-Quien sabe.-murmura. Se pone de pie, y mira a su compañero.

-Si, voy contigo.-asintio y se dispuso a seguirle por las escaleras hacia el piso superior.

El piso superior es tan sólo la vivienda del modisto y su hermanita.

La escalera se abre a un salón con cómodos sillones tapizados en terciopelo, una mesa redonda en su centro, con varias sillas, y una acogedora chimenea a modo de cocina, en la que cuelga una gran hoya metálica vacía.

Un par de puertas, al fondo de la estancia, dan paso a los dormitorios de los muchachos. Uno estrecho, con una litera y motivos de animales por todas partes, y el otro, más amplio, presidido por una cómoda cama de matrimonio.

Agente, le aseguro que todo es de primerísima calidad -La señora Podilla olisquea el aire, comprobando el estado de su propia mercancía, verificando que no huele a podrido, como si estuviese demasiado acostumbrada a los acosos de La Guardia, a causa de las quejas de los ciudadanos de Ratalia. Ella es lo que se ha pasado a denominar como vendedora in extremis-. Y ya sabe que tengo descuentos especiales para nuestros valerosos protectores de a pie -dice, acercando un palito de queso a las narices de Jimmy.

Sally sube las escaleras detras de Kond Fa, y se encuentra con las habitaciones en las que vivian la niña y el modista. Guiada por un presentimiento, la ratona se dirige hacia la habitacion de la pequeña, la adornada con motivos infantiles.

-Cuentame mas sobre el caso. ¿Cuando desaparecio?-pregunta distraida mirando la sala.

Eh...no no, señora Podilla por favor, ahora estamos de ronda. Venía a preguntarle a usted si ha visto o ha oido el caso de la niña desaparecida...- Se acerca a veronica y le susurra - ¿Como se llamaba la niña?