Partida Rol por web

Despejado. Avanzar. Dos señales bien conocidas y no siempre esperadas. Sailor sigue en su posición cuando Hadyn llega a su altura. Sheppard, como siempre, avanza haciendo lo que mejor sabe hacer.

Contempla el esqueleto y los engranajes y piezas repartidos a su alrededor. 

-Sun, ¿puedes saber cuánto lleva fiambre? - Mira a Sailor. - ¿Vas a agarrar esa libreta o no?

La mujer asintió.

-Si, dejeme ver-respondió sin seguir muchos protocolos, nunca lo hacía, mientras miraba el cadáver con detenimiento.

Sailor se encogió de hombros y agarró la libreta con mucho cuidado, como si temiera que el cadáver fuera a cobrar vida y atacarle si lo hacía. Quizás se viera exagerado pero nunca estaba de más ser precavido.

Sun se aproximó al esqueleto. ¿Cuánto llevaba allí? Imposible saber el tiempo exacto pero desde luego décadas para acabar así. No tenía carne ya en su cuerpo y la ropa estaba totalmente destrozada. El clima en aquel sitio no era especialmente benigno y seguro que en aquellas cavernas había insectos suficientes para hacer un trabajo semejante en menos de un año. A partir de ahí... era imposible determinarlo: dos, cuatro, diez, treinta... Imposible sin un análisis químico específico. Y dudaba que en Estigma hubiera el material adecuado para hacerlo.

Hadyn, por su parte, examinaba desde su posición los restos del traje. Encontró media insignia desgastada a los pies del esqueleto: un lobo rampante. No se sorprendió demasiado de su descubrimiento. Los glifos, sin embargo, no tenían ningún significado para ella.

Y mientras tanto Sailor realizaba su truco de prestidigitación para hacerse con la libreta. Quizás parecía una locura pero aquel esqueleto le daba un poco de... respeto. Aún así se hizo con la libreta sin que pasara nada siniestro.

En cuanto la tuvo en las manos le echó una ojeada: parecían, efectivamente, apuntes de coordenadas. Al menos en todas las páginas salvo en la última, en la que alguien había garabateado nerviosamente un texto:

He lanzado varias señales de SOS pero no recibo respuesta. Creo que la roca interfiere. Si habéis llegado aquí para rescatarnos debéis saber que la roca negra no es el emisor, es un portal. Los otros han cruzado al otro lado con la esperanza de traer lo que provoca la señal que acaba con los simbiontes. Debo esperar aquí pero se me acaba la comida. Los simbiontes no se atreven a acercarse. Si alguien encuentra mi cuerpo que le diga a Maude y Sarah que las quiero. Siempre las quise. Cabo Jeremiah 'Lotus' Lambert, de la Casa Hazat. 

La última fecha da una noción de cuanto lleva aquí este cadáver: más de 10 años...

"Los simbiontes no se atreven a acercarse" - susurró un meditabundo Sailor.

-No me extraña que traspasaran ese "portal" entonces. Algo así podría cambiar el curso de la guerra pero... ¿De qué estaría hablando exactamente?

El ex marine recordó entonces a Sheppard y se puso en marcha para recortar el trecho que Marcelus le había sacado.

-Vuelvo con Sheppard. No te preocupes por mí, Nova. Estaré bien.

La chica enarcó a una ceja cuando vio el cadáver, ni siquiera le quedaba un resto de carne.

-Jefa... este tipo debe llevar aquí desde que yo iba a la academia como poco-le respondió confirmando que llevaba mucho tiempo muerto pero sin un examen en el laboratorio sería imposible determinar cuanto y seguramente no les interesara tanto.

Sheppard ya se estaba adelantando y Lucas se situaba tras él. Había dos túneles que salían, ambos de forma ascendente, de la caverna en la que se encontraban. Del de la izquierda llegaba una leve brisa. 

"Si alguien encuentra mi cuerpo que le diga a Maude y Sarah que las quiero." 

Ojala hubiera tenido algo así cuando murieron sus padres, aunque fuera tantos años más tarde. Hadyn toma buena nota de los nombres para intentar localizarlas cuando vuelvan a la Guarnición. En su cabeza no cabe que sea de otra manera, porque tienen que volver. 

Se agacha para coger con cuidado el trozo de insignia, sin tocar ninguno de los engranajes que rodean el esqueleto.

-Sailor, si dudara que no supieras cuidarte no te habría dicho que vayas con Sheppard. - Le mira de reojo antes de centrarse de nuevo en el cuerpo. - Entiendo, Sun, es de la unidad Lobo Negro, el tiempo que dices cuadra con su desaparición ¿seguirán vivos el resto? ¿O atravesaron ese supuesto portal? - Se rasca la nuca, es una mujer de acción, avanzar, disparar, matar y proteger, otros se ocupan de pensar y saber por qué pasan las cosas extrañas que pasan en el planeta. - Sigamos, tenemos que intentar localizar al resto de la unidad, o lo que quede de ellos.

Mira hacia los túneles, confía en que Sheppard decida el correcto.

-Sigamos.

Sheppard señaló hacia el túnel de la izquierda.

- Por aquí viene aire... quizás sea otra salida.

El grupo se reagrupó alrededor del explorador para continuar el ascenso. Mientras lo hacían se dieron cuenta de dos cosas: el túnel se iba ancheando poco a poco a la vez que iban desapareciendo los glifos iluminados. Sin embargo ahora era otra la luz que los guiaba, era la luz del sol. Y a medida que subían podían escuchar con más claridad el ruido de la batalla.

Porque en realidad el túnel desembocaba en el interior del campamento de los carroñeros, tras la muralla defensiva, en lo que parecía ser una especie de jardín interno. Desde donde estaban agazapados no veían las construcciones, sólo los árboles de la selva, pero les llegaban claramente los gritos de los hombres, el sonido de las explosiones y los disparos. ¡Estaban tras la línea enemiga!

- Podemos aprovechar, pillarles por la espalda, desprevenidos. Podria suponer un cambio en el devenir del combate. - dijo Sheppard levantando el arma y preparandose para salir rápidamente al exterior en cuanto se le permitiera.

Sailor conto rapidamente en su mente.

-No creo que tengamos muchas posibilidades. Hay, sencillamente, demasiados de esos hijos de mala madre. Tu que dices, Hadyn?

Lucas espero la respuesta por cortesia pero, en realidad, estaba tratando de encontrar una via de escape. Le gustaban los marines pero tenian tendencia a seguir los dictados del deber y Sailor habia descubierto que el deber era muy malo dictando. Sus frases solian acabar con la muerte del sujeto.

Entrecierra los ojos al notar el sol encima de ellos. Mierda. Jodidos dilemas. ¿Los lobos o los santurrones?
-Tendríamos más si localizáramos a los Lobos, si es que queda alguno. Seguían dentro de los túneles, según el capitán. Deberíamos localizar esa piedra negra que dice la libreta del cabo.
Se encoje de hombros ligeramente.
-Además, no dejamos a nadie atrás, ¿no?
Sonríe ligeramente mirando a Sailor.
-¿Sheppard? ¿Sun? Las opciones son volver atrás por el otro túnel para encontrar a los lobos o seguir hacia delante y matar a los máximos posibles antes de que nos frían. Pero, joder, quiero saber qué cojones les pasó a los Lobos y si podríamos hacer algo para ayudarles. No perderemos demasiado tiempo. No somos suficientes para cambiar el curso de la batalla.
Recuerda haber visto un Bahamut y muchos bichos, demasiados, sabe que no hay demasiadas posibilidades siendo tan pocos.

Sheppard se encogió de hombros. Lo cierto era que, por un lado, le picaba la curiosidad y queria saber que habia pasado con los Lobos, pero por otro, la sed de sangre y la necesidad de empezar a disparar algo empezaba a pasar factura al soldado. Si para algo habian creado las unidades de Stigma era para el combate, y no sabia si era fruto del "entrenamiento" o era simplemente el hecho de ser él, pero pasar tiempo alejado del combate le imprimia cierta depresión.

-Estoy aqui jefa-respondió Sun algo preocupada. La idea de ellos era meterse de cabeza en el combate, claro eran militares, pero ella no lo era y aunque quería ayudar a las personas de ahí arriba la idea de volver a verse cara a cara con los simbiontes no le gustaba nada. 

Todo el mundo estaba callado y taciturno, como si temieran decir lo que de verdad estaban pensando, asi que Sailor, como siempre, tomó las riendas de la conversacion.

-¿A quien queremos engañar? No podemos hacer nada en el combate. Sigamos investigando lo que les pasó a los lobos. Información es lo que vinimos a buscar, a fin de cuentas, Hadyn.

-Algo podríamos hacer, pero no se si sería determinante. - Hadyn mira seria a Sailor. - Tú has venido a por información, nosotros a salvar el culo de los santurrones.
Vuelve a mirar hacia donde se escucha la batalla, pensativa. Los Lobos o los santurrones. Sabe que Sheppard confía en su criterio, Sun parece que también.
-Vamos a buscar a los Lobos, si nos damos prisa aún podremos matar algunos bichos o carroñeros.

Sheppard estuvo a punto de protestar. Cada minuto que pasaba era un posible muerto mas en las filas de los marines. Sin embargo, Haydn no era una persona que actuara a la ligera.

- Asi sea, pues. Pero si no me das algo a lo que disparar pronto, acabaré pegandome un tiro a mi mismo. Esto es demasiado para mi.

Encaminó la marcha de nuevo, desde luego no esperaba que Sun o Sailor lo hicieran, pero esta vez hacia el interior.

Sailor siguió a Shepperd en un momento pero, antes, felicitó a Nova por su decisión.

-Buena decisión. Si sigues haciéndome caso quizás salgamos con vida de ésta! - dijo justo antes de desaparecer dentro de la cueva.

-Señora, con el debido respeto, pero tenemos que ayudarles. Seguramente haya heridos y necesiten todo el apoyo que podamos darles. Soy la última que quiere estar en medio de un tiroteo se lo aseguro...-intentó explicar la enfermera cuya prioridad era siempre ayudar a los heridos.

-Estoy de acuerdo, Sun. Pero no podemos ayudarles si somos fiambres. ¿No crees? - Hadyn se encoje de hombros mientras mira cómo Sheppard y Sailor vuelven hacia el corredor de la cueva. - Llevo toda mi vida en este puto planeta, los Lobos son una puta leyenda, eran los mejores, eso sí que puede hacer que ayudemos a los santurrones de verdad, si los encontramos.
Hace un gesto al resto de marines para indicarles que se muevan al interior.
-Pero claro, tú puedes decidir por tu cuenta si los diez que somos podemos contra el medio centenar o más que hay por aquí, aunque les embosquemos.