Una mano enguantada se apoyó en el hombro de Taylor.
- Creo que con chupitos de savia te referías a mí, no a mi hermano Josh, ¿no es así, Lucas? -
El rostro de Travis era un poema. Además de las cicatrices que tenía en la parte derecha de la cara que lo hacían más fiero todavía, su media sonrisa era de temer, por lo menos para quienes no lo conocían.
Cogió un taburete y se sentó al lado del hombre.
- Nos metemos contigo por que nos has jodido ya varias veces, Sailor, y además, por que no nos gustan los de tu calaña. Y ya ves, tres Casmir en el mismo sitio no creo que sea de tu agrado. Me ha dicho Rubeus que ha estado de misión en la jungla y que tiene ganas de una buena pelea, y yo no quiero decir nada, pero creo que sus implantes le hacen tener una fuerza brutal. -
Se giró hacia su hermano pequeño y negó con la cabeza.
- ¿Es que os mandan a todos aquí? Ahora sólo falta que Natasha también pida el traslado y ya tenemos a toda la familia reunida. -